En un punto, la tumba de José Nicanor Rivero

José Luis Sotillo J.
Cronista Parroquial de Agua Viva, estado Lara


En un punto casi olvidado y quizás carcomido por la sabia naturaleza, se localiza en el margen sur-este, aguas arriba de la quebrada guamacire, la tumba de José Nicanor Rivero. Personaje a quien le atribuyen; según la creencia de los nativos de las Cuibas-Agua Viva, algunos favores y portentos recibidos. Pues desde hace ya tiempo atrás, se decía entre la vieja camada de aquellos pobladores: “que adquirir un compromiso de ir a encender una vela hasta su tumba y pedirle o suplicarle; tendría que ir continuamente a llevarle la vela prometida; ya que faltarle al anima, implicaba tenerla continuamente espantando o atemorizando a quien haya de recibir el favor solicitado”.

Fue así como en muchas oca­siones escuche de aquel míti­co per­son­aje, del cual se decía: “lo habrían sepul­ta­do o enter­ra­do donde mis­mo lo con­sigu­ieron muer­to”. Según, fue una peste la que ata­co gran parte de su cuer­po, obligan­do al jefe del caserío de aque­l­los años, de prin­ci­p­ios del siglo XX; a pro­ced­er a sepul­tar­lo deba­jo del piso de su pro­pio ran­cho de habitación. 

Otros comen­tar­ios acotan: “que la causa de su fal­l­ec­imien­to, seria el hecho de que esté, estu­vo cor­tan­do una leña y para el momen­to le cayó un invier­no, lo cual a los días le comen­zaría a bro­tar de su cuer­po unos chi­chones, que al paso de las sem­anas lo con­du­jo al lecho de su muerte”. No obstante, la supues­ta causa fue la lep­ra. Pero de allí surgieron múlti­ples ver­siones, que dicen, del áni­ma trasfor­ma­da en leyen­da viva para aque­l­los que todavía recur­ren a ella y dan cuen­ta de los favores recibidos. 

Curiosa­mente den­tro del cumu­lo de ele­men­tos de con­no­tación pat­ri­mo­ni­al, que ali­men­tan las cróni­cas orales de la par­ro­quia Agua Viva; estaría no sola­mente este ais­la­do caso, de un fal­l­e­ci­do sepul­ta­do fuera de las nor­mas o sitios idó­neos para dar cris­tiano des­can­so a su cuer­po. A esté tam­bién se agre­ga la tum­ba del ´Indio´ Marceli­no Bar­ragán, en el nos­tál­gi­co sitio del Dividi­val. De éste, su tum­ba todavía yace en el jardín de entra­da de una vivien­da ubi­ca­da en el sec­tor dos, del actu­al sitio de la Uva. Lo cual nos dice que son pre­cisa­mente (y que yo sepa); dos enter­ramien­tos exis­tentes en el ámbito espa­cial de la par­ro­quia Agua Viva.

En el caso de José Nicanor, seria don Macario Giménez quien opor­tu­na­mente me relataría en su debido momen­to, como fueron las cir­cun­stan­cias del fal­l­ec­imien­to de José Nicanor Rivero; antiguo lugareño del extin­to caserío la Pelota de Barro. 

En el recuer­do de don Macario, aun quedan las múlti­ples inter­preta­ciones de lo suce­di­do a José Nicanor; una vez enter­ra­do den­tro de su pro­pio ran­cho, donde según los tes­ti­gos; se pro­cedió a que­mar la antigua casa de esté, para de algún modo, poder extir­par con el fuego las secue­las que dejaría su propia enfermedad.

Aunque en el rela­to de sus famil­iares, se comenta­ba que sien­do Mateo Rivero el jefe del caserío, este dio la orden de enter­rar­lo, ya que se había acor­da­do en un prin­ci­pio incinerar­lo abier­ta­mente; pero el con­se­jo de aque­l­la autori­dad evi­to lo pen­sa­do, argu­men­tan­do que, de hac­er­lo de la man­era expues­ta, iba el humo a dis­per­sar la peste, y de esta man­era propa­gar la rara enfer­medad, que ata­co el cuer­po de José Nicanor estando vivo.

La fe y la creen­cia pop­u­lar de la zona, habla­ba de aque­l­los quienes vis­ita­ban la tum­ba para prome­sas, acos­tum­bran­do a rezarle un ´Padre Nue­stro y una Glo­ria´, y así lograr con­seguir los obje­tos per­di­dos. A la lista de sus fieles esta­ban: Ela­dia Gar­cés y Jua­na Giménez; creyentes del ani­ma de este típi­co per­son­aje que algu­na vez habito una parte de los encum­bra­dos cer­ros del amplio sitio de las Cuibas.

José Nicanor Rivero era de ofi­cio leñatero, padre de Guiller­mo Giménez, Mateo, Domin­go, María Mar­ti­na Giménez, Jua­na Giménez, Salomón y Crispín; estu­vo casa­do con Inés Giménez, quienes se estable­cerían en la Pelota de Bar­ro, y allí pro­cre­arían una amplia famil­ia de ofi­ciosos hom­bres y mujeres del campo. 

Donde este res­on­ado per­son­aje fal­l­e­ció, se con­ser­va una par­tic­u­lar cruz de hier­ro, sím­bo­lo que habla como en algu­na época era fre­cuen­ta­do por famil­iares y devo­tos. Hoy lam­en­ta­ble­mente poco con­cur­ri­da, pero si atra­pa­da por la espesura viva de un par­tic­u­lar bosque veci­no al antiguo pozo de los Aposen­tos, quizás olvi­dadas por algunos y recor­da­da por otros.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Ver comentarios

  • Excelente. No conocía el relato. Vivo en Cabudare desde hace 32 años pero soy yaracuyana, dónde son Nicanor bes muy conocido

    • Nicanor fue un personaje de las Cuibas Agua Viva, enterrado en un punto del Parque Nacional Terepaima, de lo cual en mis investigaciones de Cronista me llevo a toparme con su testimonio por relato de sus propios familiares, cuanto me alegra que le haya agradado nuestro relato.

Entradas recientes

Notas del pueblo de doctrina de indios del Cerrito de Santa Rosa y referencias de Cabudare

Yolanda Aris Cronista Oficial del Municipio Palavecino arisyoli1@yahoo.es l pueblo de Santa Rosa está históricamente…

2 días hace

El archivo del Libertador se salvó “de milagro”

os papeles del Libertador Simón Bolívar, resguardados y embalados por Manuela Sáenz en 10 baúles,…

5 días hace

Esta es la historia del vanguardista Palacio Municipal de Barquisimeto 

Luis Alberto Perozo Padua  Periodista y cronista  luisperozop@hotmail.com  @LuisPerozoPadua  ara 1960, Barquisimeto tenía proyectada una…

1 semana hace

Eloy el indio Tarazona, el espaldero del dictador Juan Vicente Gómez

Luis Alberto Perozo Padua Periodista y cronista luisperozop@hotmail.com @LuisPerozoPadua o encontraron bocabajo, frío y exánime…

2 semanas hace

Boves, el venezolano perdido

Ángel Rafael Lombardi Boscán Historiador y escritor Director del Centro de Estudios Históricos de la…

2 semanas hace

1838: La salud en la Provincia de Carabobo 

Carlos G. Cruz H  Historiador y escritor tusaludhispana@gmail.com ara 1838 en la Provincia de Carabobo,…

2 semanas hace