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Sir Robert Ker Porter realizó tres retratos del Libertador

Juan José Perdomo
Historiador — compilador
juan.jopb2004@gmail.com

“Él es una per­sona un poco flacucha, y con un sem­blante estre­cho, largo, melancóli­co, pero enér­gi­co, plá­ci­do, pero de vez en cuan­do con un aso­mo de irritación en los ojos y los labios… Tiene unos 44 años de edad pero aparenta diez más, debido al cli­ma, pre­ocu­pa­ciones públi­cas y la car­ga del bien­es­tar del nue­vo mun­do que por tan largo tiem­po ha pesa­do sobre sus hombros…”

Car­ta de Ker Porter a su madre 24 de enero de 1827.

¨Cuan­do Bolí­var ya no exista, quedarán su fama y renom­bre como el de un puro patri­o­ta y el real padre de su pueblo; como un Pres­i­dente muy por enci­ma en tal­en­to, glo­ria y vir­tud patrióti­ca al céle­bre amer­i­cano, el Gran Héroe de la Lib­er­tad para sus her­manos del Norte…¨ 

Car­ta  de Ker Porter a su her­mana Jane del 25 de mayo de 1827.

PORTER, SIR ROBERT KER (1777–1842). Graba­do pun­tea­do. 1822. Paint­ed by Har­low. Engraved by Wool­noth. Graba­do real­iza­do por Thomas Wool­noth, de un dibu­jo de George Hen­ry Har­low. Col. Juan Perdomo

La icono­grafía boli­var­i­ana ha de bus­carse en los retratos real­iza­dos de él al nat­ur­al. Por ello fueron cin­co artis­tas, que se conoz­can has­ta aho­ra ‑incluyen­do a Porter- a los cuales Bolí­var posó para que lograran retratar su alma en su mira­da: el peru­ano José Gil de Cas­tro (1783–1841), el francés François Desiré Roulin (1796–1874), el colom­biano José María Espinosa (1796–1883), el ital­iano Anto­nio Meuc­ci (1785-¿?) y Sir Robert Ker Porter (1777–1842).

Es lam­en­ta­ble­mente que los tres retratos real­iza­dos por Ker Porter no hayan per­du­ra­do en el tiem­po y más aún que se desconoz­ca su paradero al día de hoy (es un mis­te­rio sin resolver). 

De los cin­co retratis­tas que lo dibu­jaron al nat­ur­al, creemos que ‑al igual que Roulin y Meuc­ci­- Porter era uno de los más acred­i­ta­dos en el arte del dibu­jo. Por esta razón, es intere­sante leer sus apre­cia­ciones al respec­to en su epis­to­lario famil­iar y ofi­cial, cuya cor­re­spon­den­cia reposa actual­mente en la Fun­dación John Boulton. 

Aquí solo hemos uti­liza­do su cor­re­spon­den­cia y no su Diario puesto que este últi­mo ya está pub­li­ca­do tan­to en inglés (1966. Wal­ter Dupuy. Fun­dación Otto y Mag­dale­na Glohm, Cara­cas, 1966), como en castel­lano (Tra­duc­ción de Teo­dosio Leal. Fun­dación Polar, Cara­cas, 1997).

Para este tra­ba­jo hemos uti­liza­do solo 30 reg­istros de un total de 45 que hemos local­iza­do sobre el tema en el referi­do archi­vo de Porter que tienen que ver con el retra­to del Libertador. 

Hemos uti­liza­do los más rel­e­vantes, sin embar­go, es opor­tuno aclarar que descono­ce­mos si exis­ten otras car­tas que hagan ref­er­en­cia sobre el referi­do retra­to, después del 24 de enero de 1829, fecha de la últi­ma car­ta uti­liza­da acá y en dónde Porter ve con temor el retra­so de Reynolds para con­cluir el grabado.

Así ten­emos que para el 24 de enero de 1827, en car­ta a su madre, le comen­ta que le enviará un dibu­jo del Héroe de Sudaméri­ca y le describe cómo era la fisonomía del Libertador: 

¨porque prometió dedi­carme una o dos horas para que le hiciese un retra­to al lápiz de su ros­tro, el cual con­fió que por lo menos será el más pare­ci­do de los que se le han hecho has­ta aho­ra… Él es una per­sona un poco flacucha, y con un sem­blante estre­cho, largo, melancóli­co, pero enér­gi­co, plá­ci­do, pero de vez en cuan­do con un aso­mo de irritación en los ojos y los labios… Tiene unos 44 años de edad pero aparenta diez más, debido al cli­ma, pre­ocu­pa­ciones públi­cas y la car­ga del bien­es­tar del nue­vo mun­do que por tan largo tiem­po ha pesa­do sobre sus hom­bros…¨ [1]

R. PATERSON. SIMON BOLIVAR. (From a minia­ture Por­trait tak­en in Bogotá, Nue­va Grana­da, August, 1828, in the pos­ses­sion of the Author.) 1878. En: James Mudie Spencer. THE LAND OF BOLIVAR OR WAR, PEACE, AND ADVENTURE […] IN TWO VOLUMES. — VOL. I.  LONDON: SAMPSON LOW, MARSTON, SEARLE, & RIVINGTON. 1878. Col. Juan Perdomo

