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Fuga en el Cuartel San Carlos: el escape de película que sacudió a Venezuela

Luis Alber­to Per­o­zo Padua
Peri­odista espe­cial­iza­do en cróni­cas históricas
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En las redes sociales: @LuisPerozoPadua

 

El lunes 6 de febrero de 1967, las emisoras de radio y televisión de Venezuela anunciaron la impactante fuga, a través de un túnel, de tres importantes líderes comunistas 

Cara­cas, martes 7 de febrero de 1967. La edi­ción matuti­na de Últi­mas Noti­cias estreme­ció a Venezuela con un tit­u­lar en mayúsculas:

“POMPEYO MÁRQUEZ, GARCÍA PONCE Y TEODORO PETKOFF FUGADOS DEL SAN CARLOS”

El país des­pertó con una noti­cia que parecía saca­da de una nov­ela de espi­ona­je o de una pelícu­la de Hol­ly­wood: tres de los más impor­tantes líderes comu­nistas habían logra­do burlar los estric­tos con­troles de seguri­dad y escapar del temi­do Cuar­tel San Car­los, la prisión mil­i­tar de máx­i­ma seguri­dad donde el gob­ier­no de Raúl Leoni man­tenía a los prin­ci­pales diri­gentes de la izquier­da radical.

Las primeras infor­ma­ciones señal­a­ban que la fuga se había eje­cu­ta­do la madru­ga­da del 6 de febrero, lunes de Car­naval, a través de un túnel de 60 met­ros de largo, cava­do des­de una bode­ga situ­a­da frente al cuar­tel, en la esquina de Jabon­ería y Macuro.

Pom­peyo Mar­quez, Teodoro Petkoff y Guiller­mo Gar­cía Ponce fuga­dos del San Car­los. Primera pági­na de Últi­mas Noticias

La audaz operación de fuga, que requir­ió meses de plan­i­fi­cación, fue finan­cia­da y apoy­a­da por una exten­sa red de mil­i­tantes de izquier­da, algunos de los cuales serían detenidos posteriormente.

La inteligen­cia mil­i­tar y la DIGEPOL (Direc­ción Gen­er­al de Policía) pusieron en mar­cha un oper­a­ti­vo nacional para recap­turar a los fugi­tivos y des­man­te­lar la estruc­tura clan­des­ti­na que los ayudó a burlar la vig­i­lan­cia del prin­ci­pal cen­tro de deten­ción de la insur­gen­cia comu­nista en Venezuela.

Per­se­cu­ción inmediata

La noti­cia cor­rió como pólvo­ra y la respues­ta del Gob­ier­no fue inmedi­a­ta. El pres­i­dente Raúl Leoni, vis­i­ble­mente molesto, declaró ante la prensa:

“No des­cansare­mos has­ta encon­trar a estos ele­men­tos sub­ver­sivos y a todos aque­l­los que los han ayu­da­do en su huida.”

El gob­ier­no activó oper­a­tivos de búsque­da en todo el país, aumen­tan­do la vig­i­lan­cia en car­reteras, aerop­uer­tos y puer­tos. La DIGEIPOL y el SIFA (Ser­vi­cio de Inteligen­cia de las Fuerzas Armadas) ini­cia­ron allanamien­tos en casas de mil­i­tantes del Par­tido Comu­nista de Venezuela (PCV) y del Movimien­to de Izquier­da Rev­olu­cionar­ia (MIR), en un inten­to deses­per­a­do por localizar a los fugados.

El pres­i­dente Raúl Leoni, en un dis­cur­so trans­mi­ti­do por radio y tele­visión, cal­i­ficó la fuga como “un aten­ta­do con­tra el orden democrático”.

“Esta acción demues­tra que aún exis­ten sec­tores que quieren impon­er la vio­len­cia sobre la vol­un­tad del pueblo vene­zolano, pero nues­tra democ­ra­cia no se verá doble­ga­da”, declaró Leoni ante el Con­gre­so Nacional, donde la oposi­ción y el ofi­cial­is­mo debatieron acalo­rada­mente sobre las fal­las de seguri­dad en el Cuar­tel San Carlos.

El Nacional. Tunel de evasión del Cuar­tel San Carlos

La fuga en primera plana

En los prin­ci­pales per­iódi­cos de la época la noti­cia dom­ina­ba los tit­u­lares y desta­ca­ban el suceso:

  • “Pom­peyo Márquez, Petkoff y Gar­cía Ponce burlan la seguri­dad del San Car­los” – Últi­mas Noticias
  • “Alta ten­sión en el gob­ier­no tras espec­tac­u­lar fuga de jefes comu­nistas” – El Nacional
  • “¡Insól­i­to! Fuga de los comu­nistas del San Car­los: se teme un nue­vo plan sub­ver­si­vo” – El Nacional
  • “Cuer­pos de seguri­dad en aler­ta máx­i­ma tras hui­da de insur­gentes” – El Universal
  • “¿Dónde están los fuga­dos? Autori­dades en máx­i­ma aler­ta” – La Esfera
  • “Túnel bajo el San Car­los: la fuga mejor plan­i­fi­ca­da del siglo” – El Mundo

Detenidos y acu­sa­dos de conspiración

Con­forme avan­z­a­ba la inves­ti­gación, la policía comen­zó a deten­er a var­ios sospe­chosos de haber facil­i­ta­do la fuga. Entre ellos, desta­ca­ban Eleazar Díaz Rangel, Gar­cía Rav­elo, Raquel Reyes, Jus­to Rafael Galín­dez e Iván Márquez, acu­sa­dos de haber par­tic­i­pa­do en la excavación del túnel y en la logís­ti­ca de escape.

El 16 de enero de 1964, Últi­mas Noti­cias había anun­ci­a­do la cap­tura de Pom­peyo Márquez en su primera pági­na, años antes de su fuga. Aho­ra, con su escape de 1967, las autori­dades inten­si­fi­caron los oper­a­tivos para evi­tar que los fugi­tivos se inte­graran a la guer­ril­la en las montañas.

Túnel hacia la libertad

El túnel, cuya edi­fi­cación fue una com­ple­ja tarea que tomó tres años de con­struc­ción, nació de la ini­cia­ti­va de Guiller­mo Gar­cía Ponce, quien, des­de la prisión, super­visó metic­u­losa­mente cada detalle del plan de escape.

El primer paso fue encon­trar una propiedad cer­cana a la for­t­aleza mil­i­tar, tarea que se llevó a cabo a través de anun­cios en la pren­sa. Una vez iden­ti­fi­ca­do el lugar ade­cua­do, se recur­rió a Simón Neheme Cha­chi­ni, un árabe mil­i­tante rev­olu­cionario, para que com­prara el local y estableciera la bode­ga “San Simón”.

Con la facha­da de un nego­cio legí­ti­mo, la con­struc­ción del túnel avanzó cuida­dosa­mente. