CrónicasHistoria

El medallón de Washington como obsequio a Simón Bolívar (VIDEO+FOTOS)

Luis Alber­to Per­o­zo Padua
Peri­odista espe­cial­iza­do en cróni­cas históricas
luisalbertoperozopadua@gmail.com
En las redes sociales: @LuisPerozoPadua

Acep­tad, Lib­er­ta­dor Simón Bolí­var, estas ofren­das, trib­u­tadas a vues­tras vir­tudes y a los ilus­tres ser­vi­cios que habéis hecho a vue­stro país y a la causa del género humano. Que ellas se con­ser­ven en los archivos de la lib­er­tad de la Améri­ca del Sur…os salu­dan como a Bolí­var el Lib­er­ta­dor, el Wash­ing­ton del Sur”.

Así le escribió George Wash­ing­ton Parke Custis, hijo adop­ti­vo del primer pres­i­dente de esta­dos Unio­dos, al Lib­er­ta­dor Simón Bolí­var en una car­ta fecha­da en 1825.

Por­trait of Simon Boli­var (1783–1830), Venezue­lan Gen­er­al, patri­ot and rev­o­lu­tion­ary, oil on canvas

La famil­ia de George Wash­ing­ton quería hom­e­na­jear al hom­bre más impor­tante del momen­to y como rega­lo le enviaron un medal­lón con el retra­to del héroe de Mount Ver­non. En el medal­lón venía igual­mente un mechón de su cabel­lo ya que en la época era común regalarse cabello.

Bolí­var no cono­ció Wash­ing­ton en per­sona, porque al morir el héroe norteam­er­i­cano en 1799 el Lib­er­ta­dor era un ado­les­cente de 16 años, su admiración tem­prana por él, lo acom­pañaría siempre.

Un detalle históri­co rel­e­vante es que cua­tro años antes de pro­ducirse la fir­ma del Acta de Inde­pen­den­cia de Venezuela, Bolí­var via­jó a Esta­dos Unidos y allí rat­i­ficó su admiración por el gen­er­al Washington.

Des­de Fran­cia Bolí­var se embar­có en un buque, en enero de 1807, que atracó en Charleston, Car­oli­na del Sur, para comen­zar su recor­ri­do por una parte de los Esta­dos Unidos. Luego, se embar­có con des­ti­no a Venezuela a medi­a­dos del mis­mo año.

Mar­quis de Lafayette

El propio La Fayette

El gob­ier­no norteam­er­i­cano encar­gó al pro­pio gen­er­al francés Gilbert du Moti­er, mar­qués de La Fayette, héroe de la Guer­ra de Inde­pen­den­cia de Esta­dos Unidos, como inter­me­di­ario entre la famil­ia de Wash­ing­ton y Bolívar.

Lafayette en sus escritos afir­mó que la famil­ia del primer pres­i­dente norteam­er­i­cano había “con­ser­va­do estas pren­das has­ta que ha venido un segun­do Wash­ing­ton que debe ser su dueño”.

El mar­qués, que man­tenía comu­ni­cación fre­cuente a través de cor­re­spon­den­cia con el Lib­er­ta­dor le escribió el primero de sep­tiem­bre de 1825:

«Mi reli­giosa y fil­iar con­sagración a la memo­ria del Gral. Wash­ing­ton, no podía apre­cia­rse mejor por su famil­ia, que hon­rán­dome con la comisión que me ha encar­ga­do. Sat­is­fe­cho de la seme­jan­za del retra­to, yo ten­go la dicha de pen­sar, que de todos los hom­bres exis­tentes, y aun de todos los de la his­to­ria, el Gral. Bolí­var es él solo a quien mi pater­nal ami­go habría preferi­do hac­er­le este obsequio…Recibid Pres­i­dente Lib­er­ta­dor, el hom­e­na­je de mi pro­fun­da y respetu­osa adhesión».

El Lib­er­ta­dor con la medal­la de Wash­ing­ton en el pecho

Bolí­var por su parte, le respondió al mar­ques Lafayette con una car­ta fecha­da en Lima, el 20 de mar­zo de 1826:

«He tenido el hon­or de ver por primera vez, los nobles car­ac­teres de esa mano bien­hecho­ra del Nue­vo Mun­do. Este hon­or lo debo al coro­nel Merci­er que me ha entre­ga­do vues­tra estimable car­ta del 1ro. de sep­tiem­bre de 25. No hay pal­abras con que explicar todo el val­or que tiene en mi corazón este pre­sente y sus con­sid­era­ciones tan glo­riosas para mí. La famil­ia Wash­ing­ton me hon­ra más allá de mis esper­an­zas aun las más imag­i­nar­ias, porque Wash­ing­ton pre­sen­ta­do por Lafayette es la coro­na de todas las rec­om­pen­sas humanas. Él fue el noble pro­tec­tor de las refor­mas sociales y vos el héroe ciu­dadano, el atle­ta de la lib­er­tad que, con una mano, sirvió a la Améri­ca, y con la otra al antiguo con­ti­nente. ¡Ah, qué mor­tal sería dig­no de los hon­ores de que se dig­nan col­marme vos y Mount Ver­non! Mi con­fusión es igual a la inmen­si­dad del reconocimien­to que os ofrez­co jun­to con el respeto y la ven­eración que todo hom­bre debe al Nés­tor de la libertad.»

