Juan José Peralta
Periodista
A mi hija Liliana, dedico
Entre los santos nacidos en América, llamada en el siglo XVII Indias Occidentales, Santa Rosa de Lima fue la primera en recibir el reconocimiento canónico de la Iglesia católica. La Divina Pastora es una advocación mariana conocida por primera vez en Sevilla el 8 de septiembre de 1703 y muy apreciada por los frailes franciscanos venidos a América.
Como antecedente de la fundación del pueblo recordemos que el 15 de junio de 1616 llegó a Venezuela Francisco de la Hoz Berrío, a quien el historiador Rafael Arráiz Lucca denomina “gobernador itinerante y fundador de pueblos”, debido a que hasta ahora no se sabe de alguien en América que de manera directa o por sus órdenes haya fundado más que él, responsable del nacimiento de más de cien poblados en Venezuela, para lo cual contó con el apoyo del obispo Gonzalo de Angulo, quien arribó a estos lares en 1618.
Rafael Monasterios. Calle de Santa Rosa, 1937
El gobernador y el obispo se hicieron eco de una Cédula Real de Felipe III de juntarse “para reunir en pueblos a los indígenas, recogiendo a los dispersos en las encomiendas”. Las ciudades recién fundadas por los españoles no estaban previstas como moradas masivas de la población indígena a quienes se ubicaba en la periferia y que les permitiera concurrir a sus labores.
Los pueblos de indios o de doctrina fueron fomentados por los españoles desde la segunda mitad del siglo XVI a partir de la Real Cédula de 1545 para más eficiente cobro de los tributos, aumentar el control y aculturación de la población sometida mediante la evangelización y asegurarse mano de obra disponible.
También en el mismo año, en las cercanías de Barquisimeto, según la misma fuente, fundaron San Miguel de Acarigua, San Juan Bautista de Duaca, San Juan Bautista de Urachiche, San José de Guama y Santo Tomás de la Galera, este último ubicado cerca de Sarare en adyacencias al río Auro.
Por ser una región insalubre e inhóspita que afectó a la población, medio siglo después el cura doctrinario fray Agustín de Villabáñez solicitó al gobernador de la provincia de entonces Francisco Dávila Orejón y Gastón y al obispo fray Antonio González de Acuña autorización para la mudanza de Santo Tomás de la Galera a un sitio más propicio y se hizo con el nuevo nombre de la patrona de la capital de Perú y se estima que para la escogencia influyó de modo determinante que el obispo era peruano.
Jamás imaginó el fraile doctrinario que aquel poblado creado con los gayones, unos tres siglos más tarde llegaría a ser epicentro de una de las más grandes manifestaciones de fe del mundo cristiano, como es la procesión de los 14 de enero desde allá a Barquisimeto.
José Luis Sotillo J. Cronista de la parroquia Agua Viva Jsotillo1974@gmail.com @aguavivajose uamacire lugar entretejido…
Luis Heraclio Medina Canelón Miembro de la Academia de Historia del Estado Carabobo Hay ciertos…
ocos días después del nacimiento de Simón Bolívar, su familia tomó una decisión que lo…
Luis Alberto Perozo Padua Periodista y escritor luisperozop@hotmail.com En las redes sociales: @LuisPerozoPadua Si el…
Luis Alberto Perozo Padua Periodista y escritor luisperozop@hotmail.com En las redes sociales: @LuisPerozoPadua a Botica…
Carlos G. Cruz H Historiador y escritor galeno1999@yahoo.com ien pudiéramos decir que el tema de…