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Carlos Andrés Pérez, ese hombre sí camina

Carlos Andrés Pérez nació el 27 de octubre de 1922 en Vega de la Pipa, jurisdicción de Rubio, Táchira, y fue el penúltimo de 12 hermanos

CAP provi­no de una famil­ia muy rela­ciona­da con el cul­ti­vo del café. Su padre además fue dueño de  una fre­cuen­ta­da bot­i­ca (far­ma­cia).
 
En su niñez, Car­los Andrés Pérez doma­ba cabal­los y com­partía a menudo con jor­naleros de «La Argenti­na» la hacien­da de su padre.
 
En su juven­tud, CAP fue repar­tidor de telegra­mas y del per­iódi­co «El Tiem­po» de Bogotá.
 
Al morir su padre, CAP se trasla­da a Cara­cas y comien­za estu­dios en el Liceo Andrés Bel­lo. Muy pron­to conoce a Rómu­lo Betancourt.
 
En 1944, CAP se inscribió en la Uni­ver­si­dad Cen­tral de Venezuela, e inmedi­ata­mente se con­vierte en líder del par­tido Acción Democráti­ca. Sin embar­go, no finalizaría sus estu­dios.
 
CAP con­tra­jo nup­cias en 1948 con su pri­ma her­mana Blan­ca Rodríguez, cuyo amor había empeza­do casi en la niñez.
 
CAP for­mó parte de «La Resisten­cia» con­tra el dic­ta­dor Mar­cos Pérez Jiménez y dirigió varias acciones para debil­i­tar la dictadura.
 
En 1948, luego del golpe mil­i­tar, CAP es detenido en Mara­cay cuan­do intenta­ba insta­lar un gob­ier­no de emer­gen­cia encabeza­do por Raúl Leoni, Gon­za­lo Bar­rios, Val­more Rodríguez y Edmun­do Fernández,
entre otros.
 
En el 49, poco después del golpe de Esta­do a Rómu­lo Gal­le­gos, CAP se exil­ia en la Habana y
tra­ba­ja al lado de Rómu­lo Betancourt.
 
Según el his­to­ri­ador Car­los Alari­co Gómez, ini­cian­do los suce­sos del 18 de octubre de 1945, CAP creyó que
esta­ban dirigi­dos por Eleazar López Con­tr­eras y orga­nizó a los estu­di­antes para defend­er el gob­ier­no de Isaías Med­i­na Angari­ta. Su sor­pre­sa fue grande con Luis Bel­trán Pri­eto le advir­tió «los ade­cos esta­mos meti­dos has­ta aquí».
 

CAP y Betancourt

Durante el gob­ier­no de Rómu­lo Betan­court, CAP fue el encar­ga­do de dar la ver­sión ofi­cial sobre las acciones con­tra las guerrillas.
 
Según J. A. Oli­var, Rómu­lo Betan­court rep­re­senta­ba para Car­los Andrés Pérez «una especie de guía voca­cional».
 
A juicio de Manuel Caballero, entre CAP y Rómu­lo Betan­court se for­mó una relación de «amor-odio» que llegó a dividir a Acción Democrática.
 
J. A. Oli­var, apun­ta que Rómu­lo Betan­court se enfren­tó a «las locuras que se esta­ban come­tien­do» en el primer gob­ier­no de CAP.
 
Car­los Andrés Pérez ocupó la sil­la pres­i­den­cial en 3 oca­siones. La primera fue en 1963 cuan­do Betan­court sal­ió del país por una gira.
 
En el gob­ier­no de Betan­court, CAP fue acu­sa­do de asesinatos y tor­turas, por casos como la muerte del líder de la Juven­tud Comunista.
 

Los días de CAP

En 1969, Car­los Andrés Pérez ini­cia una relación román­ti­ca con Cecil­ia Matos, la cual se afi­an­zará con el tiempo.
 
Durante su primera pres­i­den­cia, Car­los Andrés Pérez se nom­bró «líder del Ter­cer Mun­do» y recor­rió var­ios país­es de Améri­ca, Europa y Asia.
 
Gon­za­lo Bar­rios opinó que en 1989, CAP tenía un pro­gra­ma de gob­ier­no dis­tin­to al de AD, plan­i­fi­ca­do por tec­nócratas liberales.
 
«Ese hom­bre sí cam­i­na» fue el jin­gle que ideó José Enrique “CheliqueSara­bia para Car­los Andrés Pérez cuan­do se lanzó a Pres­i­dente por primera vez.

 

Toma de pos­esión de CAP el 2 de febrero de 1989
Con el eslo­gan «El gocho pal’ 88», Car­los Andrés Pérez ganó las elec­ciones de 1988 con el 52,91% de los votos.
 
En el segun­do gob­ier­no de CAP, se pro­mul­gó la Ley que per­mitía la elec­ción pop­u­lar de alcaldes y gobernadores.
 
