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Retirada realista a La Guaira y un almirante de Francia

Efraín Jorge Acevedo
Historiador y escritor 
efrainjorge@yahoo.es
Twitter: @efrainjorge

La lista de hechos intere­santes de la his­to­ria de Venezuela que han sido igno­ra­dos por la his­to­ri­ografía ofi­cial, y por lo tan­to descono­ci­dos por la inmen­sa may­oría de los vene­zolanos, es inter­minable; por ejem­p­lo, ¿Cuán­tos cono­cen del suce­so en que un almi­rante francés jugó un papel sig­ni­fica­ti­vo en la capit­u­lación de uno de los últi­mos reduc­tos real­is­tas en la Guer­ra de Inde­pen­den­cia de Venezuela?

Después de la Batal­la de Carabobo, la caí­da de la ciu­dad de Cara­cas en manos de las fuerzas inde­pen­den­tis­tas o patri­o­tas era inevitable, era cuestión de tiem­po, de unos pocos días como mucho. Por eso el coman­dante de la guar­ni­ción real­ista de Cara­cas (de las fuerzas leales a España que con­tro­la­ban y pro­tegían la cap­i­tal), el coro­nel José Pereira, sabi­en­do que cualquier resisten­cia sería inútil, se retiró de la ciu­dad con sus tropas y se dirigió al litoral cen­tral, a la ciu­dad y puer­to de La Guaira.

Habi­en­do sido aban­don­a­da por los sol­da­dos real­is­tas, Cara­cas fue ocu­pa­da fácil­mente, sin dis­parar un solo tiro, por el ejérci­to patri­o­ta vic­to­rioso en Carabobo, el 29 de junio de 1821, con Simón Bolí­var hacien­do su entra­da tri­un­fal a la ciu­dad con­quis­ta­da o “lib­er­a­da”.

Pero la fuerza real­ista que había hui­do de Cara­cas seguía refu­gia­da en La Guaira, a cor­ta dis­tan­cia de la cap­i­tal, por lo que la pri­or­i­dad de Bolí­var era some­ter­la o destruirla.

Casual­mente en ese momen­to se encon­tra­ban ancla­dos en el puer­to de La Guaira unos bar­cos de la Arma­da o Mari­na de Guer­ra de Fran­cia bajo el man­do del con­tralmi­rante Pierre Jurien de la Grav­ière.  Y aquí es opor­tuno hac­er una pequeña expli­cación sobre el con­tex­to políti­co de Fran­cia y de España en aque­l­la época.

Después de que el Emper­ador de Fran­cia, Napoleón Bona­parte, fue der­ro­ta­do en la guer­ra y der­ro­ca­do del poder por las naciones ali­adas de la Coali­ción; las poten­cias vence­do­ras restau­raron a la Casa de Bor­bón como Famil­ia Real france­sa y colo­caron como Rey de Fran­cia a Luis XVIII (Louis XVIII en francés), uno de los her­manos menores de Luis XVI, el Rey que muchos años antes había sido con­de­na­do a muerte durante la Rev­olu­ción France­sa y al que le habían cor­ta­do la cabeza.

De esa man­era comen­zó el rég­i­men políti­co cono­ci­do como la Restau­ración Bor­bóni­ca en Fran­cia, que (como expli­camos en otro artícu­lo en Correo de Lara sobre la Monar­quía en la Gran Colom­bia) era una Monar­quía semi-con­sti­tu­cional, con una Car­ta Otor­ga­da en lugar de una Con­sti­tu­ción, y con un Par­la­men­to que ejer­cía el Poder Leg­isla­ti­vo, pero con un Gob­ier­no que no era respon­s­able ante el Par­la­men­to sino ante el Rey, y el Rey con­serv­a­ba impor­tantes poderes.

Por su parte, en España se había pro­duci­do en 1820 la Rev­olu­ción de Cabezas de San Juan, que había oblig­a­do al Rey de España Fer­nan­do VII a restau­rar la Con­sti­tu­ción Españo­la de 1812 y renun­ciar a la may­or parte de su poder, que fue trans­feri­do al Par­la­men­to español y al Gob­ier­no que era respon­s­able en la prác­ti­ca ante el Par­la­men­to, con lo que se ini­ció el perío­do cono­ci­do como el Trienio Lib­er­al, que duraría has­ta 1823. Durante ese perío­do, el rég­i­men con­ser­vador de la Restau­ración Bor­bóni­ca de Fran­cia tenía rela­ciones ten­sas y difí­ciles con los gob­ier­nos lib­erales de España. 