Según lo man­i­fes­ta­do por el pro­pio Porter un mes después, el 26 de febrero en car­ta a Jane, el Lib­er­ta­dor esta­ba, según su pare­cer, ¨sat­is­fe­cho¨ con lo que había logra­do has­ta ese entonces, puesto que le infor­ma lo siguiente: 

¨A menudo ceno con el Lib­er­ta­dor, y es a indi­cación suya que he empeza­do un dibu­jo de él, el cual procu­raré hac­er­lo tan bien como lo per­mi­tan mis habil­i­dades en desu­so. Has­ta aho­ra el parece muy sat­is­fe­cho de lo real­iza­do; y puedo decir sin vanidad, que será el retra­to más fiel que los que has­ta aho­ra le han hecho. Te lo enviaré por un próx­i­mo paque­te ‑en una especie de dupli­ca­do: el uno para Mr. Can­ning y el otro para ser litografi­a­do a la Sed­dick [¿?], y si es posi­ble por Mr. Lane- ya te volveré a hablar de esto más ade­lante...¨[1]

Un mes después, el 27 de mar­zo, le escribe a su esposa, que ha ter­mi­na­do el retra­to y que él cree que el Lib­er­ta­dor está encantado: 

¨He hecho un retra­to de él real­mente exce­lente, y del cual creo que está encan­ta­do… Te enviaré una copia por el correo que prob­a­ble­mente sal­drá a fines de abril o primeros de mayo, y Jane debería dar los pasos para que sea graba­do, porque estoy seguro que podría vender­se bien, tan­to en Europa como en Sudaméri­ca… La expre­sión es sosega­da y afa­ble, con un aire de melan­colía pen­sati­va y gran ele­vación de espíritu¨[2]

Por lo que se desprende de la car­ta remi­ti­da el 31 de mar­zo a su her­mana Jane, sabe­mos que los tres retratos real­iza­dos no eran copias exac­tas de uno solo, sino que por lo menos, el que enviaría a ella sería de cuer­po entero, por lo tan­to, el envi­a­do a Can­ning fue real­iza­do ¨has­ta un poco más aba­jo de la cin­tu­ra. Así le escribe que: 

¨Estarás eno­ja­da de que haya man­da­do una copia del retra­to que hice de Bolí­var direc­ta­mente a Mr. Can­ning en lugar de enviárte­lo primero a ti; pero en real­i­dad el tamaño era demasi­a­do grande para poder apli­car­le la autor­ización de man­dar­lo como una car­ta pri­va­da… le he escrito que así mis­mo te he envi­a­do una copia para ser graba­da, a deseos de S.E…. (ileg­i­ble) el tuyo ira sin fal­ta por el próx­i­mo paque­te; será de cuer­po entero; el suyo sola­mente has­ta un poco más aba­jo de la cin­tu­ra, así podrás ver que por­ción de este grande e inmor­tal Héroe crees preferi­ble para ser mul­ti­pli­ca­do por los medios grá­fi­cos… pero real­mente creo que si puede darse toda su per­sona no sería impro­pio del caso… Como no dudo de que muchos graba­dos ven­drán a este país, Méx­i­co y Perú, debe ser muy bien hecho para que dé crédi­to a Inglater­ra…¨ [3]

Quizá por pre­po­ten­cia o celo artís­ti­co, Porter, al enter­arse por cor­re­spon­den­cia recibi­da de Sir Robert Wil­son ‑padre del edecán del Lib­er­ta­dor Belford Hin­ton Wil­son- que se esta­ba real­izan­do en Lon­dres un graba­do man­da­do hac­er des­de Lima, lo tacha de una obra muy mala y sin ningún pare­ci­do con el Lib­er­ta­dor por lo que le prom­ete a su her­mana dedi­car­le las horas que se lo per­mi­tan para acabar el retra­to de Bolí­var ‑el que le enviaría a ella- pues el 19 de abril de 1827 le escribe expre­sa lo siguiente: 

´Con respec­to al retra­to de Bolí­var, encuen­tro en una car­ta de Sir Robert Wil­son que actual­mente hay en Lon­dres un graba­do de una obra muy mala hecha al gran hom­bre en Lima, y man­da­da des­de allí… No tiene mucho pare­ci­do con él… Dedi­caré al que preparo para ti todas las horas que me per­mi­tan mis tar­eas para acabar­lo, y espero que lo podré enviar por el próx­i­mo paque­te…´[4]

El graba­do en cuestión fue el que real­izó Charles Turn­er basa­do en el retra­to hecho por Gil de Cas­tro en 1825. El 30 de abril prosigue, en car­ta que envía a su her­mana Jane, con su dura críti­ca al cuadro de Gil de Cas­tro: ´He vis­to el orig­i­nal, que él [Bolí­var] posee, y le da la sem­blan­za de un mono[5]

Charles Turn­er. Simón Bolí­var [detalle]. Mezot­in­ta. Des­de una pin­tu­ra de Gil de Cas­tro. 1827. Col. Museo Británico

