Siquisique, las encomiendas y su fundación como pueblo de Doctrina de Indios

Henry Montero
Historiador 

Transcurren los años veinte del siglo XVII, ya ha finalizado el proceso de la conquista española y está en auge el proceso de colonización y fundación de pueblos y villas. Es necesario el asentamiento y el desarrollo de actividades económicas relacionadas a la producción e intercambio comercial

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En este con­tex­to apare­cerán las encomien­das como ele­men­to con­fig­u­ra­ti­vo en la fun­dación de San José de Siquisique. Ya en la ciu­dad de Bar­quisime­to el con­quis­ta­dor Juan de Vil­le­gas ha había repar­tido las respec­ti­vas encomien­das en 1552. Y está fecha es con­sid­er­a­da como la de la fun­dación de Nue­va Segovia de Baquicimeto

Las encomien­das, como su nom­bre lo indi­ca, eran dis­posi­ciones legales en las cuales los ” Indios” eran entre­ga­dos a los encomenderos, o una merced que un español recibía con deter­mi­na­da can­ti­dad de indí­ge­nas, para que ellos admin­is­tran a los encomen­da­dos en la fe reli­giosa cris­tiana, ya que los indí­ge­nas eran con­sid­er­a­dos sin alma ” racional” y amantes de idolatrías. 

Por lo tan­to, debían ser evan­ge­liza­dos. En este sen­ti­do, aparte de las encomien­das, la leg­is­lación Indi­ana españo­la pre­veía la exis­ten­cia y asis­ten­cia de un cura doc­trinero, quien se encar­garía de adoc­tri­nar en la fe católi­ca a las indí­ge­nas pertenecientes a una o varias encomien­das. Esto per­mi­tiría en el fon­do la con­cen­tración de los Indios en pobla­dos orga­ni­za­dos esta­bles y acce­si­bles para facil­i­tar a la vez la cris­tian­ización y el pon­er­los ” en policía”.

En este esce­nario históri­co es que va fun­darse el pueblo de San José de Siquisique. En pocas pal­abras, nue­stro pueblo está lig­a­do a las encomien­das. En una obra pub­li­ca­da en el año 1952 por el siquisiqueño Miguel Pacheco se nar­ra la cer­e­mo­nia real­iza­da un 9 de febrero de 1621 bajo las direc­tri­ces de Fran­cis­co Berrío y Oruña, gob­er­nador de la provin­cia de Venezuela. 

En aque­l­la época eran encomenderos de la doc­t­ri­na de San José de Siquisique las sigu­ientes per­sonas: Juan Ibáñez de Rentería, Anto­nio de Ocan­to, Fran­cis­co Andrea, capitán Juan Mateos y otros. E inclu­sive, se nom­bra a una mujer: Jua­na Ibáñez de Rentería. Y por supuesto se nom­bra al escrib­ano y los nom­bres de difer­entes ” indios” Mabro y otros suje­tos. Las encomien­das tenían bajo su pos­esión cier­ta can­ti­dad de indí­ge­nas El Juez poblador fue don Fran­cis­co Cano Balera. Y por supuesto, el cura Diego Lan­gayo. Se escogió un sitio lla­ma­do Cruz Alta y allí se erigió un pedestal como sím­bo­lo del ini­cio de la fun­dación del pueblo de Doc­t­ri­na de Indios.

Es nece­sario resaltar que nues­tra fun­dación está pro­fun­da­mente rela­ciona­da a las encomien­das de ” Indios”. Nues­tra his­to­ria siquisiqueña está imbri­ca­da en un con­tex­to históri­co rela­ciona­do con la for­ma­ción y fun­dación de pueb­los de doc­tri­nas. El próx­i­mo año estare­mos cel­e­bran­do nue­stros 400 años.

Ref­er­en­cias consultadas:
Pacheco, Miguel. (1952). Geografía e His­to­ria del Dis­tri­to Urdaneta
Rojas, Reinaldo.(1992). El Rég­i­men de la Encomien­da en Barquisimeto.1530–1810