La Divina Pastora, una remota devoción
Luis Alberto Perozo Padua
Periodista
Durante los rezos populares en las calles de la Sevilla de 1703, el padre Isidoro aprovechaba la ocasión para predicar en honor a la Virgen. Allí se inicia el culto a la Virgen Divina Pastora, según antiguos pergaminos de cronistas de la época añeja.
Su inspiración tuvo origen en un sueño o una visión, según los historiadores, y cierto día por la mañana, junto a un hermano, contrató a Miguel Alonso de Tovar, reconocido artista de la escuela pictórica sevillana, para que le fabricara un lienzo el cual plasmó en detalles:
J. B de Ardales escribe que dos meses tardó el pintor en ejecutar el lienzo, al cual el padre Isidoro le colocó por título “Pastora Coronada”, “Pastora Asumpta”, “Pastora de Almas”.

Aprovechando la fiesta de la Natividad de la Virgen, Isidoro sacó a la procesión de Sevilla el lienzo montado en un estandarte realzado con guirnaldas de flores y cintas. La Virgen Pastora de Almas con su nuevo atavío salió de la iglesia de San Gil precedida de una cruz alumbrada con faroles y dos filas de hombres que marcaban el paso. El clero la rodeaba y detrás iban los músicos y el coro de mujeres. La procesión llegó a la Alameda de Hércules repleta de gente.
Adquirida en Sevilla
Los conquistadores y misioneros fueron los primeros en traer de España imágenes sagradas para las distintas advocaciones, con diversos propósitos, uno de los cuales eran las pacificaciones, práctica sustentada en el ordenamiento jurídico vigente “… con el empeño importar tallas para dotar a las iglesias y fomentar los cultos”.
La imagen de la Divina Pastora, posiblemente fue adquirida entre 1715 y 1724, traída de Sevilla, España, porque en esos años la propagación del apostolado pastoril de la Virgen se encontraba en plena expansión y se acostumbraba a importar las imágenes religiosas.
En una caja de madera

Según descripción de la talla, la Divina Pastora es una imagen de vestir, articulada, con apariencia de maniquí. La cara, las manos y los pies tallados en madera están recubiertos de yeso y pintados. Los brazos y las piernas son listones de madera coloreados de azul. Las articulaciones están sujetas con clavos y el torso también es de madera.
La imagen lleva una larga cabellera y un vestuario completo, que le dan una expresión muy hermosa y natural. Existe la hipótesis que la imagen llegó desarmada en una caja de madera para facilitar su traslado. Trajo por separado la cabeza, los pies y las manos, y localmente se hizo la armazón del cuerpo en madera.
Fuente: J. B D. Ardales. La Divina Pastora y el Barquisimeto. Sevilla 1949
María Matilde Suárez y Carmen Bethencourt. La Divina Pastora, Patrona de Barquisimeto
Archivo del Diario EL IMPULSO 1950–1980
Divina Pastora en Imágenes
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La procesión de la Divina Pastora es una de las más coloridas tradiciones religiosas venezolanas |
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Excelsa Patrona de los larense, 1986. Nótese el cabello lacio |
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Procesión de la Divina Pastora, década de 1950 |
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Divina Pastora de principio de siglo XX |
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Excelsa Madre 1969 |
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Procesión de la Pastora de Almas. Años 50 |
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Divina Pastora. Años 90 |