El mis­mo 30 de abril, escribe car­ta a parte a su madre informándole: 

¨Deseo que puedas recibir pron­to el retra­to que he empeza­do de él [Bolí­var], y será una digna adi­ción a los otros en el come­dor o la sala del “cot­tage” [Cabaña]…¨[1]

El 6 de mayo de 1827, le escribía a Jane, que: 

¨Estoy muy ocu­pa­do en el retra­to de Bolí­var… Procu­raré aprovechar todos los instantes que pue­da hur­tar a los asun­tos públi­cos… para ter­mi­narlo… Creo que os agradará, y veréis que bel­la expre­sión tiene, los ojos radi­antes bajo las cejas de la tes­ta alarga­da a lo per­i­cles [2]

Diecin­ueve días después, el 25 de mayo, le comen­ta a Jane que ha ade­lan­ta­do bas­tante el retra­to y que cree ha de hac­erse un graba­do en mez­zot­in­ta. Pero tam­bién, casi proféti­ca­mente, le comen­ta en esa car­ta, lo siguiente: 

¨ … Cuan­do Bolí­var ya no exista, quedarán su fama y renom­bre como el de un puro patri­o­ta y el real padre de su pueblo; como un Pres­i­dente muy por enci­ma en tal­en­to, glo­ria y vir­tud patrióti­ca al céle­bre amer­i­cano, el Gran Héroe de la Lib­er­tad para sus her­manos del Norte…¨[3]

El 18 de junio de 1827, le infor­ma a Jane, que: 

¨Voy ade­lan­tan­do el retra­to, pero aún tar­dará unas sem­anas en quedar ter­mi­na­do… Cuan­do los recibas estoy seguro que te gus­tará…  y entonces decidirás si ha de ser graba­do o desi­s­tir de ello, porque me imag­i­no que el retra­to de cuer­po entero que Sir Robert Wil­son recibió de Lima habrá sido graba­do, con el con­sigu­iente des­gaste del filo agu­do de la curiosi­dad públi­ca… Con­fío que aho­ra Mr. Can­ning habrá recibido el que le envié… espero que apre­cia­rá la aten­ción de obse­quiar­le con el retra­to del Jefe del Nue­vo Mun­do…¨ [4]

Todas las ante­ri­ores car­tas las escribió Porter cuan­do todavía Bolí­var se encon­tra­ba en Cara­cas. La que escribe a Jane, el 16 de julio de 1827, así lo atestigua: 

¨Cara­cas está desan­i­madísi­ma… todos han mar­cha­do ‑Bolí­var y su séquito y tam­bién mi ami­go Alex Cock­burn y el suyo-… Te enviaré su retra­to, es demasi­a­do grande para hac­er­lo por los despa­chos… En ver­dad me tomó mucho tiem­po con él, procu­ran­do dibu­jar­lo lo mejor que puedo, ya que se tra­ta de un per­son­aje tan trascen­den­tal, y estoy seguro que pen­sará que no he fal­la­do en la empre­sa… Con­fío que sobrepasará mis (retratos de) reyes, está acaba­do con el mis­mo esti­lo, pero es como cua­tro veces may­or; el retra­to es real­mente ‑aunque no debiera decir­lo- como él mis­mo, y creo que des­cubrirás en él una gran sem­blan­za con la descrip­ción que te di de su ros­tro y expre­sión… Creo que por el paque­te (el que sal­ió el 14 de abril) envié el retra­to de Bolí­var a Mr. Can­ning, y por el próx­i­mo que llegue espero saber que lo recibió y ten­go mucha curiosi­dad por saber cómo lo ha acogi­do y que ha dicho de él. Aho­ra ansío que el mío quede ter­mi­na­do y col­gan­do feliz­mente en vues­tra sala o come­dor…¨[5]

El 20 de julio de 1827, le escribe a Robert Wilson: 

¨Mr. Har­ry, el Vice-cón­sul en La Guaira, me infor­ma de que hay allí una caja de hojala­ta, dirigi­da a su direc­ción, que con­tiene graba­dos del Lib­er­ta­dor… No dudo que con ellos debe haber instruc­ciones en cuan­to a su pre­cio, etc.; … si el pre­cio es ele­va­do no creo que puedan vender­se mucho, la pobreza y una inven­ci­ble apatía serán los dos obstácu­los más poderosos a su ven­ta, a pesar de ser la ciu­dad natal del Héroe que rep­re­sen­ta… Por las razones expues­tas no auguro un gran éxi­to en la ven­ta de los graba­dos… Con­fío en que Mr. Can­ning le enseñará el dibu­jo de Bolí­var que le envié por uno de los paque­tes ante­ri­ores a los últi­mos; … se lo ofrecí a tan bril­lante estadista, con una mues­tra de respeto y grat­i­tud por su pro­tec­ción y ama­bil­i­dad hacia mí… Todos los que han vis­to el retra­to ase­gu­ran que tiene un gran pare­ci­do; Belford dice que es el úni­co entre los exis­tentes que refle­ja la expre­sión de su sem­blante.¨[6]

Por medio de la misi­va envi­a­da a Jane Porter sabe­mos que para el 5 de agos­to de 1827 ya había ter­mi­na­do el segun­do retra­to de Bolí­var y que había real­iza­do una acuarela en gran formato: 

