Pero le fue muy difícil recibir el auxilio gubernamental (Montepío Militar) pues no tenía un solo documento que demostrara ante las autoridades su filiación con un fallecido en la Guerra de Independencia. Tal como ni siquiera el propio Páez pudo referir, Juana nunca supo dónde estaba su tumba, en caso de que hubiese existido y menos algo escrito sobre su entierro.
Necesitó además que el cura de San Fernando de Apure Julián De Santos certificara su matrimonio legítimo, al estar “destruídos por los insectos” los libros parroquiales de San Juan de Payara. El propio general Páez, de su puño y letra, le expidió una certificación, que unida a las declaraciones de otros dos sobrevivientes del Ejército Libertador: Juan Antonio Mirabal y Miguel Páez, sirvió para demostrar que Pedro José Camejo había alcanzado el grado de Teniente de Caballería y muerto en la Batalla de Carabobo “peleando contra los enemigos de la libertad”.
Lo poco que se conoce sobre ellos no indica que hayan tenido descendencia y un detalle curioso en los documentos que reposan en el Archivo General de la Nación es que Juana Andrea en varios párrafos menciona a su difunto esposo como Pedro José Camejo alias “el primero”, nunca “el negro primero”. Finalmente, luego de entregar toda su documentación Juana Andrea Solorzano recibió en 1846 el pequeño auxilio de 10 pesos mensuales.
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