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El templo San José de Barquisimeto destruido y en ruinas desde su construcción

Luis Alber­to Per­o­zo Padua
Peri­odista


El pavor se apoderó de la ciudad. El estruendoso sonido producido por las edificaciones y el rugido del poderoso movimiento telúrico debajo del suelo, estremecieron a los habitantes de Barquisimeto y las poblaciones vecinas aquel 26 de marzo de 1812.   

La igle­sia de San José, situ­a­da en la calle Juares (calle 25), fue una de los edi­fi­cios que se vino aba­jo con la mis­ma inten­si­dad del mortífero ter­re­mo­to. La ciu­dad entera quedó envuelta en una nube de pol­vo, gri­tos deses­per­a­dos y hor­rip­i­lantes lamentos.

Reduci­da a espan­tosos recuer­dos y a una mon­taña de escom­bros, quedó por muchos años el ves­ti­gio de esta igle­sia. Más tarde, con el tran­scur­rir de las décadas, fue pau­lati­na­mente recon­stru­i­da, des­de sus cimien­tos, parte de su infraestructura.

Tem­p­lo de San José de Bar­quisime­to, años 40. Foto Chávez Chávez

En 1925, el obis­po Ague­do Felipe Alvara­do, entregó lo que qued­a­ba del tem­p­lo a los misioneros reden­toris­tas, que habían sido expul­sa­dos de Méx­i­co por la rev­olu­ción. El obis­po cono­ció a esta logia en España y los invitó a venir a Venezuela e insta­larse en el tem­p­lo de San José, en donde se cele­bró por muchos años, las fies­ta de Las Posadas, even­to que se real­iz­a­ba antes de la Navidad.

San José como par­ro­quia, fue crea­da por decre­to el 2 de agos­to de 1964, aun cuan­do su con­struc­ción ya esta­ba en pie a prin­ci­p­ios del siglo XIX. Es uno de los tem­p­los más antigu­os de Barquisimeto

Reducido a escombros

El pavoroso ter­re­mo­to de mar­zo de 1812, destruyó el eje edi­fi­ca­do entre Bar­quisime­to y San Felipe, y varias cor­re­spon­den­cias de la época nos ilus­tran lo dramáti­co de aquel even­to nat­ur­al que redu­jo a escom­bros casas y templos.

El cléri­go Juan Fran­cis­co Mux­i­ca, cura de San­ta Rosa, des­de este pobla­do dirigió una misi­va al obis­po Coll y Prat, el 26 de agos­to en donde le rela­ta el hor­ror y los estra­gos que causó aquel sis­mo en la ciudad.

Tem­p­lo de San José 1894

“Tam­bién diri­jo a V. S. I. la cer­ti­fi­cación de la muerte de los ven­er­a­bles curas rec­tores de la ciu­dad de Bar­quisime­to. Esto está muy des­or­de­na­do, porque el  ter­ri­to­rio alcan­za a doce leguas, más o menos, y las almas a doce mil o más, de las cuales ape­nas pere­cerían como mil,…” y agre­ga un parte de la destruc­ción: “Los tem­p­los que cayeron fueron la Par­ro­quial de la ciu­dad, las fil­iales de Alt­a­gra­cia, Nues­tra Seño­ra de la Paz, no caio; pero quedó arru­ina­da, San Joseph caio has­ta los fun­da­men­tos, y la de Nues­tra Seño­ra de San Juan, y el Con­ven­to de San Fran­cis­co caieron totalmente”. 

Otra car­ta del cura José Anto­nio Vázquez dirigi­da a Coll y Prat, el 25 de sep­tiem­bre de 1812, describe la mag­ni­tud de la destruc­ción del referi­do movimien­to telúri­co: “… el mem­o­rable 26 de mar­zo… la hor­ri­ble catástrofe de aquel día quedó tam­bién aso­la­do el alaba­do tem­p­lo de San José” (de Barquisimeto).

Igle­sia San José de Bar­quisime­to. Foto: Colec­ción Flo­ren­cio Sequera Jiménez

Gestiones para su recostrucción

En el Dic­cionario de Telas­co A. Mac-Pher­son (1883), encon­tramos un intere­sante dato que da cuen­ta de las ges­tiones real­izadas para la recon­struc­ción del majes­tu­oso tem­p­lo de San José de Bar­quisime­to, destru­i­do por un movimien­to telúrico.

“El tem­p­lo de San José, enclava­do en la plaza Bruzual de esta ciu­dad (Bar­quisime­to), que se encon­tra­ba en la más com­ple­ta ruina y aban­dono, ha sido lev­an­ta­do por el esfuer­zo per­se­ver­ante del joven Diá­cono Juan Fal­cón, que con vocación ejem­plar sigue la car­rera ecle­siás­ti­ca y ha real­iza­do esa obra en un cor­to número de meses. El Gob­ier­no del Esta­do, aten­di­en­do a su jus­ta súpli­ca le dio el aux­ilio de que he hecho referencia”.

Inhu­ma­dos en el templo
Entre las famil­ias pre­ocu­padas por el esta­do ruinoso del tem­p­lo de San José, fig­ura­ban los Yepes Piñero, propi­a­mente don Juan Bautista Yepes Piñero y su hijo may­or Juan Bautista Yepes Gil, apor­tan­do gen­erosos dona­tivos para la recon­struc­ción de la der­rui­da infraestruc­tura reli­giosa, por tal razón, muchos años después, como sen­ti­do hom­e­na­je, la Dióce­sis de Bar­quisime­to, decidió inhu­mar los restos mor­tales de ambos caballeros en el tem­p­lo, acto solo reser­va­do para per­son­al­i­dades públi­cas o reli­giosas. Según los inves­ti­gadores Gher­si Gil y Yepes Azpar­ren, autores del libro: La His­to­ria de la famil­ia Gil des­de la época colo­nial, describen que var­ios años después de la muerte de Juan Bautista Yepes Piñero, Bar­quisime­to 10 de febrero de 1915 y de su hijo, ocur­ri­da tam­bién en esta ciu­dad el 16 de mar­zo de 1914, “los féret­ros fueron traslada­dos al tem­p­lo de San José y colo­ca­dos en nichos, situ­a­dos a ambos lados del altar may­or, iden­ti­fi­ca­dos por grue­sas plan­chas de már­mol blan­co. Orig­i­nal­mente sepul­ta­dos en cofres de madera, fueron deposi­ta­dos ‑muchos años después, durante la refac­ción de la igle­sia años‑, bajo el sue­lo del altar may­or.  

Fuente: Dic­cionario Históri­co, Geográ­fi­co, Estadís­ti­co y Biográ­fi­co del esta­do Lara. Telas­co A. Mac-Pher­son, Puer­to Cabel­lo, 1883
El desas­tre de 1812 en Venezuela: sis­mos, vul­ner­a­bil­i­dades y una patria no tan boba. Roge­lio Altez. Fun­dación Empre­sas Polar. Cara­cas, 2006
La His­to­ria de la famil­ia Gil des­de la época colo­nial y su descen­den­cia has­ta hoy. Mar­co Anto­nio Gher­si Gil y José Anto­nio Yepes Azpar­ren. Bar­quisime­to 2013 
Sitio Web CorreodeLara.com 

 

Pub­li­ca­do en Diario EL IMPULSO

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Un comentario en «El templo San José de Barquisimeto destruido y en ruinas desde su construcción»

  • Que bue­na his­to­ria de la ciu­dad. Este mate­r­i­al está muy bueno para hac­er un pro­gra­ma, Saludos

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