¨Quiero decirte como me gus­ta el retra­to que estoy hacien­do del grande hom­bre; pero por su tamaño no será posi­ble enviar­lo a Inglater­ra en la for­ma cor­ri­ente de una car­ta; ten­drá que ir enrol­la­do en una caja de hojala­ta;… en su ros­tro encon­trarás una fiel ima­gen de la descrip­ción escri­ta que te mandé, pudi­en­do obser­var al mis­mo tiem­po que  no se parece casi en nada al retra­to que posee Sir Robert Wil­son… Hice cuan­to pude ‑a pesar de la fal­ta de prác­ti­ca que aho­ra ten­go del lápiz- para que fuese dig­no de la ilus­tre per­son­al­i­dad que rep­re­sen­ta… y tal como va la obra… creo que es lo mejor que he hecho como acuarela…¨[7]

El 17 de agos­to vuelve a expre­sar a her­mana María su rec­ha­zo al retra­to de Gil de Cas­tro en manos de Robert Wil­son, aho­ra no con tér­mi­nos racis­tas sino antifrancés: 

¨Mucho deseo que puedas ver el retra­to que he hecho de él… porque creo que estuve afor­tu­na­do al refle­jar su expre­sión benigna y hon­da­mente reflex­i­va,… el graba­do hecho en Lon­dres de un retra­to que posee Sir Robert Wil­son lo pre­sen­ta como un petu­lante Gen­er­al francés, es demasi­a­do fatuo para ser el del Pres­i­dente;… no quiero que te imag­ines que crea que el mío es per­fec­to, pero es sin duda,… tan­to en el ros­tro como en la figu­ra, mucho más verídi­co que el otro.¨[8]

Brodt­mann, J. Simón Bolí­var. 1827 cer­ca de. [¿?] Litografía. «SIMON BOLIVAR | Lith, v J. Brodt­mann.» Col. Juan Perdomo

El 20 de sep­tiem­bre de 1827, le escribe a Jane Porter que había envi­a­do el retra­to de Bolí­var por medio de Mr. Ward: su Diario; lo que había escrito para ese año y tres dibu­jos: uno del Emper­ador Ale­jan­dro, cro­quis hechos en Madeira y uno cer­ca de Cara­cas.[1]

En esta impor­tante car­ta, por lo menos según lo expre­sa­do por Porter, aparte de su famil­ia otras dos per­sonas más habrían vis­to o cono­ci­do el retra­to real­iza­do por él del Lib­er­ta­dor: Belford Hin­ton Wil­son y Her­bert Tay­lor. Así lo ates­tiguan tres car­tas, una dirigi­da a su her­mana Jane el 19 de noviem­bre de 1827, dónde además de recono­cer que la pin­tu­ra real­iza­da en Lima ‑quizá por diplo­ma­cia ante Wil­son- tiene ¨una tenue sem­blan­za¨ con el Lib­er­ta­dor, muy a pesar de haber ya expre­sa­do que se parecía a un mono: 

¨Te harás car­go del carác­ter del Lib­er­ta­dor con­tem­p­lan­do la expre­sión que tienen los ojos en el retra­to… Sien­to decir que no he recibido ningu­na insin­uación de Mr. Can­ning que sea un indi­cio de que ha recibido el dibu­jo de Bolí­var que le envié; … con­fío que lo recibió; yo estaría muy dis­gus­ta­do si hubiese ido a parar a otras manos… Cuan­do en julio pasa­do escribí a Sir Robert Wil­son le rogué pidiese al últi­mo Sec­re­tario de Esta­do que le dejase ver el retra­to, ya que su hijo me dijo que entre todos los hechos, era el úni­co que ver­dadera­mente se parecía al Lib­er­ta­dor… A propósi­to, no me has dicho si viste la pin­tu­ra de Lima de la cual se copió el graba­do en mez­zat­in­ta, y que se parece más a un mono que a Bolí­var, y no obstante, a la primera ojea­da tiene una tenue sem­blan­za con él…¨[2]

En otra car­ta dirigi­da al mis­mo Wil­son el 21 de mar­zo de 1828, además de expre­sar­le las ale­grías de volver a ver a Bolí­var en Cara­cas y desear­le éxi­to al Lib­er­ta­dor en la sal­vación del país bajo su man­do, le copia lo expre­sa­do por su her­mana María respec­to a las apre­cia­ciones  del retra­to hecho por él al Liberador: 

