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Emilio Joubert y Elena León, actores del progreso en Lara y de la foto más romántica de la época

 

Luis Alberto Perozo Padua
Periodista


Cuando José Miguel Bermúdez, me advirtió que enviaría desde París, la foto más romántica nunca antes vista, imaginé que su opinión estaba sesgada por ser tataranieto de quienes fueron protagonistas de la icónica y singular postal.

Cier­ta­mente la fotografía real­iza­da en Curazao, a prin­ci­p­ios del siglo XX, me inspiró a realizar una pesquisa y hur­gar en el mar­avil­loso pasa­do de ambos per­son­ajes. La mág­i­ca cap­tura inmor­tal­iza a una dama agra­ci­a­da y a un gen­tle­man. Él, ele­gan­te­mente atavi­a­do de levi­ta y cor­batín, fija la mira­da sobre su enam­ora­da, y ella con dis­tin­gui­do vesti­do de dama euro­pea, obser­va sobre el hom­bro de quien la corteja. 

La estam­pa del estu­dio fotográ­fi­co Sou­blette et Film, la pro­tag­on­i­zan dos cura­zoleños: Emile Hip­poli­jte Jou­bert y Elene Fran­coise León Prince, lle­ga­dos a Venezuela en los albores del pasa­do siglo, donde aparte de echar raíces en sue­lo larense for­man­do una noble y recono­ci­da famil­ia,  con­tribuyeron deci­di­da­mente con el pro­gre­so de la región centroccidental. 

De Curazao para Barquisimeto

Don Emilio Jou­bert ele­gan­te­mente trajeado

El peri­odista y luego cro­nista de Bar­quisime­to, Eli­gio Macías Muji­ca, en edi­ción extra­or­di­nar­ia de EL IMPULSO, en 1952, en ocasión del cua­tri­cen­te­nario de la ciu­dad, nar­ra que el intro­duc­tor del cul­ti­vo del sisal en Bar­quisime­to fue Emilio Joubert.

“A los vein­tidós días del mes de agos­to del año mil ochocien­tos seten­ta y dos, en la isla de Curazao, nació un niño del sexo mas­culi­no, a quien se le han dado los nom­bres de: Emile Hip­poli­jte Jou­bert, hijo de Guil­laume Euse­bio Jou­bert y Hele­na Ade­lai­da Prince de Jou­bert”. El orig­i­nal tiene apli­ca­do un tim­bre móvil de las Antil­las Neer­lan­desas, refren­da­do en Willem­stad, Curacao.

Apun­ta Macías Muji­ca, que fue tal la apli­cación de Emilio al estu­dio y conocimien­to de idiomas, que a la edad de diez años se vio en la necesi­dad de usar anteojos.

Por su parte, José Miguel Bermúdez, agre­ga otro dato rev­e­lador: y es que la mesa­da sem­anal de Emilio para la merien­da, no la gasta­ba, y más bien la invertía en velas, a fin de estu­di­ar cuan­do la famil­ia se recogía y qued­a­ba la casa en penumbras.

Emilio jun­to a sus padres, lle­garon a Venezuela en 1884 y ese mis­mo año el niño cono­ció al pres­i­dente Anto­nio Guzmán Blan­co, quien luego de una sosteni­da con­ver­sación en inglés. El primer man­datario, ‑bien asombrado‑, le regaló una onza de oro como pre­mio por su apli­ca­do talento.

Al cumplir los trece años entró a prestar ser­vi­cios en la Com­pañía del Fer­ro­car­ril Bolí­var, en Tuca­cas, y dos años después, por enfer­medad del tit­u­lar, se encar­gó del despa­cho de buques que trans­porta­ban cobre para Inglater­ra, así como tam­bién de la jefatu­ra de aque­l­la estación que en aque­l­la época era de par­tic­u­lar impor­tan­cia, pues era ter­mi­nal para el despa­cho de cobre a Europa y para recibir el car­bón con que fun­ciona­ban los hornos de las minas de Aroa y el tren ferroviario.

Con decisión par­ticipó acti­va­mente en la Rev­olu­ción Legal­ista, que acaudil­ló el gen­er­al Joaquín Cre­spo, con tan solo 20 años fue ascen­di­do ‑en Duaca‑, a Ayu­dante de Cam­po del gen­er­al Elías Tor­res Aular y cuan­do la rev­olu­ción entró tri­un­fante a Bar­quisime­to, Tor­res Aular se encar­gó de la Pres­i­den­cia de la juris­dic­ción, ofre­cién­dole a Emilio Jou­bert el gra­do de coro­nel, lo que declinó cortés­mente para reti­rarse de toda activi­dad política.

Fue entonces cuan­do Emilio fungió como con­ta­dor del inge­niero Mon­bur­quet, en la recon­struc­ción de la línea fér­rea entre Dua­ca y El Hacha que en el año 1892 había sido destru­i­da por fuertes tor­ren­ciales y alu­viones. En esa déca­da volvió al ser­vi­cio de la Com­pañía del Fer­ro­car­ril Bolívar.

Actor principal del sisal en Venezuela

Elene Fran­coise León Prince, de aris­tocráti­co vesti­do y som­brero europeo

En Curazao, años antes había tenido con­tac­to con su pri­ma her­mana Ele­na León Prince, con quien pasa­do el tiem­po con­tra­jo nup­cias el 27 de febrero de 1902, en aque­l­la isla neer­lan­desa. Él de 29 años y ella de 20. De esa unión nacieron en Curazao sus dos hijos: Sil­vio Gilber­to Jou­bert León, estable­ci­do en nego­cios de maquinar­ias en Bar­quisime­to y Julia ‘Yuya’ Ele­na Jou­bert León, esposa del hacen­da­do Cruz María Yepes Gil, tío abue­lo de quien suscribe esta crónica.

