La cabeza de Lope de Aguirre

Omar Garmendia
Cronista y escritor

Muchas páginas de historia se han escrito sobre la cruenta travesía recorrida por el irrefrenable conquistador Lope de Aguirre desde el Perú por el río Marañón o Amazonas


Itin­er­ario segui­do por Lope de Aguirre des­de San­ta Cruz de Capoc­o­var, en Perú, (1560) has­ta Bar­quisime­to en Venezuela (octubre de 1561). Mapa de la obra de Cas­to Ful­gen­cio López Lope de Aguirre el Pere­gri­no, apel­l­i­da­do el Tira­no. Primer caudil­lo lib­er­tario de Améri­ca. His­to­ria de su vida haz­a­ñosa y de su muerte traido­ra (Cara­cas, 1947)

Lle­ga a las tran­quilas costas de la isla de Mar­gari­ta en Venezuela un lunes por la tarde del 20 de junio de 1561 y des­de allí ini­cia la ter­rí­fi­ca mor­tan­dad de indios y cris­tianos has­ta caer abati­do en Nue­va Segovia de Bar­quisime­to el lunes 27 de octubre de 1561.

El lla­ma­do Tira­no Aguirre y su gente, los marañones, todos arcabuceros, lle­gan a Nue­va Segovia de Bar­quisime­to el 22 de octubre de 1561, con ban­dera negra ribetea­da con dos espadas san­gri­en­tas cruzadas. Al lle­gar se con­sigue con el capitán gen­er­al Gutierre de la Peña y sus tropas que lo esta­ban aguardan­do sobre una loma o col­i­na frente al pueblo.

En los prepar­a­tivos para la guer­ra se habían reunido pre­vi­a­mente en El Tocuyo el gob­er­nador Pablo Col­la­do, la Jus­ti­cia y veci­nos de la ciu­dad para señalar cuáles habrían de ser las acciones que debían afrontarse para salir al encuen­tro del tira­no y ejercer las opera­ciones de defen­sa en con­tra del mismo.

Final­mente, el 26 de octubre de 1561, acor­ral­a­do en Bar­quisime­to por las autori­dades reales, dio muerte a la propia hija Elvi­ra para que no cay­era en manos “de tan­to bel­la­co”, murien­do él en la lucha. Dos de los marañones le apun­taron con sus arcabuces; uno de ellos dis­paró, pero solo con­sigu­ió rozar­lo, cau­san­do la mofa de Aguirre. El otro marañón sí acertó, matán­do­lo en el acto. Saltó luego sobre él un sol­da­do, lla­ma­do Cus­to­dio Hernán­dez y por orden del maestre de cam­po Diego Gar­cía de Pare­des le cortó la cabeza, y sacán­dola de los cabel­los, que los tenía lar­gos, se fue con ella a recibir al gobernador.

Los restos del tirano 

Lope de Aguirre, el tirano

Su cuer­po fue des­cuar­ti­za­do y su cabeza fue envi­a­da a El Tocuyo en una jaula de hier­ro para que la gente viese de donde brota­ban “tan per­ver­sas maquinaciones”. 

La mano derecha fue traslada­da a Méri­da y la izquier­da a Valen­cia, el resto del cuer­po fue echa­do de com­er a los per­ros. En un juicio post mortem fue declar­a­do cul­pa­ble de deli­to de lesa majestad.

En un viejo cro­quis de El Tocuyo del año de 1562 se obser­va la cabeza cor­ta­da de Lope de Aguirre, expues­ta en el lado izquier­do de una especie de cruz donde dice “cabeça de agire” (cabeza de Aguirre), en castel­lano antiguo y aba­jo “la plaça maior”.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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