En medio de ese con­tex­to, el Gob­ier­no de Fran­cia había envi­a­do una flota o escuadra de bar­cos de guer­ra coman­da­da por el con­tralmi­rante Jurien de la Grav­ière con la mis­ión diplomáti­ca de hac­er una inspec­ción de las nuevas Repúbli­cas his­panoamer­i­canas recién inde­pen­dizadas de España para infor­mar al Gob­ier­no francés sobre las per­spec­ti­vas de entablar rela­ciones com­er­ciales con esas Repúblicas.

Estando en esa mis­ión, y al enter­arse de la situación cru­cial de Venezuela en junio de 1821 cuan­do era evi­dente que se acer­ca­ba el momen­to deci­si­vo de la guer­ra; el con­tralmi­rante francés decidió anclar en La Guaira para obser­var los acon­tec­imien­tos, y recabar infor­ma­ción políti­ca y mil­i­tar para enviar­la a su gobierno.

Y casual­mente se pro­duce la situación en la que el coro­nel español Pereira lle­ga a La Guaira con sus tropas, huyen­do de Cara­cas, y des­cubre que los úni­cos bar­cos disponibles en el puer­to son los de la flota france­sa de Jurien de la Gravière.

El coro­nel real­ista le pide al con­tralmi­rante francés que le per­mi­ta subir con sus hom­bres a los bar­cos, y que la flota france­sa los evacúe de La Guaira, para lle­var­los a Puer­to Cabel­lo, que todavía esta­ba con­tro­la­da por fuerzas real­is­tas. En otras pal­abras, el coman­dante real­ista pedía ayu­da para huir de Bolívar. 

Pero respetan­do la neu­tral­i­dad ofi­cial de Fran­cia en el con­flic­to entre España y los patri­o­tas o inde­pen­den­tis­tas de la Repúbli­ca de Colom­bia (la Gran Colom­bia), el con­tralmi­rante francés se negó al pedi­do del ofi­cial real­ista, ya que ayu­dar­lo a escapar podría ser inter­pre­ta­do por Bolí­var como un acto de injeren­cia france­sa a favor de sus ene­mi­gos en la guerra. 

Acor­ral­a­do por las fuerzas de Bolí­var, y sin posi­bil­i­dad algu­na de huir o de recibir ayu­da, el coro­nel Pereira no tuvo otra opción que nego­ciar la capit­u­lación o rendición.

El 3 de julio de 1821, 9 días después de Carabobo y 4 días después de la entra­da de Bolí­var a Cara­cas, el coro­nel real­ista fir­mó el acuer­do de capit­u­lación con los rep­re­sen­tantes de Bolí­var, cayen­do así La Guaira defin­i­ti­va­mente en manos inde­pen­den­tis­tas o patriotas.

En el acuer­do, Bolí­var acep­tó que Pereira y aque­l­los de sus hom­bres que quisier­an seguir­lo se mar­cha­ran de La Guaira en lib­er­tad, y con­cedió per­miso para que el con­tralmi­rante Jurien de la Grav­ière trans­portara a ese grupo al des­ti­no escogi­do por Pereira.

De esa man­era, de los 800 hom­bres de Pereira, 530 eligieron cam­biarse de ban­do, pasán­dose al Ejérci­to patri­o­ta o inde­pen­den­tista; los 270 restantes bajo el man­do del coro­nel se embar­caron en los bar­cos de la Mari­na Nacional France­sa para diri­girse a Puer­to Cabel­lo, el que sería el últi­mo reduc­to real­ista en Venezuela. 

Así que, en la capit­u­lación e incor­po­ración defin­i­ti­va de La Guaira a una Venezuela inde­pen­di­ente de España, jugó un papel ines­per­a­do y sig­ni­fica­ti­vo un con­tralmi­rante de la Arma­da francesa. 

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Un comentario en «Retirada realista a La Guaira y un almirante de Francia»

  • Esti­ma­do Sr, reci­ba un salu­do cordial.
    Me gus­taría leer sobre el últi­mo reduc­to real­ista en Pto Cabello.
    A ud gra­cias totales.
    Att. Idmy Leal

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