´Ten­dré más ale­gría de la que puedo expre­sar… si puedo otra vez estrechar su mano, y no menor en dar por segun­da vez la bien­veni­da en su ciu­dad natal a su vir­tu­oso Jefe… Deseo que el éxi­to coro­ne sus hon­estos y patrióti­cos esfuer­zos, ya que para la sal­vación de este país no veo nada más que el per­manez­ca colo­ca­do per­ma­nen­te­mente a la cabeza del mis­mo con plenos poderes… Su propia inte­gri­dad y juiciosa mod­eración ya son sufi­cientes garan­tías… Copio a con­tin­uación lo que me escribe mi her­mana María al ver por primera vez el retra­to del Lib­er­ta­dor; … ello le pro­bará que la inter­pretación fisionómi­ca de tal sem­blante puede estar de acuer­do con la real­i­dad… “En este momen­to solo ten­go pen­samien­to y ojos para Bolí­var, al cual he mira­do fija­mente más de una vez, has­ta que la ima­gen quedó vívi­da­mente impre­sa en mi memo­ria… Nun­ca había vis­to un ros­tro que me causase una impre­sión tan hon­da y extra­or­di­nar­ia; al mirar­lo, olvidé el dibu­jo ‑y has­ta al queri­do artista‑, de nada me acord­a­ba al con­tem­plar al héroe… Ví al mis­mo Bolí­var, y he podi­do ver­lo sin prisas ni estor­bos. Tu descrip­ción del él que­da exac­ta­mente cor­rob­o­ra­da por el retra­to, él no es igual que ningún otro guer­rero que nun­ca haya vis­to rep­re­sen­ta­do ‑sin ningu­na sem­blan­za con Napoleón- por lo tan­to creo que no cor­rompi­do por ningu­na de las degrada­ciones que a veces envile­cen la gran ambi­ción… Jane y yo quedamos par­tic­u­lar­mente impre­sion­adas por la ausen­cia de fuego y ardor en su sem­blante, tiene más el aspec­to de un patri­o­ta, que por un hon­do sen­ti­do del deber se ded­i­ca a los grandes actos, para los cuales él está dis­puesto has­ta el sac­ri­fi­cio, del que espera el tri­un­fo de su causa, y renom­bre, si no poder, para él… Esta rara expre­sión es la que da un interés tan inten­so a su retra­to, hacién­do­lo pen­e­trar más pro­fun­da­mente en el corazón de lo que pue­da hac­er­lo la clara con­fi­an­za de otros héroes más felices. … Real­mente me obse­siona des­de que lo he vis­to”… Creo que des­de aho­ra todo irá de acuer­do con sus deseos, … el espíritu públi­co, al que deberán des­per­tar tan­tas rep­re­senta­ciones, civiles y mil­itares, … sin duda se gen­er­alizará sin­ce­ra­mente; … si no es así, entonces en real­i­dad este pueblo no es dig­no de que lo sal­ven. En todo caso creo que la decisión del Gen­er­al está irrev­o­ca­ble­mente toma­da; y que a todo trance la quer­rá man­ten­er sagrada­mente, porque de ella depende la sal­vación de su buen nom­bre y la de su país… Tan sólo su suprema­cía puede hac­er­lo.´´[3]

La últi­ma de estas tres car­tas, dirigi­da a Her­bert Tay­los el 19 de abril de 1828, le escribe lo siguiente: 

´´Con­fío en que mien­tras mi her­mana ha esta­do en Lon­dres… le habrá podi­do enseñar el dibu­jo que he hecho de Bolí­var; en él verá los ras­gos y la expre­sión de una extra­or­di­nar­ia per­son­al­i­dad, y creo que puede adiv­inarse la ver­dadera car­rera de este Gen­er­al patri­o­ta en su ros­tro ago­b­i­a­do de inqui­etudes…´´[4]

«BOLIVAR | Kunst‑u geogr Anstalt v. Serz cie in Nurn­bg.» 1844. En: Hauschild, Ernst Innozenz (1808–1866). «Boli­var | und | San Mar­tin, | oder | der Befreiungskampf | auf der südamerikanis­chen hal­binsel | in den Jahren 1808–1826. | Fürdiedeutsche Jugend­bear­beit­et. | von | Dr. Ernst I. Hauschild, | ordentlichem­lehreran der ersten Burg­er­schule­un­dauteror­dentlichem | lehreran der Ricoais­chulezu Leipzig. | Reb­sat | dem in Etahlgestoch­enen por­trait Boli­vars | und­cin­er Rarte.|Leipzig, | Berlag von B. D. Teub­n­er.| [1844].» Col. Juan Perdomo

Porter vuelve hac­er ref­er­en­cia sobre el retra­to de Gil de Cas­tro como una ´´rep­re­sentación simi­esca,´´ puesto que así se le expre­sa a María Porter el 21 de diciem­bre de 1827: 

´´Así será la primera de ver el retra­to del glo­rioso héroe colom­biano, y podrá com­para­r­lo en su memo­ria con la rep­re­sentación simi­esca del mis­mo gran hom­bre que posee Sir Robert Wil­son… Mi Diario te hará cono­cer el carác­ter de este buen patri­o­ta, quiero decir sus sen­timien­tos más ínti­mos, porque a causa de ser tan ter­ri­ble­mente afor­tu­na­do, ha de apare­cer siem­pre delante del pueblo con la firme solem­nidad de su Lib­er­ta­dor, pero cuan difer­ente es cuan­do se desviste, y deja de lado el man­to pop­u­lar por otro de más puro y sim­páti­co, de indi­vid­ual amis­tad e inter­cam­bio pri­va­do… Bolí­var, como mi queri­do y recor­da­do Ale­jan­dro [Emper­ador Ale­jan­dro I de Rusia + 1 de diciem­bre de 1825], cuan­do se pre­sen­ta al públi­co asume el ademán de lo que  ha de ser el Jefe de una Nación cre­ciente, con la dig­nidad y toda la cortesía del títu­lo bien mere­ci­do de Lib­er­ta­dor que todos le han con­feri­do…´´[1]

