CrónicasGastronomíaTodas Las Entradas

La primera hayaca de la historia

Luis Heraclio Medina Canelón
Miembro correspondiente de la Academia de Historia del Estado Carabobo.

No podemos saber quién se comió la primera hayaca. Pero por aquello de que la historia es la narración de la vida de una sociedad desde el momento en que aparece la escritura y gracias a los registros escritos podemos saber cuándo se escribió por primera vez a la palabra hayaca.


1538: La primera mención.

Afor­tu­nada­mente todavía se con­ser­van los expe­di­entes judi­ciales lle­va­dos des­de los primeros años de la con­quista. En uno de ellos, un “juicio de res­i­den­cia” aparece la primera men­ción históri­ca a la hayaca.

¿Pero qué es un “Juicio de Residencia?

En tiem­pos de la con­quista y la colo­nia, al con­cluir su manda­to, las autori­dades (des­de los vir­reyes, has­ta los alcaldes, pasan­do por gob­er­nadores y cap­i­tanes) debían per­manecer por cier­to en el lugar donde habían ejer­ci­do para rendir cuen­tas de su gestión y para que cualquier afec­ta­do por la mis­ma pudiera hac­er los reclam­os que con­sid­er­ara per­ti­nentes ante el juez. Era un pro­ced­imien­to ordi­nario de con­trol admin­is­tra­ti­vo que se le sigu­ió a todos los fun­cionar­ios al ter­mi­nar su manda­to durante la aque­l­los siglos.

 Según lo reg­is­tran las actas del “juicio de res­i­den­cia” orde­na­do por la Real Audi­en­cia y segui­do en Coro, en mayo de 1538 por el juez Nicolás Navar­ro en con­tra del gob­er­nador welser Ambro­sio de Alfínger y sus más inmedi­atos colab­o­radores, entre otros Luis González de Ley­va, teniente gen­er­al y alcalde may­or de Mara­cai­bo aparece por vez primera, en algún escrito, la pal­abra “hay­a­ca” (JUICIO DE RESIDENCIA DE LA PROVINCIA DE VENEZUELA. TOMO I. LOS WELERS. ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA. CARACAS 1997)

En las actas de ese pro­ce­so legal declara como tes­ti­go Juan de Vil­le­gas, fun­dador de Bor­bu­ra­ta y Bar­quisime­to y des­cubri­dor del Lago de Valen­cia (o Tacarigua) y tatarabue­lo de Simón Bolí­var, en la acusación que Nicolás Navar­ro en su carác­ter de juez de res­i­den­cia le hace a Luis González de Ley­va por diver­sos actos de abu­so y cru­el­dad: entre otras cosas se le imputa:

“haber azo­ta­do al sol­da­do Julián Otañez por causas livianas” y “atar a un palo al sol­da­do Fran­cis­co de San Martín y le mandó a col­gar del pes­cue­zo dos hay­a­cas de maíz… porque cogió unos indios, unos ovil­los de hilo de algo­dón y unas auya­mas para comer”

Es la primera vez que entra en la his­to­ria la pal­abra “hay­a­ca” y con la clara indi­cación de que se tra­ta de un ali­men­to de maíz.

Tam­bién es impor­tante este dato porque nos indi­ca el lugar donde se uti­liza el voca­blo: es la parte occi­den­tal del país y no el cen­tro o Cara­cas como una fábu­la muy difun­di­da, que inven­ta que la hay­a­ca se orig­i­na en las sobras que daban los amos a sus sirvientes indí­ge­nas que tra­ba­ja­ban en la con­struc­ción del camino entre Cara­cas y La Guaira o “camino de los españoles”.

Igual­mente hay que destacar que el lla­ma­do “Camino de los Españoles” fue orde­na­do en mayo de 1589, por el Gob­er­nador y Capitán Gen­er­al de la Provin­cia de Venezuela y fun­dador del puer­to de La Guaira, don Diego de Oso­rio y Vil­le­gas, es decir, cin­cuen­ta y un años después de que ya la pal­abra “hay­a­ca” fig­ura­ba ya en los expe­di­entes de los juicios de res­i­den­cia. Por lo tan­to, que­da total­mente descar­ta­da esa tan difun­di­da fábula.

Otro ele­men­to a destacar la grafía: hay­a­ca y no hal­la­ca. En esto nos detendremos más abajo.

Tam­bién este tes­ti­mo­nio nos sirve para descar­tar la antigua tesis de Adol­fo Ernest que señal­a­ba que la pal­abra “hay­a­ca” viene de las lejanas tier­ras guaraníes (Paraguay) que poco o ningún con­tac­to tenían con las regiones occi­den­tales, aledañas al lago de Mara­cai­bo y el piede­monte andi­no, zona donde oper­aron las expe­di­ciones de Ambro­sio Alfin­ger y Juan de Villegas.

