Branger y la industria del algodón en la Valencia del siglo XX (FOTOS)
Carlos G. Cruz H.
Miembro de la Academia de Historia del estado Carabobo
tusaludhispana@gmail.com
El análisis del desarrollo industrial de Valencia desde finales del siglo XIX y principios del XX resulta muy interesante ya que toca varios sectores tales como el azúcar, el algodón, el cuero y la electricidad.
En este caso vamos a referirnos al segmento relativo a la siembra, procesamiento, transporte y venta del algodón. Un producto autóctono de nuestra región reportado en los documentos antiguos aproximadamente desde el siglo XVII.
A manera de antecedente debemos decir que el manejo del algodón en Venezuela desde el punto de vista industrial data desde el año de 1855, cuando en la ciudad de Caracas un norteamericano originario de Philadelphia funda una hilandera, pero este primer emprendimiento no logró desarrollarse y cerró sus puertas.
Luego, en 1856 se inicia una segunda hilandera en la ciudad de Maracay y es en 1858 cuando se instala el primer textil mecanizado a cargo de Juan Nepomuceno Machado en Macarao (Caracas) con un capital de 250.000 Bs., el cual funcionaba con electricidad producida por energía hidráulica a través de una acequia que tomaba agua del río Güaire.
La maquinaria de estos telares es vendida al señor Domingo Antonio Olavarría en 1877 quien funda la compañía “C.A. Telares de Valencia” con un capital de 600.000 Bs. y que fue gerenciada por cuatro catalanes hasta el año de 1883, cuando la sociedad es adquirida por el caraqueño Francisco de Sales Pérez por medio de su firma “Francisco de Sales Pérez & Cia” y luego en 1908, Sales Pérez establece los “Telares de Caracas”, en San José (Caracas) con un capital de 1,5 millones de bolívares y obtiene una nueva maquinaria proveniente de Inglaterra que comprendía 6.000 husos y 100 telares mecánicos alimentados por la electricidad generada de la planta hidroeléctrica llamada “El Encantado” propiedad de Ricardo Zuloaga Tovar.
En 1910 entran en la escena industrial textil valenciana la familia Branger con la fundación de la empresa “Telares de Carabobo” y posteriormente en 1911, los telares de Valencia y Caracas de Sales Pérez se fusionan para constituir la compañía “C.A. Telares de Caracas y Valencia” con un capital de 4.040.000 Bs. ($779.729) dividido en acciones de 100 Bs. ($19,30) que se cotizaban en el mercado de Caracas, con una capacidad de producción de 700 toneladas de textiles al año.
Las referencias documentales indican que la presencia del apellido Branger en Venezuela data de finales del siglo XIX y que proviene del matrimonio entre el Capitán Jean Branger Granier y la Sra. María Cecilia Orsattoni Cristofini en Francia y de esa unión nacierón: (Pierre Joseph, Adelaïde, Louise, Ernest Louis, Juan Henrique y Eugéne Cosme) de los cuales tres llegaron a Venezuela que fueron: (Ernesto Luis, Juan Henrique y Eugéne Cosme).
Eugéne Cosme se casó en Puerto Cabello con Blanca Benedetti Achellini en 1876; Ernesto Luis se casó en Valencia con Ana Ascención de La Victoria Párraga en 1879 y Juan Henrique se casó en San Cristóbal con Eloisa Semidei Sánchez en 1889.
En Venezuela y muy especialmente en la ciudad de Valencia, la huella que dejó la familia Branger (guiada indiscutiblemente por Ernesto Luis) en el desarrollo industrial de la misma es inobjetable.
Los registros indican que ellos recibieron formación académica en los Estados Unidos y lograron levantar un importante complejo industrial y comercial (con 700 empleados entre hombres y mujeres) que incluye telares, fábrica de aceite de semilla de algodón, tenería y electricidad.
Además, contaban para 1919 con 60 carros de mula y 20 camiones de motor con los que hacían transporte a nivel local y nacional y para ese momento su patrimonio era de 20.000.000 Bs. que equivalían a 3.860.000 de dólares y los beneficios de la producción de ese año fueron de 5.000.000 Bs. que eran cerca de 1.000.000 de dólares en oro.
En toda la historia industrial de la familia Branger hay otro aspecto muy importante que destacar el cual se trata de que ellos fueron pionero en poner en práctica de lo que se llama “responsabilidad social del empresario”, concepto este que fue conocido a finales del siglo XX y que se trata del compromiso voluntario de las organizaciones corporativas para generar no solamente nuevas plazas de trabajo, sino también impulsar el desarrollo económico y social de sus empleados y la comunidad que los rodea.
En ese sentido, la familia Branger patrocinó un plan habitacional donde derribaron todas las viviendas viejas e insalubres de sus trabajadores y les construyeron casas modernas con verdaderas condiciones sanitarias y un hecho muy significativo que no debe ser olvidado es que cuando apareció en Valencia la epidemia llamada “Gripe Española” en 1918, los Branger visitaron personalmente a los empleados enfermos en sus casas hasta dos y tres veces por día y fueron más allá porque ejecutaron un operativo especial con la instalación de cocinas para la preparación de los alimentos adecuados para los enfermos y demás cuidados en materia de salud, atendiendo a un total de 50 empleados afectados de toda su nómina y de ese grupo solamente falleció un sólo paciente, lo cual fue todo un éxito ya que en la ciudad de acuerdo a los reportes, estaban muriendo un promedio de 100 personas diarias.
