Los Canelón en Guama

Siem­pre par­ti­mos que el hac­er His­to­ria se debe es a un colec­ti­vo y a las condi­ciones imper­antes en ese momen­to, el papel del indi­vid­uo es inter­pre­tar el momen­to y dispon­erse jun­to a los demás a enfrentar retos y plantear solu­ciones para atis­bar sal­i­das a las exi­gen­cias. Así abor­dare­mos la fig­u­ración de per­son­eros que cumpli­eron desta­ca­da labor en el pueblo. Nue­stro agradec­imien­to al his­to­ri­ador Luis Her­a­clio Med­i­na Canelón, descen­di­ente de guameña por sus valiosos aportes.

Aminta Maria se casó en el pueblo con el com­er­ciante y pro­duc­tor agrí­co­la Angel Sat­urno naci­do en Licusati en la penín­su­la ital­iana y lle­ga­do a finales del siglo XIX al país. Se ubi­ca en Gua­ma después de realizar con­tac­tos en Puer­to Cabel­lo con las casas expor­ta­do­ras de café, jun­to a su esposa fun­da “Casa Venezia” con el obje­to de prestar ser­vi­cio com­er­cial y asumir la pro­duc­ción cafe­talera en la ver­tiente occi­den­tal de la Sier­ra de Aroa. De este mat­ri­mo­nio surgieron hom­bres que le dieron bril­lo a la comu­nidad sucrense: Miguel Angel, quien después de cur­sar en la local­i­dad fue envi­a­do a Europa, cuan­do lle­ga­ba a su pueblo se ded­i­ca­ba a enseñar latín y francés, a par­tic­i­par en activi­dades y veladas cul­tur­ales aus­pi­ci­adas por el Grupo Gua­ma. Intro­du­jo el ten­nis y colaboró en la con­struc­ción de la can­cha para ese deporte ubi­ca­da donde hoy día está el gim­na­sio “Israel Sánchez”. En su andar deporti­vo con­tribuyó en la creación del primer Sandi­no BBC. Juan, se hizo pro­fe­sion­al un la UCV y se radicó en Cara­cas, llegó a ocu­par la vicepres­i­den­cia del Con­se­jo Supre­mo Elec­toral, asum­ió una digna acti­tud cuan­do el gob­ier­no mil­i­tar de Pérez Jiménez manip­uló arbi­trari­a­mente las cifras de votación para asumir el poder, renun­ció para no con­va­l­i­dar esa farsa que con­du­jo la penúl­ti­ma dic­tadu­ra mil­i­tar vene­zolana. Pedro, cono­ci­do por su pro­fun­do amor a su natal comu­nidad, inge­niero civ­il, fue gob­er­nador del Esta­do en dos opor­tu­nidades, con­struc­tor de la mod­ern­ización de Yaracuy y lig­a­do al deporte donde ayudó a refun­dar al Sandi­no BBC, con muchas glo­rias para Gua­ma y el Esta­do, hom­bre sen­cil­lo muy queri­do por la población. Jorge Hum­ber­to, pros­pero com­er­ciante, guameño a car­ta cabal, fun­da en su pueblo la agen­cia de vehícu­los Ford y la dis­tribuido­ra Polar, fue un ver­dadero mece­nas para el deporte del béis­bol y del volei­bol y para  gru­pos sociales menos favore­ci­dos. Goz­a­ba de gran pop­u­lar­i­dad entre sus coter­rá­neos. Jesús, cono­ci­do pop­u­lar­mente como Chu­cho, se recibió como Odon­tól­o­go en la UCV, donde for­ma parte de su per­son­al docente y ocu­pa car­gos direc­tivos en su Fac­ul­tad. En el pueblo par­ticipó en  el Movimien­to Cul­tur­al Carme­lo Fer­nán­dez, ded­i­ca­do a enal­te­cer con las letras al gen­ti­li­cio guameño. Se destacó como escritor y criti­co literario.

Sabi­no, fue el menor de este grupo Canelón Flo­res, pasó toda su vida en Gua­ma, después de su edu­cación ele­men­tal se dedicó al com­er­cio al lado de padre, su fuerte era la com­pra y ven­ta de pro­duc­tos para la exportación. En su juven­tud estu­vo lig­a­do al béis­bol como prac­ti­cante y luego como pro­mo­tor del equipo 5 de Julio de Gua­ma, con sus recur­sos y esfuer­zos con­struyó el primer sta­di­um de béis­bol como tal en época donde no había sino cam­pos abier­tos, el mis­mo estu­vo local­iza­do entre el cruce del camino a Guarabao con la Panamer­i­cana. Como pro­mo­tor no esca­timó recur­sos para traer los mejores equipos de la región y esta­dos veci­nos, vale aco­tar al Améri­ca y Japón de Bar­quisime­to, al Car­de­nales de Caro­ra, el ABC de Valen­cia y al Roy­al Criol­los de Cara­cas, inte­gra­do por may­oría de jugadores inte­grantes del equipo campeón de la serie mundi­al de 1941, este con­jun­to campeón perdió con el local 5x3 con José Chávez como lanzador.

Su labor de com­er­ciante le impul­saron a fun­dar el cine Sucre, ini­ci­a­do en su casa en la Calle La Cruz y luego en el sec­tor El Samán, a fin de cap­tar pub­li­co adquir­ió dos camiones con techo y asien­tos de madera que iban a zonas rurales y pop­u­lares a bus­car gratis a la clien­tela. Tra­jo a Gua­ma numerosos artis­tas de cir­co, prac­ti­cantes de magia y trapecis­tas para deleitar a su públi­co que prefer­ía las pro­duc­ciones meji­canas. Adquir­ió un tele­vi­sor, el segun­do en el pueblo, para deleitar a jóvenes y niños antes de comen­zar la pelícu­la. Murió en 1975 y dejó una pro­le grande después de enviudar.