Once días después de las refor­mas económi­cas de Car­los Andrés Pérez en febrero de 1989, se pro­du­jo el Cara­ca­zo.
 
Poco después de comen­zar su segun­do gob­ier­no, parte de la diri­gen­cia ade­ca se declaró opos­i­to­ra a Car­los Andrés Pérez. 
 
El segun­do gob­ier­no de CAP hizo pro­gra­mas des­ti­na­dos para las clases de menos recur­sos como becas ali­men­ta­rias y aumen­to de sueldos.
 
Caldera ame­nazó con acud­ir a la Corte Supre­ma si el senador Octavio Lep­age AD, pasa­ba más de un mes en la pres­i­den­cia pro­vi­sion­al en 1993.
 
Car­los Andrés Pérez fue enjui­ci­a­do por malver­sación de Bs. 250 mil­lones con el fin de ayu­dar a con­sol­i­dar la democ­ra­cia en Nicaragua.
 
El 30 de mayo de 1996 la Corte Supre­ma de Jus­ti­cia con­denó a CAP a 2 años y 4 meses de arresto domi­cil­iario por malver­sación de fondos.
 
Car­los Andrés Pérez fue el primer Pres­i­dente vene­zolano elec­to democráti­ca­mente que fue sep­a­ra­do del poder por una orden judicial.
 
El 25 de diciem­bre de 2010 muere Car­los Andrés Pérez, a los 88 años de edad, en el Mer­cy Hos­pi­tal de Mia­mi.
 

Visto por los historiadores

Para J. A. Oli­var, Car­los Andrés Pérez en su primer gob­ier­no poseía un «exager­a­do poder personal».
 
En 1973, Car­los Andrés Pérez «rev­eló sus dotes histrióni­cas para hac­erse de un elec­tora­do insat­is­fe­cho», (J. A. Olivar).
 
CAP recibió «car­ta
blan­ca» para «aplas­tar» las con­spir­a­ciones de la «extrema derecha» durante el
gob­ier­no de Betan­court (J. Olivar). 
 
«Pro­vis­to de una boti­ja llena de petrodólares… [CAP] encon­tró cam­po fér­til para el pop­ulis­mo y la dem­a­gogia». J. Olivar.
 
La cor­rup­ción y el rega­lo de dinero y bienes a otros país­es fueron algu­nas de las acusa­ciones al primer gob­ier­no de CAP, ano­ta C. A. Gómez.
 
Para C. A. Gómez, el primer gob­ier­no de CAP tuvo impor­tantes logros como el pro­gra­ma de becas Gran Mariscal de Ayacucho.
 
Durante el primer gob­ier­no de CAP, la denom­i­na­da «Venezuela sau­di­ta» se endeudó «enorme­mente» para costear los proyec­tos, sostiene A. Blanco.
 
La políti­ca de pleno empleo y la creación de la Bib­liote­ca Ayacu­cho fueron aspec­tos pos­i­tivos del primer gob­ier­no de CAP, reg­is­tra C. A. Gómez.
 
Al ser des­ti­tu­i­do de la pres­i­den­cia, CAP no recibió la sol­i­dari­dad de sus com­pañeros de par­tido, escribe A. Blan­co Muñoz.
 
Asien­ta A. Blan­co Muñoz, la caí­da de CAP es propia de un pro­ce­so sig­na­do por el fra­ca­so y el ago­tamien­to de la democracia.
 
Según A. Blan­co Muñoz, CAP cal­i­ficó a la soledad que vivió en 1993 como «una for­ma inde­seable de morir».
 
La «muerte políti­ca» de Car­los Andrés Pérez pone «al desnudo una democ­ra­cia de papel», señala A. Blan­co Muñoz.
 

CAP por sí mismo

«(…) hoy, en 1994, no me sien­to que haya atrav­es­a­do “Cien años de Soledad”». Car­los Andrés Pérez respon­di­en­do a Gabriel Gar­cía Márquez.
 
«Hay que eval­u­ar y sacar las cuen­tas de lo que hemos hecho y de lo que esta­mos oblig­a­dos a hac­er». Car­los Andrés Pérez.
 
«Todos con­tribuimos a der­rum­bar la democ­ra­cia rep­re­sen­ta­ti­va que teníamos en medio de fal­las y acier­tos». Car­los Andrés Pérez.
 
Car­los Andrés Pérez man­tu­vo en varias oca­siones que no regre­saría a Venezuela mien­tras estu­viera gob­er­nan­do Hugo Chávez.
 

Luis Alberto Perozo Padua

Fuente: GÓMEZ, Car­los Alari­co (2011) «Opor­tu­nidad y con­flic­to». Revista «Todo lo que ust­ed debe saber Sobre». Grupo Edi­to­r­i­al Macpecri. Caracas
 

CorreodeLara

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Un comentario en «Carlos Andrés Pérez, ese hombre sí camina»

  • El hom­bre prom­ete has­ta que la mete, y después de haber meti­do, nada de lo prometido.

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