Barquisimeto y Cabudare en la memoria de un viajero alemán
Un reconocido explorador alemán, Karl Ferdinand Appun, vino a Venezuela a principios de 1849, siguiendo recomendaciones de Alejandro de Humboldt.
Durante casi 10 años coleccionó plantas y ejemplares de la fauna, principalmente de la zona de Puerto Cabello, Yaracuy, Lara, los llanos de Cojedes y el delta del Orinoco.
Durante su paso por la Provincia de Barquisimeto, asentó en extraordinario relato: “El comercio de Barquisimeto es importante, ya que de allí van caminos hacia todas las otras ciudades del interior y el camino principal de Puerto Cabello y de Caracas, desemboca allí”.
Appun describe en detalle el importante movimiento comercial de esa ciudad: “Los comerciantes mismos de Barquisimeto, proveen con artículos europeos muchos marchantes de las ciudades más pequeñas del interior, de modo que un bienestar considerable reina en la ciudad”.
El también naturalista reseña en sus notas: “Hice visitas a varios paisanos (alemanes), a un sombrerero, que nunca falta; a un farmaceútico danés, a quien en esa distancia consideré como semialemán, y todos ellos estaban en condiciones muy buenas”.
A los dos días de permanecer en Barquisimeto, “me fastidié” y “el arriero mandó que continuáramos el viaje”.
Cabudare y sus lindas casas
Appun también narra sus apreciaciones sobre Cabudare: “No lejos de la ciudad, en el camino hacia Yaritagua, está a lo lejos un bello y alto monumento de hierro de estilo gótico y erigido en recuerdo de aquellos que en 1854, perecieron de cólera, y como protección futura ante esa enfermedad. Podría ser adorno de la ciudad; pero en la sabana desierta, en medio del alto matorral de cactos, pierde todo efecto.
Distanciado apenas de una legua de Barquisimeto, hay un pueblo mayor (Cabudare) que tiene una iglesia y que se destaca por las casas construidas lindamente; es el lugar principal de descanso para todos los viajeros y arrieros que pasan por el camino grande.
Las pulperías están colmadas de viajeros y debido a la gran cantidad de bestias de cargas paradas ante las casas, fue difícil pasar por la calle.
Los alrededores están bastante desiertos y se parecen a los llanos; solo a veces aparecen un bosquecillo y casas aisladas, muy distanciadas una de la otra, generalmente pulperías que cuidan de las necesidades de los viajeros”.
Apunn regresa a su natal Alemania, y entre 1868 y 1871 escribe Unter den Tropen: Wanderungen durch Venezuela, am Orinoco, durch Britisch Guyana und am Amazonenstrome in den Jahren 1849–1868.
La parte correspondiente a Venezuela fue publicada en español con el título En Los Trópicos, editado por la Universidad Central de Venezuela en 1961.
Luis Alberto Perozo Padua
Fuente: Karl Ferdinand Appun. En LosTrópicos. Universidad Central de Venezuela. Ediciones de la biblioteca. Caracas 1961. p 344