1545: La Segun­da Vez

Ape­nas siete años después de que debu­ta la pal­abra “hay­a­ca” en los expe­di­entes de los juicios de res­i­den­cia, vamos a encon­trar la segun­da ref­er­en­cia escri­ta a la exis­ten­cia de un ali­men­to lla­ma­do “hay­a­ca”, y has­ta una descrip­ción del mis­mo. Se tra­ta de un via­jero ital­iano lla­ma­do Galleoto Cei, que vis­itó nue­stro país en 1545, y pub­licó en lengua ital­iana los recuer­dos de su via­je en 1560 con el nom­bre de Viag­gio e relazione delle Indie (Via­je y descrip­ción de las indias). Su obra, un man­u­scrito, estu­vo inédi­ta en los archivos del British Muse­um de Lon­dres, has­ta que en 1992 se imprim­ió su primera edi­ción en ital­iano. Pos­te­ri­or­mente se editó en castellano.

El ital­iano, aparte de describir el entorno geográ­fi­co y humano que conoce en las nuevas tier­ras, es quizás el primero que hace un reg­istro sobre el léx­i­co uti­liza­do por los amerindios. Es el primero en recopi­lar una serie de voca­b­los autóctonos (arawa­cos – caque­tíos segu­ra­mente) como guachara­ca, arepa, tapara, cacao, cachi­camo, y “aiac­ca”, lo que, dicho en ital­iano, evi­den­te­mente sue­na: ayaca.

Galleoto Cei escribe:

 [al maíz] “lo ponen en remo­jo de un día para otro y lo mue­len en cier­tas piedras, hechas como se ve en el mar­gen, un poco cur­vas, dán­dole enci­ma con otra piedra, que se tiene en las dos manos; pónese una india en cuclil­las o arrodil­la­da, por un costa­do de la piedra, ponién­dole enci­ma en su lado cón­ca­vo un puña­do del gra­no y un poco de agua y con la piedra a dos manos lo va molien­do, has­ta que lo hace masa, después hacen unas pan­eli­tas como pastil­las de jabón y las envuel­ven en hojas del mis­mo maíz o de caña y ponién­dolas a cocer en una vasi­ja grande de tier­ra, donde caben muchas, dán­dole a cada indio una o dos y algu­nas veces las guardan tan­to que se vuel­ven áci­das…(…) y a esta clase de pan lla­man aiaccas”.

En ese sen­ti­do es impor­tante citar al artícu­lo pub­li­ca­do en la Revista His­to­ria de la Uni­ver­si­dad de Los Andes Nro. 17, año 2004 por Enrique Obe­di­ente Sosa, de la Escuela de Letras:

“Cei escribe la voz que des­igna el pla­to indí­ge­na con <i>: “aiac­cas”, y no con <gli>, com­bi­nación ital­iana equiv­a­lente al dígrafo español <ll>, con lo cual aho­ra esta­mos seguros de que la pro­nun­ciación y, por con­sigu­iente, la cor­rec­ta grafía es con <y> (hay­a­ca) y no con <ll>, como muchos se empeñan sin que haya ningún fun­da­men­to que la respalde.”

Esta prim­i­ti­va hay­a­ca es seme­jante al “tamal” de mayas, aztecas y otros cen­troamer­i­canos y la “humi­ta” de los incas. La hay­a­ca que obser­va Gale­ot­to Cei viene envuelta en hojas del pro­pio maíz o de caña. No se refiere a la caña de azú­car que todavía no había lle­ga­do a Améri­ca, sino a la “caña de indias” autóc­tona de Suraméri­ca, que tiene una hoja grande, algo pare­ci­da a la del plátano.

El plá­tano no es traí­do a Améri­ca por los con­quis­ta­dores has­ta 1517 aprox­i­mada­mente; lle­ga a San­to Domin­go y de allí lo van trasladan­do poco a poco a toda la cuen­ca del Caribe. Los indios no conocían el plá­tano, en todo caso uti­liz­a­ban tam­bién una especie pare­ci­da lla­ma­da “bijao” que, si es autóctono de Améri­ca, pero no da fru­to comestible.

Esa prim­i­ti­va hay­a­ca men­ciona­da por Cei es algo más humilde que sus idén­ti­cos her­manos “tamal” y “humi­ta” ya que a difer­en­cia de estos está com­pues­ta de puro maíz, mien­tras que los otros lle­van carnes de rana, igua­na, cara­coles, vena­dos u otros ani­males autóctonos. Las carnes y los otros ricos man­jares son aña­di­dos a la hay­a­ca cuan­do los con­quis­ta­dores, colonos y criol­los enrique­cen aque­l­la prim­i­ti­va y mod­es­ta hay­a­ca de sólo maíz con carnes de cer­do, gal­li­na y res y aceitu­nas, alca­parras y otros ingre­di­entes traí­dos de Europa.