En vista del futuro que le depara­ba al Lib­er­ta­dor por la con­ven­ción de Ocaña, Porter sug­iere a su her­mana Jane esper­ar la repro­duc­ción del graba­do, así se lo expre­sa el 28 de febrero de 1828: 

´´Me sien­to orgul­loso y lison­jea­do de la impre­sión que mi Bolí­var os hizo a ti y a María; debes hac­er como dices, esper­ar un poco para ver si es pru­dente repro­ducir­lo en graba­do o no. El even­to, o mejor el resul­ta­do de la Gran Con­ven­ción de Ocaña sel­l­ará su futuro poder en este país; por lo tan­to decidi­re­mos tam­bién entonces su des­ti­no.´´[2]

Según las apre­cia­ciones de Porter, el Lib­er­ta­dor no tenía una gota de san­gre de col­or ni de indio en sus venas. Hoy día sabe­mos que eso es total­mente fal­so, sin embar­go, las apre­cia­ciones de Porter esta­ban de acuer­do a la cos­tum­bre de su época, muy a pesar que recibió, a peti­ción suya, un ´bucle de su cabel­lo´, puesto que así se lo expresa­ba a su madre el 29 de febrero de 1828: 

´´A peti­ción mía me dió un bucle de su cabel­lo negro, que es real­mente her­moso; y cuan­do vea su retra­to, como quizás pue­da tam­bién ver­lo el públi­co de Europa, por un graba­do del mis­mo, se com­pro­bará el hecho, desvanecién­dose la falsedad de que es un negro o un indio. Al con­trario, no tiene una gota de san­gre de col­or en sus venas, ni la menor traza de la apatía de los indios aborí­genes ni la fero­ci­dad venga­ti­va de los africanos trasplan­ta­dos… Él es mi segun­do Bolí­var, y durante las con­mo­ciones políti­cas de 1826, siem­pre procuré pre­sen­tar sus actos a Mr. Can­ning bajo la luz más patrióti­ca y favor­able posi­ble.´´[1]

Weber. Simón Bolí­var. 1820 cer­ca de. Nurem­berg. Grabado.«BOLIVAR | Weber, Nrbg. Sc. | Zwick­au, b. D. Gebr. Schumann»

Por lo que se desprende de la car­ta envi­a­da a su her­mana Jane el 23 de abril de 1828, hecha a la suerte seguir con los tra­ba­jos de grabar su dibu­jo del Lib­er­ta­dor muy a pesar que el graba­do de Turn­er ‑para ese entonces- no había cubier­to los gas­tos, así se lo expresa: 

´´Real­mente me sien­to más hala­ga­do de lo que podría expre­sar por la expre­sión gen­er­al de encan­to y sin­cero sen­timien­to que todos man­i­fi­es­tan al ver al Bolí­var… Quiero decir al leer tan ver­dadera­mente en su ima­gen el real y vir­tu­oso carác­ter del hom­bre… Te ase­guro que lo que me dices de que los que aho­ra lle­van el timón están con el Lib­er­ta­dor, me da una ver­dadera ale­gría… Creo que si el retra­to del Pres­i­dente (el que posee Sir Robert Wil­son) aún no ha cubier­to los gas­tos, no te dará mucho estí­mu­lo para grabar el mío, sin embar­go, a estas horas la suerte debe estar ya echa­da y tal vez el tra­ba­jo bas­tante ade­lan­ta­do; su glo­rioso pen­dant creo que cubriría su cos­to aquí y en la parte septen­tri­on­al de la Repúbli­ca se vendería bien; el pare­ci­do es como él mis­mo. Te enviaré tan pron­to como pue­da el des­ti­na­do a nues­tra casa.´´[2]

 

Porter habría con­ven­ci­do a su her­mana Jane de seguir con la idea de grabar el retra­to real­iza­do por él al Libeta­dor, pues así se lo hace saber a su esposa el 23 de abril de 1828: 

´´Ya veo que, como en todo lo que hace por mí, ella (Jane) ha entra­do en la idea del retra­to de Bolí­var en cuer­po y alma. El orig­i­nal es en todos los con­cep­tos dig­no de cuan­to pue­da hac­erse para mostrar sus patrióti­cas vir­tudes al mun­do europeo, así como hac­er ver sus esfuer­zos para des­per­tar el interés de los gob­er­nantes de Inglater­ra, y que estos insis­tan para que el truhán de Fer­nan­do reconoz­ca de una vez la Inde­pen­den­cia de estos país­es…´´[1]

Por la car­ta que le escribe el 14 de mayo de 1828 a Belford H. Wil­son se desprende que el pro­pio Bolí­var sabia de los trámites de Porter para grabar su retra­to en Londres: 

