Los antiguos monumentos de Campo Carabobo
Luis Heraclio Medina Canelón
Historiador
Hoy en día, casi todos los venezolanos conocemos el conjunto de monumentos del Campo Inmortal de Carabobo, compuestos por el Arco, el Altar de la Patria y la Avenida Monumental con sus anexos. Los que no han ido, por lo menos lo conocen por videos o fotografías. Pero son pocos los que conocen la historia de los anteriores monumentos de Campo de Carabobo.
EL PRIMER MONUMENTO
El Congreso de Colombia, reunido en Cúcuta, el 23 de julio, poco después de la batalla del 24 de junio de 1821 decretó erigir una columna conmemorativa en el lugar de la batalla. Aunque la tradición oral señala que su elevación data de 1865, no tenemos con exactitud en qué fecha se colocó una enorme viga de madera, de unos diez metros de largo, a la que los lugareños llamaban “el Palo de Bolívar” lo cierto es ya existía ese monumento para el año de 1886; en efecto, el diario valenciano “La Voz Pública” reseña la primera celebración de un aniversario de la batalla en el mismo lugar de los hechos (antes se celebraba en la Plaza Bolívar). La iniciativa de la celebración fue del músico Francisco Ricardo Lozada. En el diario se describe una romería de coches y caballos que se trasladaron al sitio desde el día anterior, pernoctando en el caserío de Las Manzanas, inmediato al lugar, para poder estar a primera hora del 24, cuando se llevó a cabo el acto central con una banda musical y presencia de multitud de personas.
EL SEGUNDO MONUMENTO
Ya en el siglo XX, en tiempos de Cipriano Castro, el presidente del estado Carabobo el general andino Gerónimo Maldonado, ordena el primero de enero de 1901 la construcción de la columna ática, que había sido decretada por el Congreso de Cúcuta, la cual sería de cimento romano, obra que ejecutaría el famoso marmolero Roversi, contratista de varias obras en Tocuyito y Valencia. Esta bonita columna tenía casi diez metros de alto y el costo de su contrato fue de catorce mil seiscientos bolívares. Estaba a un lado del camino y lo llamaban “el Obelisco de Carabobo”. Este monumento fue inaugurado con toda pompa tres meses después el 31 de marzo de ese mismo año, lo cual fue reseñado por “El Cojo Ilustrado” con sus respectiva fotografías, donde se observan multitud de caballeros de a pié y a caballo, soldados uniformados, músicos y banderas.
Cada uno de los cuatro lados de la columna tenía una inscripción alegórica:
“Día 24 de Junio de mil ochocientos veintiuno, Simón Bolívar, vencedor, aseguró la existencia de Colombia”
“El general Manuel Cedeño, honor de los bravos de Colombia, murió venciendo en Carabobo. Ninguno más valiente que él, ninguno más obediente al Gobierno”
“El intrépido joven general Ambrosio Plaza, animado de un heroísmo eminente, se precipito sobre un batallón enemigo. Colombia llora su muerte”
“Monumento decretado por el Congreso de la Gran Colombia, reunido en Cúcuta el año de mil ochocientos veintiuno y mandado erigir por el Gobierno Provisional del Estado Carabobo presidido por el Doctor Gerónimo Maldonado, hijo, según decreto del 1ero. de Enero de 1901”
La columna de Maldonado permanecerá solitaria como único monumento hasta 1921 cuando sea derribada para la construcción del soberbio Arco de Carabobo.
EL MONUMENTO QUE NO FUE
Posteriormente, Cipriano Castro, años más tarde, decide hacer una obra de mayor prestancia y convoca a un concurso para la erección en el Campo de Carabobo de un monolito con una estatua alusiva. De las obras seleccionadas resultan pre-seleccionadas tres obras, y al final resulta ganadora la propuesta de Eloy Palacios y se encarga su ejecución en Europa. El artista encargado modifica sustancialmente su modelo original y ejecuta la obra diseñado con una base de rocas que representan el territorio liberado por Simón Bolívar, en las rocas se sitúan tres figuras que representan las tres repúblicas que integraron la Gran Colombia: Nueva Granada (Colombia), Ecuador y Venezuela. Sobre las rocas surge una palmera con hojas de metal sobre las que se posa una escultural indígena prácticamente desnuda, en nombre de la libertad. Se cuenta que utilizó como modelo a una chica de la realeza europea que tenía un amorío con el artista. Pero en el ínterin y antes de que llegue la escultura a Venezuela, el compadre de Castro y su vicepresidente Juan Vicente Gómez, lo traiciona y le da un golpe de estado. Cuando la estatua le es presentada a Gómez, éste manifiesta su descontento: no le gusta una mujer desnuda en el Campo de Carabobo.
–Que se la lleven para otra parte, dice el dictador.
Y la escultura termina en las afueras de Caracas, en una nueva urbanización que se está construyendo: en El Paraíso. Es lo que los caraqueños conocen como “La India del Paraíso”.
Posteriormente, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez es que se construirá el Arco de Carabobo (1921) para celebrar el primer centenario de la batalla, y luego en 1930, para conmemorar el primer centenario de la muerte del Libertador se erigirá el Altar de la Patria.
En 1971 durante la administración del Dr. Rafael Caldera se hará una restauración total del conjunto y se fabricará la Avenida Monumental, con el Diorama, el Mirador, el edificio de la Guardia de Honor y otras obras menores, convirtiendo el área en un bellísimo parque.
En los últimos años se ha visto todo bastante deteriorado, con espasmódicos retoques puntuales, pero en líneas generales, abandonado. Esperamos que algún día recobre su esplendor de ayer.