Con todas esas evi­den­cias doc­u­men­tales, derivadas de doc­u­men­tos emana­dos de los reg­istros recopi­la­dos por los Archivos de Indias, la Acad­e­mia Vene­zolana de la His­to­ria, y del British Muse­um de Lon­dres, enti­dades de vas­ta sol­ven­cia históri­ca, que­da evidenciado:

1.-Para el momen­to de la con­quista ya existía en Venezuela un pas­tel anál­o­go al tamal, la humi­ta y los otros paste­les de maíz amer­i­canos, que en la parte occi­den­tal de Venezuela recibía el nom­bre de “hay­a­ca”

2.-Para los primeros años de la con­quista ya los con­quis­ta­dores esta­ban comien­do hayacas.

3.-La for­ma orig­i­nal de su escrit­u­ra era “hay­a­ca” y el sonido era más hacia “iaca” que a “lla­ca”

4.- Quedan sufi­cien­te­mente descar­tadas las ver­siones tan­to del ori­gen del ali­men­to, como de su nom­bre que han cir­cu­la­do en los últi­mos años.

Agrade­ce­mos a nue­stro buen ami­go y mae­stro, el expres­i­dente de la Acad­e­mia de His­to­ria del Esta­do Carabobo, don Luis Cubil­lán Fon­se­ca, por la colab­o­ración presta­da para la elab­o­ración de esta investigación.

Fuentes:

Balza, José. “GALEOTTO CEI, NUESTRO NARRADOR“ INVESTIGACIONES LITERARIAS. Uni­ver­si­dad Cen­tral de Venezuela ANUARIO IIL, NO. 17 V. I‑II ENERO — DICIEMBRE 2009

Hernán­dez, Luis Guiller­mo. “El Cacique Nigale y su tiem­po. Un siglo de resisten­cia indí­ge­na en la cuen­ca” Sul­tana del Lago Edi­tores. Mara­cai­bo. 2018

JUICIOS DE RESIDENCIA EN LA PROVINCIA DE VENEZUELA — Juan Pérez de Tolosa y Juan de Vil­le­gas Mar­i­anela Ponce y Letizia Vac­cari de Ven­turi­ni (Recopi­lado­ras)  Bib­liote­ca de la Acad­e­mia Nacional de la His­to­ria, Cara­cas, 1980

Linares Ben­zo. “La Respon­s­abil­i­dad de los fun­cionar­ios en el perío­do his­pano a la luz de los juicios de res­i­den­cia en Venezuela”.  Uni­ver­si­dad Cen­tral de Venezuela. Revista de Dere­cho Públi­co. Nros. 67–68. 1996

Lovera, José Rafael. “Gas­tronomía Caribeña” Cen­tro de Estu­dios Gas­tronómi­cos CEGA, Cara­cas 1991

Obe­di­ente Sosa, Enrique. “Los Indi­genis­mos en el Via­je y Descrip­ción de las Indias (1539–1553) de Gale­ot­to Cei.” Pre­sente y Pasa­do. Revista de His­to­ria. Año 9, Vol­u­men 9, Nro. 17. Enero-Junio 2004, Escuela de His­to­ria, ULA, Méri­da. Venezuela. 

Sanabria Martínez, Rafael Anto­nio. “¿Es aya­ca, hay­a­ca o hal­la­ca?” https://talcualdigital.com/es-ayaca-hayaca-o-hallaca-por-rafael-antonio-sanabria-martinez/

Popic, Miro. FAKE NEWS DE LA HAYACA https://talcualdigital.com/fake-news-de-la-hallaca-por-miro-popic/

Gar­men­dia, Omar, Hay­a­ca y arepa. La primera vez. https://correodelara.com/hayaca-y-arepa-la-primera-vez/

 

Luis Medina Canelón

Abogado, escritor e historiador Miembro Correspondiente de la Academia de Historia del Estado Carabobo

4 comentarios en «La primera hayaca de la historia»

  • Exe­lente y muy intere­sante nar­ración acer­ca de nues­tra HAYACA

    Respuesta
  • exce­lente el repor­tae y todo lo pub­li­ca­do, quede engan­cha­do a esta pagina

    Respuesta
    • Nues­tra grat­i­tud y nos com­pro­m­ete a seguir apor­tan­do más y mejores con­tenidos. Te invi­ta­mos a seguirnos por las redes sociales como @CorreodeLara. Nue­va­mente gracias

      Respuesta

Responder a jose gimenez Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *