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Los Ponte una familia de abolengo en Cabudare

 

En un reciente hallazgo en el Archivo Histórico Municipal de Palavecino, se encontró parte del árbol genealógico de la familia Ponte, así como otros documentos que testifican su actuación en predios de Cabudare.

 
Los lega­jos rev­e­lan que la inves­ti­gación la ini­ció el cro­nista y peri­odista Her­mann Gar­men­dia, y fueron pub­li­ca­dos en su colum­na El Camino y El Espe­jo del Diario EL IMPULSO, en 1968, en donde abor­da con pro­fun­di­dad el arri­bo de los Ponte a Venezuela en el siglo XVI.
 
Como dato trascen­den­tal Gar­men­dia indi­ca que los Ponte se establecieron orig­i­nal­mente en Coro y en los llanos de Casanare, que al dividirse la Gran Colom­bia, el ter­ri­to­rio pasó a for­mar parte del her­mano país.
 
Men­ciona Gar­men­dia, en su artícu­lo con méto­do regre­si­vo, que la famil­ia Ponte esta­ba rela­ciona­da con ‘ilus­trísi­mas per­son­al­i­dades vene­zolanas de la tal­la de Euge­nio Men­doza y Vicente Emilio Sojo’.
 

La herencia 

 
Cen­tra su artícu­lo Gar­men­dia en la heren­cia de esta famil­ia que para 1965, por dis­posi­ción de un tri­bunal de Cara­cas, fecha­do el 21 de enero, entre los Ponte de Venezuela van a dis­tribuir la can­ti­dad de 35 mil­lones de bolí­vares por la expropiación de pre­dios “para obras de interés colec­ti­vo”, que otro­ra, en la Colo­nia, eran sem­bradíos de cacao  ubi­ca­dos en el esta­do Miran­da, veci­nos a la Que­bra­da de Taguaza.
 
Los dos per­son­ajes antes cita­dos -Euge­nio Men­doza y Vicente Emilio Sojo‑, son herederos de María Euse­bia y Petron­i­la de Ponte, abuela del Libertador.
 
 
Lo intere­sante de los artícu­los de Gar­men­dia es que coin­ci­den con lo ano­ta­do por el his­to­ri­ador cabu­dareño José Ramón Brito, pues los primeros Ponte vinieron de Tener­ife, y que por ese ori­gen del pueblo de Vil­la La Flor, en aque­l­la isla, se vin­cu­laron tam­bién a Simón Bolí­var.
 
Gar­men­dia escribe que en 1941, Wal­te­rio Pérez ‑descen­di­ente direc­to de don Pedro de Ponte Andrade Jaspe y Montenegro‑, recon­struyó todas las ramas de la antigua par­entela para efec­tos de la liq­uidación de la heren­cia deja­da por el remo­to famil­iar, quien otor­gara tes­ta­men­to en 1716, murien­do al sigu­iente día.
 

Se establecieron en Cabudare

 
Gar­men­dia remar­ca que el apel­li­do Ponte -orig­i­nario de Cabu­dare, habían lle­ga­do a Venezuela en 1595 y se enlazarían en orden mat­ri­mo­ni­al con los prog­en­i­tores del futuro Libertador.
 
Tra­jeron al valle caraque­ño los primeros árboles fru­tales de los viveros españoles, ini­cian­do una for­tu­na como agricul­tores.
 
El primer Juan de Ponte y León que vino a Cabu­dare, se ubicó en una hacien­da hacia el sitio de Los Cristales, pos­e­siones del hoy munici­pio Simón Planas.

 

Juan de Ponte
Para 1818, algunos doc­u­men­tos rev­e­lan que don Juan de Ponte, aparece donan­do parte de sus pre­dios para estable­cer parte del poblamien­to de Cabudare.
 
Esta famil­ia Ponte de Cabu­dare, así como en toda Venezuela, se vin­cu­laron estrechamente a la igle­sia católica.
 
“El nobil­iario apel­li­do pre­sen­tó a la Coro­na estimables ser­vi­cios: incre­men­taron el catoli­cis­mo, pro­te­gieron económi­ca­mente las insti­tu­ciones reli­giosas ‑cofradías, conventos‑, ocu­paron car­gos públi­cos impor­tantes por lo que inter­vinieron en el orden colo­nial apor­tan­do hom­bres ilustra­dos. La famil­ia Ponte navegó en la riqueza y el poder social de su históri­co entonces”, señala Garmendia.
 
Entre los Ponte de Cabu­dare trascendieron como hijos ilus­tres: el doc­tor Juan de Dios Ponte, quien gob­ernó la Provin­cia de Bar­quisime­to en 1837 por designio del Gob­ier­no Nacional, has­ta diciem­bre de 1841.
 
Don Eurípi­des Ponte Hernán­dez, que ocupó car­gos como pres­i­dente del Con­ce­jo Munic­i­pal, con­ce­jal en var­ios peri­o­dos, síndi­co y sec­re­tario de la Cámara Munic­i­pal, entre otros puestos de rel­e­van­cia en donde pudo impul­sar el pro­gre­so de la ciudad.
 
Asimis­mo está Noemí Ponte, estudió para ser mon­ja en La Guaira, real­izan­do labores de maes­tra de muy joven.
 
Don Felipe Ponte, epón­i­mo del Ambu­la­to­rio de Cabu­dare, fue el prin­ci­pal enfer­mero de esta ciu­dad, real­izan­do labores de médi­co con notable peri­cia en los sitios más aparta­dos de la enti­dad local
 
Tam­bién fue pres­i­dente del Con­ce­jo Munic­i­pal en dos opor­tu­nidades, con­ce­jal y síndi­co procurador.
 
Como el más desta­ca­do de los Ponte de Cabu­dare, fig­u­rará el prela­do y doc­tor José Anto­nio Ponte, sex­to arzo­bis­po de Venezuela y diputa­do al Con­gre­so nacional en la época de la ter­ri­ble hege­monía de los Monagas.
 

Luis Alber­to Per­o­zo Padua

Foto de por­ta­da: Don Juan de Dios Ponte, naci­do en Cabudare

Fuente: José Ramón Brito. Gob­er­nantes del esta­do Lara 1552–1977. p. 73

CorreodeLara

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