Elene Fran­coise León, había naci­do el 22 de sep­tiem­bre de 1881, tam­bién en Curazao. Hija de Anton León y Julia Alei­da Prince. Era polí­glota, dom­i­nan­do cua­tro idiomas: Neer­landés, francés, inglés, papi­a­men­to y español.

Durante su mat­ri­mo­nio, vivió en el cas­co cen­tral de Bar­quisime­to, en la car­rera 18, dedicán­dose al atrac­ti­vo arte de la pastel­ería y dul­cería, com­bi­nan­do en sus man­jares ambas cul­turas. Aún en la ciu­dad hay quienes recuer­dan los ricos dul­ces de doña Elena.

En 1908, durante la recep­ción del gen­er­al Cipri­ano Cas­tro, Pres­i­dente de la Repúbli­ca, en su visi­ta a Bar­quisime­to para cono­cer los avances del nue­vo tramo fer­ro­car­rilero, don Emilio fue nom­bra­do rep­re­sen­tante ofi­cial de la Com­pañía del Fer­ro­car­ril Bolívar.

Cua­tro años más tarde, sien­do jefe de estación en Bar­quisime­to, y debido a repeti­das dili­gen­cias real­izadas ante el poder cen­tral, don Emilio fue autor­iza­do para empren­der la siem­bra de sisal en la pos­esión El Cují, impor­tan­do así, des­de la Penín­su­la de Yucatán, Méx­i­co, las primeras semi­l­las de esta plan­ta, con­vir­tién­dose en el padre de este cul­ti­vo en el país.

Desta­can de derecha a izquier­da, Julia Ele­na ‘Yuya’ Jou­bert León de Yepes Gil, Hele­na Ade­lai­da Prince de Jou­bert (madre de don Emilio), Emilio Jou­bert Prince; sen­ta­dos: Edgar Yepes Gil Jou­bert y Bey­la Yepes Gil Jou­bert, hijos de don Cruz María Yepes Gil y doña Yuya

En un min­u­cioso informe de su autoría sobre las ven­ta­jas del fomen­to del sisal, apun­tó lo sigu­iente: “Este es, bajo todos los aspec­tos, el cul­ti­vo más apropi­a­do para ter­renos tales como los de El Cují. Esta plan­ta puede desar­rol­larse bajo cir­cun­stan­cias que ningu­na otra podría sopor­tar. Después de la siem­bra puede aguan­tar el mejor ver­a­no sin pere­cer y requiere muy poca aten­ción para subsistir”.

El 8 de julio de 1913, don Emilio acus­a­ba reci­bo de las primeras 5.000 plan­tas (trans­portadas en el Fer­ro­car­ril Bolí­var), ini­cian­do así el cul­ti­vo del sisal en Venezuela, que con el tran­scur­rir de los años, ha venido a ser una indus­tria impor­tante, espe­cial­mente en el esta­do Lara, donde hoy se cul­ti­van más de 25 mil­lones de plan­tas, y existe una com­pañía para la elab­o­ración de sacos, además de una cordel­ería, que es la más mod­er­na del país. Hoy en día el área de cul­ti­vo del sisal se redu­jo en más del 85% y las empre­sas, indus­tri­ales y arte­sanales han mer­ma­do o migraron a otros sis­temas de producción.

Don Emilio Jou­bert fal­l­e­ció en Bar­quisime­to el 10 de sep­tiem­bre de 1935, y doña Ele­na León Prince, le sobre­vivió 39 años, ocur­rien­do su dece­so tam­bién en Bar­quisime­to en 1974. Ambos con­struyeron una famil­ia de sóli­dos prin­ci­p­ios, gen­erosa y com­pro­meti­da con el desar­rol­lo del estado.

Foto de por­ta­da: Elene Fran­coise León Prince y Emile Hip­poli­jte Jou­bert en una estam­pa de prin­ci­p­ios del siglo XX, real­iza­da en Curazao, por el estu­dio fotográ­fi­co Sou­blette et Film

Fotos: Archi­vo de José Miguel Bermúdez Castillo/Diario EL IMPULSO

Fuente: Cen­tro Inter­no de Doc­u­mentación del Diario EL IMPULSO: El cul­ti­vo del sisal: el oro verde del siglo XX. Car­los Eduar­do López Fal­cón 10 de sep­tiem­bre de 2017
Enci­clo­pe­dia Larense geografía, his­to­ria y lengua­je del esta­do Lara. Rafael Domin­go Sil­va Uzcátegui. Ter­cera edi­ción Cara­cas, 1981
Dic­cionario Históri­co, Geográ­fi­co, Estadís­ti­co y Biográ­fi­co del Esta­do Lara. Telas­co Mac-Pher­son. Bar­quisime­to 1883

Pub­li­ca­do en Diario EL IMPULSO 

Tuit Emilio Jou­bert y Ele­na León, pub­li­ca­do en Diario EL IMPULSO

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Un comentario en «Emilio Joubert y Elena León, actores del progreso en Lara y de la foto más romántica de la época»

  • Buenos dias! este artic­u­lo esta suma­mente intere­sante, sobreto­do porque mi abue­lo JOHAN JOUBERT, era pri­mo de Emilio. Estoy tratan­do de bus­car may­or infor­ma­cion para com­ple­tar mi arbol genealogi­co. Como puedo con­tac­tarte, ten­go inclu­so unas fotos de esa epoca que nece­si­to iden­ti­ficar. Muchas gra­cias de ante­mano por tu colabotacion

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