Y como prueba de lo que estamos hablando a continuación vamos a transcribir el texto de una placa de reconocimiento que le entregaron los trabajadores de los telares a Ernesto L. Branger y que dice así:
“En el 8° Aniversario de la instalación de Telares Carabobo, el personal de estos, impulsado por un vivo sentimiento de justica y gratitud, presenta muy respetuosamente este sencillo recuerdo, en ofrenda de su cordial y perenne agradecimiento al Señor Don, Ernesto L, Branger, por la generosa cuanto humanitaria conducta que observó comprobándolo eficazmente en los angustiosos días de la terrible epidemia. Valencia 8 de diciembre de 1918″.
La planificación de la gerencia de “Telares Carabobo” fue realmente exitosa ya que con las ganancias obtenidas sostenía sus siembras de algodón ubicadas en Guacara y San Joaquín que no sólo abastecían la materia prima para los telares, sino que de sus semillas se procesaba el aceite que también produjeron comercialmente a partir de 1913.
A manera de conclusión y para que el público lector pueda conocer las dimensiones de lo que este grupo alcanzó bajo el liderazgo de este gran personaje debemos informar que también el Sr. Branger fundó en Valencia la fábrica de pastas “La Alianza”, la Tenería “La Asunción”, estuvo en el negocio del Tranvía, intervino en la construcción del acueducto de Valencia en tiempos de Guzmán Blanco, elaboró el plano de la ciudad y llegó a ser propietario de la mayoría de las acciones de la “C.A. Electricidad La Cumaca”, y ya para la segunda década del siglo XX, los negocios de la familia Branger se había convertido en la segunda empresa que ofrecía el mayor número de plazas de trabajo en Venezuela después de la industria petrolera.
Nota Final: Las fotografías que ilustran el presente artículo pertenecen al Dr. Juan Carlos Branger Núñez
muy Enriquecedor e ilustrativo la historia de la vida a comienzo del siglo XX…
Muchas gracias por sus comentarios Sr. Bagur. Eso nos motiva y estimula a seguir escribiendo con mucho cariño para tratar de llevarle al público lector historias interesantes y que a la vez sean entretenidas. Adicionalmente, con ello también tratamos de rescatar los valores de la sociedad civil venezolana.
Estamos su orden !!!!!
Carlos Cruz
Carlos, como siempre tus escritos son una clase muy hermosa de nuestra querida ciudad. Muchas gracias por tu dedicación y estudio de la historia. Abrazos afectuosos. !!!
Muchas gracias Francia por tu comentario. De verdad que me contenta mucho la receptividad que ha tenido este artículo.
Un gran saludo a la familia!!!
Excelente reseña histórica de tan ilustre personaje,pionero e impulsor de la ciudad industrial de Venezuela.
Muchas gracias Sr. José: Efectivamente el Sr. Luis E. Branger fue un pionero de la industria en Valencia y Venezuela, Gente que vino a Venezuela para hacerla crecer. Estamos a la orden !!!
Excelente! que importante saber de la familia Branger, especialmente del Sr. Luis Ernesto. Conocer su visión y como valoraba a la gente que le trabaja; y también haber visto a Valencia como una gran oportunidad de desarrollo industrial. Gracias por compartirlo Dr. Cruz. Saludos
Muchas gracias por sus reflexiones Lcda. Ysabel. Creo que el Sr. Branger fue un adelantado en su tiempo quien además de buen empresario tuvo un componente humanista bien importante .
Excelente Carlos.
Gracias por dedicar tu valioso tiempo para enriquecer el conocimiento de nuestro pasado!
Un abrazo
Muchas gracias Gabriela . Y es que estos comentarios son los que animan a uno a seguir adelante y tramitar siempre de dar lo mejor para llevar la historia de forma amena a la gente . Un gran Saludo !!!
Muy interesante y admirable tu escrito sobre esta historia de una familia que constituyó uno de los primeros emporios industriales de nuestra amada Venezuela. Saludos Carlos
Muchas gracias Jesús por tus comentarios y la verdad es que aprecio mucho la receptividad que ha tenido este artículo el cual ha sobrepasado todas las expectativas en cuanto a la aceptación del público lector. Estas opiniones son las que nos estimulan a seguir escribiendo y dar lo mejor de uno para que los lectores puedan pasar un rato ameno leyendo parte de nuestra historia que nunca se debe olvidar. Hoy más que nunca necesitamos que la sociedad tenga referentes para poderno desarrollar más y mejor. Un gran saludo !!!
Excelente bosquejo de la historia del desarrollo de la industria sobretodo en Valencia y que refleja la importancia de lo pioneros industriales de Venezuela; Me gustaría conocer las fuentes bibliográficas de su estudio para tratar de conseguir más material para profundizar la investigación del desarrollo industrial en Venezuela durante los siglos-XIX y XX. Gracias Carlos Cruz