´´Le ruego que traslade al Gen­er­al mis más cáli­dos y sin­ceros recuer­dos, y dígale que todo Lon­dres está admi­ra­do de la expre­sión de su sem­blante, y con­fío que cuan­do deje Colom­bia ten­dré el hon­or de ofre­cer­le algunos ejem­plares del graba­do que ya se está hacien­do de mi dibu­jo que llegó a Lon­dres el últi­mo noviem­bre.´´[2]

Muy a pesar del entu­si­as­mo de Porter sobre man­dar a grabar el retra­to del Lib­er­ta­dor él se man­tenía sus­pi­caz a la hora de vender­los quizá creería –suponemos nosotros- que cor­rería la mis­ma suerte del de Turn­er.  El 26 de mayo de 1828 en car­ta a su her­mana Jane le escribe: 

´´Acom­paño con esta car­ta un tro­zo de papel en el cual indi­co lo que creo que debería grabarse deba­jo del retra­to de Bolí­var; en la próx­i­ma car­ta te podré dar mejor una idea del número de ejem­plares que podrá nece­si­tarse aquí, a pesar de la fama del héroe, de ser esta su ciu­dad natal y de la grat­i­tud que deberían ten­er­le, no espero grandes cosas de Colom­bia… Vinieron cien copias del graba­do de Sir Robert Wil­son, y creo que de ellas sólo se vendieron diez, una de las cuales com­pré yo para mi sala y otra para un rega­lo… Lo que has deci­di­do respec­to al graba­do demor­ará de momen­to la opor­tu­nidad de que el retra­to que mandé a Mr. Can­ning pud­iese lle­gar a conocimien­to del públi­co por medio de un graba­do, lo cual creo que más pron­to o más tarde hubiese suce­di­do en el caso de no pub­li­carse el del cuer­po entero; si Mr. Reynolds ter­mi­na su parte de tra­ba­jo en tres meses, imag­i­naré qué caminos y medios pueden encon­trarse para enviar aquí unos cin­cuen­ta ejem­plares, los cuales temo sean aún demasi­a­dos para sat­is­fac­er a los pocos que quier­an dar una guinea por su Lib­er­ta­dor…´´[3]

El mis­mo 28 de mayo le escribe a Belford H. Wil­son que: 

´´Mi her­mana Jane ha puesto el retra­to del Gen­er­al en manos del mejor grabador de Lon­dres y se pagarán doscien­tas guineas por su tra­ba­jo, pudi­en­do costar cer­ca de una ter­cera parte más antes de dis­tribuirse… Mi Bolí­var fue admi­ra­do por Welling­ton y todos los grandes per­son­ajes civiles y mil­itares de Lon­dres, y le ase­guro que las seño­ras se volvían locas al ver el alma mag­nán­i­ma y real­mente grande que expre­sa su sem­blante… Creo que hacia el mes de diciem­bre ten­dré aquí algu­nas copias… Sir Robert vis­itó a mi her­mana cuan­do esta esta­ba en Lon­dres y sin duda le dirá su opinión acer­ca de la expre­sión del retra­to… Se tenía que enviar a Wind­sor para que Sus Majes­tades lo viesen antes de darse al grabador.´´ [4]

Para medi­a­dos de agos­to de 1828, seguía con la neg­a­ti­va de que en Cara­cas se vendiera su retra­to del Lib­er­ta­dor y pens­a­ba que era más val­o­rado por los europeos. Así se lo expre­sa el 15 de agos­to de 1828, a su madre: 

´´Me sor­prende… que alguien haya recomen­da­do a Nugent (?) para hac­er el graba­do de Bolí­var, segu­ra­mente que él nun­ca hubiera tenido la vanidad de indi­car­lo a la queri­da Jane… En ver­dad creo que aquí no habrá muchos que admiren tan­to al Lib­er­ta­dor como para lle­gar a com­prar su retra­to; la efigie del héroe será val­o­ra­da mil veces más por voso­tras que en la Repúbli­ca, y más en cualquier parte de la Repúbli­ca que en su ciu­dad natal, Cara­cas… Así es la grat­i­tud!…´´[5]

Ese mis­mo 15 de agos­to de 1828 le recomien­da a su her­mana Jane que si ella lo cree: 

´´con­ve­niente podría escribir­le a Lord Aberdeen [George Hamil­ton Gor­don] ofre­cién­dole un graba­do del Lib­er­ta­dor, creo que fuera mucho mejor sien­do tú quien lo hiciese, dicien­do que estás segu­ra de que al hac­er­lo te ade­lan­tas a mis inten­ciones… Con­fío en que la ele­vación de Bolí­var al Poder Supre­mo será ven­ta­josa para el graba­do del héroe; quiero decir en Europa… Aquí no le será ni una piz­ca, porque son una gente muy sin­gu­lar… a los que solo mueve el impul­so del momen­to por lo cual no se puede esper­ar de ellos nada estable… ni en actos ni sen­timien­tos… Bolí­var está aho­ra en un pinácu­lo muy peli­groso, y su pro­te­gi­do el Coro­nel Wil­son lo ve y lo siente así…´´[6]

Por lo escrito en la car­ta ante­ri­or Porter man­tenía su neg­a­ti­va en que la gente lle­gara a com­prar su retra­to de Bolí­var; veía más ven­ta­josa la posi­ción del héroe en Europa que en su tier­ra natal tan­to por los acon­tec­imien­tos políti­cos como por lo que le expresó el coro­nel Wil­son.  Esa mis­ma neg­a­ti­va seguía intac­ta el 22 de sep­tiem­bre de 1828, cuan­do le escribe a Jane lo siguiente: 

´´Respec­to al graba­do de Bolí­var, creo que prob­a­ble­mente podrían vender­se diez o doce en los Esta­dos Unidos; pero ya sabes que son tan piratas con las obras de arte y pro­duc­ciones lit­er­arias, que segu­ra­mente muy pron­to copi­arían la parte del retra­to del graba­do de Bolí­var, vendién­do­lo a un pre­cio reduci­do, lo que con­ver­tiría en nula la ven­ta de un número aún may­or que el indi­ca­do… En mis últi­mas car­tas ya os dije que era prob­a­ble que aquí se venderían algunos, pero repi­to que en Colom­bia no debe­mos esper­ar vender ni un cen­te­nar, quizás la mitad de esto, es sola­mente en Europa donde pueden obten­erse may­ores ben­efi­cios…´´[7]

Para el 24 de enero de 1829 Porter temía por la demo­ra de Reynolds y que el graba­do no lle­gara a Colom­bia antes de su par­ti­da y pens­a­ba además que la tar­dan­za del grabador se debía a que esta­ba dupli­can­do la pla­ca para así aprovechar para vender­lo en Paris, puesto que son var­ios los país­es que admi­ran a Bolí­var.[8]


[1] ASRKP.FJB. Lega­jo 05. N° de reg­istro 159. pág. 115.

[2] ASRKP.FJB. Lega­jo 27. N° de reg­istro 345.pág. 242.

[3] ASRKP.FJB. Lega­jo 05. N° de reg­istro 161.pág. 131.

[4] ASRKP.FJB. Lega­jo 27. N° de reg­istro 348.pág. 252.

[5] ASRKP.FJB. Lega­jo 05. N° de reg­istro 176. pág. 227.

[6] ASRKP.FJB. Lega­jo 05. N° de reg­istro 177. pág. 235.

[7] ASRKP.FJB. Lega­jo 05. N° de reg­istro 180. pág. 251.

[8] ASRKP.FJB. Lega­jo 07. N° de reg­istro 213. pág. 001.

[1] ASRKP.FJB. Lega­jo 05. N° de reg­istro 151.pág. 057.

[2] ASRKP.FJB. Lega­jo 05. N° de reg­istro 158. pág. 105.

[1] ASRKP.FJB. Lega­jo 03. N° de reg­istro 116. pág. 167.

[2] ASRKP.FJB. Lega­jo 05. N° de reg­istro 150. pág. 049.

[1] ASRKP.FJB. Lega­jo 03. N° de reg­istro 103. pág. 095.

[2] ASRKP.FJB. Lega­jo 26. N° de reg­istro 263. pág. 033.

[3] ASRKP.FJB. Lega­jo 27, N° de reg­istro 337. pág. 221.

[4] ASRKP.FJB. Lega­jo 27, pág. 229. N° de reg­istro 341.

[1] ASRKP.FJB. Lega­jo 02. N° de reg­istro 84. pág. 085.

[2] ASRKP.FJB. Lega­jo 03. N° de reg­istro 92. pág. 029.

[3] ASRKP.FJB. Lega­jo 03. N° de reg­istro 90. pág. 017.

[4] ASRKP.FJB. Lega­jo 03. N° de reg­istro 95. pág. 041.

[5] ASRKP.FJB. Lega­jo 04. N° de reg­istro 131. pág. 057.

[6] ASRKP.FJB. Lega­jo 27. N° de reg­istro 305. pág. 108.

[7] ASRKP.FJB. Lega­jo 03. N° de reg­istro 99. pág. 067.

[8] ASRKP.FJB. Lega­jo 03. N° de reg­istro 102.pág. 091.

[1] ASRKP.FJB. Lega­jo 04. N° de reg­istro 123. pág. 019.

[2] ASRKP.FJB. Lega­jo 02. N° de reg­istro 73. pág. 017. La negri­ta es nuestra.

[3] ASRKP.FJB. Lega­jo 02. N° de reg­istro 74. pág. 021. La negri­ta es nuestra.

[4] ASRKP.FJB. Lega­jo 02. N° de reg­istro 79. pág. 049.

[5] ASRKP.FJB. Lega­jo 02. N° de reg­istro 82. pág. 073.

[1] Archi­vo de Sir Robert Ker Porter. Fun­dación John Boul­ton. (En ade­lante: ASRKP.FJB). Lega­jo 02. N° de reg­istro 70. pág. 001. La negri­ta es nuestra.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Ver comentarios

  • Infinito agradecimiento por este aporte, con el cual usted comparte facetas muy precisas del genio Simón Bolívar Padre Libertador. Sol de América.
    Por cierto imágenes (retratos) muy distantes y distintas a lo expuesto en tiempos recientes.

    Un fuerte abrazo

    H. Reyes

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