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El Puente Bolívar y la Plaza Lara

 

Carlos Eduardo López
Fototeca de Barquisimeto


En 1806 aparece en las Rentas Reales a cargo de Don José Álamo, haber recibido mil quinientos cuarenta pesos para la construcción del puente de la Santísima Trinidad (carrera 17 entre 21 y 22), donde al parecer ya existía una pasarela de madera por donde se transitaba. Fue una de las primeras obras de ornato y estructurales que se edificaron el Barquisimeto. 

 
En 1821, el pueblo con­fec­cionó un arco alegóri­co sobre el cual pasó El Lib­er­ta­dor Simón Bolí­var durante su visi­ta a esta ciu­dad. De allí en ade­lante los par­ro­quianos bau­ti­zaron la esquina con el nom­bre de “Arco de Bolí­var”. A la repa­triación de los restos del Lib­er­ta­dor se bau­tizó con el nom­bre de éste. A medi­a­dos del s. XIX el puente fue arrastra­do por una cre­ciente y durante años volvió a la estruc­tura de madera. 
 
Hubo de esper­ar has­ta finales del s. XIX durante el manda­to del Gen­er­al Jac­in­to Fabri­cio Lara, hijo del prócer, quien recon­struyó el puente en for­ma de arco de ladrillo y piedra y sem­bró una gran arbole­da en los alrede­dores para pro­te­ger las nacientes de agua que de allí man­a­ban. Esta siem­bra de árboles que abar­có la plaza Bolí­var (actu­al plaza Lara). Durante el manda­to de Jac­in­to Fabri­cio Lara se con­struyó otra mod­er­na obra de urban­is­mo: el Mer­ca­do Públi­co, tam­bién lla­ma­do “de las cien puer­tas”, con­sid­er­a­do una de las obras públi­cas de may­or belleza del país. Este mer­ca­do per­manecería acti­vo por largo tiem­po y fue demoli­do en la déca­da de 1950 para dar paso al actu­al Edi­fi­cio Nacional. 
 
El puente Bolí­var y la plaza Bolí­var fueron remod­e­la­dos en 1907 por el Gen­er­al San­ti­a­go Briceño; refac­cionó el puente de Cal­i­can­to y a los lados con­struyeron dos ban­cos lar­gos donde los citadi­nos solían sen­tarse a con­ver­sar. Según tes­ti­mo­nios que recoge el cro­nista Ful­gen­cio Orel­lana, en la parte baja del puente existieron unos baños con agua prove­nientes de man­an­tiales que desa­parecieron en 1915 pro­duc­to de las aguas resid­uales del cuar­tel de policía y cole­gios veci­nos. En la Plaza se lev­an­tó un mon­u­men­to en for­ma cir­cu­lar destacán­dose en el cen­tro un bus­to del Lib­er­ta­dor y alrede­dor de éste los de Páez, Lara, Giménez, Irib­ar­ren y Cedeño. El her­mosísi­mo mon­u­men­to que adorn­a­ba la Plaza Lara fue demoli­do durante la gestión del Gen­er­al Lino Díaz, hijo en 1937.
 
En 1931 por Decre­to del Gen­er­al Eusto­quio Gómez, Pres­i­dente del Esta­do Lara, muda la Plaza Bolí­var y la nom­bra Plaza Lara, a la antigua Plaza Miran­da (actu­al Plaza Bolívar). 
 
En 1946 sien­do Gob­er­nador del esta­do el Dr. Eli­gio Anzo­la Anzo­la real­izó el saneamien­to de la zona: con­du­jo las aguas servi­das. Embauló las cloa­cales y dirigió grandes esfuer­zos por la recu­peración de tan impor­tante espa­cio. En su segun­do perío­do de gob­ier­no con­struyó el par­que “San Juan Bautista de La Salle”, aprovechó las nacientes de agua y con­struyó estanques y fuentes lumi­nosas y una Con­cha Acús­ti­ca, como tam­bién se le conoce, para concier­tos al aire libre y cua­tro­cien­tos met­ros de camin­erías de la car­rera 17 has­ta la aveni­da Uruguay. 
 
Frente a la Plaza Lara existe la casa que perteneció a la famil­ia Sil­veira que según cróni­cas fue una de las pocas que resis­tió el ter­re­mo­to de 1812 y quizá la más antigua de Bar­quisime­to. Exis­tió la casa de las Mapo­ras, res­i­den­cia del Dr. Eliodoro Pine­da, demol­i­da para con­stru­ir un esta­cionamien­to, aho­ra un auto lava­do. Exis­tió un Con­ven­to Fran­cis­cano que se extendía en la acera oeste, en espa­cios que hoy ocu­pa el Cen­tro de His­to­ria Larense y varias residencias. 
 
Tam­bién el Cole­gio Dioce­sano, cuya con­struc­ción con­ser­va cier­ta sin­cronía con el espa­cio que debería rep­re­sen­tar la zona: ini­cios del s. XIX. Hoy obser­va­mos el aban­dono latente en muchas de las edi­fi­ca­ciones en ruinas o a pun­to de der­rum­barse y una afanosa voraci­dad urbana que devo­ra los esca­sos tes­ti­mo­nios arqui­tec­tóni­cos de carác­ter pat­ri­mo­ni­al que con­ser­va la ciudad. 
 
El Cen­tro de His­to­ria de Bar­quisime­to cuen­ta con una declara­to­ria como Zona de Val­or Históri­co, según decre­to Pres­i­den­cial pub­li­ca­do en Gac­eta Ofi­cial No. 32.712 de 26 de abril de 1983, emi­ti­da con el obje­to de val­o­rar y preser­var las car­ac­terís­ti­cas históri­c­as, arqui­tec­tóni­cas y urbanas más rep­re­sen­ta­ti­vas de la ciu­dad. ¿Quién vela por el pat­ri­mo­nio que a vista de todos se desmorona? 
 
Pub­li­ca­do en Diario EL IMPULSO sába­do 11 de mayo de 2013 p. B1.

CorreodeLara

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