Lo recibió ocho meses más tarde

El mar­qués de Lafayette llegó a Colom­bia en sep­tiem­bre de 1825 con el pre­ci­a­do obse­quio, pero el Lib­er­ta­dor se encon­tra­ba en ese momen­to en la cap­i­tal del Perú.

Lafayette imposi­bil­i­ta­do de con­tin­uar hacia aque­l­la mon­tañosa región toda vez que tenía plan­i­fi­ca­do par­tir para Europa en los próx­i­mos días, le encomendó el medal­lón al abo­ga­do antio­queño José María Salazar, jun­to con una car­ta de su puño y letra, y otra envi­a­da por el hijo de Washington.

Salazar (autor del primer Him­no de Colom­bia) que era emba­jador Plenipo­ten­cia­rio en Wash­ing­ton, le envió días después el pre­sente y las car­tas a Bolí­var, a través del correo de pos­ta. Y Le escribe:

«Señor, la famil­ia del ilus­tre Wash­ing­ton, ofrece a V. E, un pre­sente dig­no de V.E y de ella mis­ma, y se ha vali­do de su direc­ción, del respetable medio del gen­er­al Lafayette, que lo ha puesto en mis manos con las adjun­tas cartas…el señor George Wash­ing­ton Parke Custis, cuan­do en nom­bre de la famil­ia que rep­re­sen­ta, insinúa a V.E que ella ha con­ser­va­do estas pren­das, has­ta que ha venido un segun­do Wash­ing­ton que debe ser su dueño: con­cep­to que en cier­ta man­era, iden­ti­fi­ca la copia con el mod­e­lo, sen­timien­to lleno de fuerza y de belleza moral…y este pueblo, que no por ser grande, deja de ser jus­to, que en toda ocasión opor­tu­na, man­i­fi­es­ta a V.E su apre­cio y le lla­ma el Wash­ing­ton del Sur, títu­lo com­pren­si­vo del may­or elo­gio con que pue­da honrarle».

George Wash­ing­ton Parke Custis. Library of Congress

Tran­scur­rieron ocho meses, has­ta que el 25 de mayo de 1826, estando Bolí­var en la ciu­dad de Are­quipa, recibió el obse­quio que venía des­de el otro extremo del con­ti­nente. Inmedi­ata­mente Bolí­var remi­tió car­ta al hijo de Washington:

«Hoy he toca­do con mis manos este ines­timable pre­sente. La ima­gen del primer bien­hechor del con­ti­nente de Colón, pre­sen­ta­da por el héroe ciu­dadano Gen­er­al Lafayette y ofre­ci­da por el noble vásta­go de esa famil­ia inmor­tal, era cuan­to podría rec­om­pen­sar el más esclare­ci­do méri­to del primer hom­bre del universo. 

¿Seré yo dig­no de tan­ta glo­ria? No: más la acep­to con un gozo y una grat­i­tud que lle­garán, jun­to con los restos ven­er­a­bles del padre de la Améri­ca, a las más remo­tas gen­era­ciones de mi patria ellas deberán ser las últi­mas que que­den del Mun­do Nue­vo. Acepte Ud., señor, los tes­ti­mo­nios más sin­ceros y respetu­osos de mi per­fec­ta con­sid­eración. Bolívar»

Medal­lón con la ima­gen de George Wash­ing­ton envi­a­do por Esta­dos Unidos al Lib­er­ta­dor Simón Bolí­var en 1825 que usó has­ta su muerte

Autores de la libertad

El medal­lón de Wash­ing­ton es de oro maci­zo en for­ma oval, con un diámetro may­or de 7 cen­tímet­ros por otro de 5, que tiene por el anver­so el retra­to de Wash­ing­ton, artís­ti­ca­mente eje­cu­ta­do en una miniatu­ra real­iza­da por Gilbert Stew­ard, basa­da en el cono­ci­do cuadro de Robert Field y en el rever­so un esmalte azul en cuyo cen­tro aparece cubier­to por un óva­lo pequeño de cristal el mechón de cabel­lo del gen­er­al Gerge Wash­ing­ton. En el con­torno del cristal y sobre una lámi­na de oro está graba­da la sigu­iente inscrip­ción escri­ta en latín:

AÜCTORIS LIBERTATIS AMERICANJE IN SEPTENTRIONE HANC
IMAGINEM DAT FILIUS EJUS
(PATER PATRIÍE)
ADOPTATÜS ILLI Qül GLORIAM SIMILEM IN AUSTRO ADEPTUS EST.

Medal­lón de Wash­ing­ton en el bil­letes de Bs10 en 1977

El graba­do tra­duci­do al español señala: «Este retra­to del autor de la lib­er­tad en la Améri­ca del Norte, lo regala su hijo adop­ti­vo á aquél que alcanzó igual glo­ria en la Améri­ca del Sud»

Des­de ese momen­to, El Lib­er­ta­dor usaría el medal­lón de George Wash­ing­ton en su pecho, lucién­do­lo en sus tra­jes de gala.

Con respec­to al mechón de George Wash­ing­ton, se exhibe en el Museo Boli­var­i­ano de Cara­cas y el Medal­lón reposa en el museo del Ban­co Cen­tral de Venezuela.

Bil­lete de Bs 50 emi­ti­do en 1960

 

CorreodeLara

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