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La Divina Pastora recorrió calles de Cabudare

Luego de la con­cur­ri­da eucaristía de las insti­tu­ciones educa­ti­vas públi­cas veci­nas a la par­ro­quia ecle­siás­ti­ca San Juan Bautista de Cabu­dare, la ima­gen fue saca­da en hom­bros de habi­tantes, pro­fe­sores y estu­di­antes uni­ver­si­tar­ios has­ta el fron­tis del tem­p­lo, para ser alaba­da por el pueblo que aguard­a­ba en las afueras.

La pro­fe­so­ra Ana Suárez señaló que en la misa par­tic­i­paron “muy con­tentos” unos 450 alum­nos de los plante­les Val­more Rodríguez, José Félix Ribas, preesco­lar mon­señor José Anto­nio Ponte y el Grupo Esco­lar Eze­quiel Bujanda.

Durante la san­ta misa, el padre Jesús Lárez, quien ofi­ció la eucaristía con sin­gu­lar ped­a­gogía para man­ten­er a los niños aten­tos, dis­pen­só un salu­do frater­no a EL IMPULSO, “medio de comu­ni­cación que hace posi­ble la masi­fi­cación de la infor­ma­ción, espe­cial­mente la de Palave­ci­no. Para este per­iódi­co cen­te­nario pido un gran aplau­so”, dijo con entusiasmo.

Al final la misa, el padre Juan Bautista Briceño, pár­ro­co de ese tem­p­lo, invitó a los niños entonar el him­no de la Div­ina Pas­to­ra, el cual se escuchó con estruendo.

Vis­itó las insti­tu­ciones de salud
El pere­gri­na­je de la Div­ina Pas­to­ra ini­ció a las 10:45 de la mañana cuan­do sal­ió del Bule­var Socor­ro Meza que divide la Plaza Bolí­var de Cabu­dare y el tem­p­lo matriz.

La ima­gen bajó has­ta El Pal­mar por la calle Domin­go Mén­dez, has­ta el Reg­istro Públi­co y Capil­la San José con paradas en ambos sitios para un cor­to homenaje.

Des­de allí, acom­paña­da de veci­nos, celadores, docentes y los dos sac­er­dotes antes men­ciona­dos, la Vir­gen par­tió por la aveni­da Tara­bana, has­ta la sede del Hos­pi­tal Internacional.

En este cen­tro de salud, el doc­tor Raúl Aular, acom­paña­do del per­son­al médi­co, de enfer­mería, admin­is­tra­ti­vo, entre otros, le trib­u­taron un sen­ti­do hom­e­na­je a la ima­gen, con una pequeña eucaristía, ofren­das y final­mente la ben­di­ción a los enfer­mos por parte del pres­bítero Briceño.

A través de la aveni­da La Mon­tañi­ta, la Pas­to­ra de Almas recor­rió una parte de Las Mer­cedes has­ta el Ambu­la­to­rio Don Felipe Ponte de Cabu­dare, a donde llegó entre el estru­en­do de las sire­nas de las ambulancias.

Los obreros de la nue­va edi­fi­cación aplaudieron la entra­da de la ima­gen que fue recibi­da por todo el per­son­al de esa insti­tu­ción pública.

Una misa fue cel­e­bra­da frente a la Emer­gen­cia del recin­to asis­ten­cial y varias doc­tor­as y enfer­meras leyeron peti­to­rios en favor de los enfer­mos y las parturientas.
Históri­co encuentro
A las doce del mediodía, con un sol radi­ante, el padre Lárez dirigió la cam­i­na­ta por la aveni­da La Mata has­ta la casona de la Hacien­da Las Mer­cedes, para el históri­co encuen­tro entre la Div­ina Pas­to­ra y la ima­gen de San­ta Bár­bara, que aguardó frente a la antiquísi­ma capil­la en refacciones.

Para muchos tes­ti­gos del hecho históri­co fue de suma ale­gría, quienes ala­ban­do el encuen­tro con can­tos gre­go­ri­anos, se hicieron acom­pañar de muchos niños y ancianos.
Paz para Venezuela
Para Yolai­da Men­doza, veci­na de San­tos Borgel, la lle­ga­da de la Div­ina Pas­to­ra a la Capil­la San­ta Bár­bara es un hito.
‑Lo que esta­mos pres­en­cian­do es históri­co, nun­ca había suce­di­do, pues San­ta Bár­bara sale sola­mente de la capil­la cada 4 de diciem­bre, sub­rayó entre lágrimas.

Estoy con­ven­ci­da, prosigu­ió Men­doza, que este acon­tec­imien­to le traerá la paz a Venezuela. Para nosotros los cabu­dareños es lo más grandioso, sen­ten­ció sin dejar de obser­var a ambas imágenes.
Atavi­a­da de flores
La ima­gen lucía un her­moso vesti­do col­or ladrillo con mar­gar­i­tas bor­dadas y flo­res azules rey, sur­cadas de ramil­letes de oli­vo y hojas verde aceituna.

El Niño Jesús, vestía un tra­je con iguales car­ac­terís­ti­cas y unos escarpines del­i­cada­mente bordados.

Todo el recor­ri­do de la vir­gen fue dec­o­ra­do con pal­mas, glo­bos celestes y blan­cos, y en algunos sitios pan­car­tas de bienvenida.

Las damas, en su may­oría vestían franelas con estam­pa­do de la Vir­gen y muchas gor­ras mostra­ban la ima­gen en arte ingenuo.

Escrito por Luis Alber­to Per­o­zo Padua/ Fotos:Luis Alber­to Per­o­zo Padua

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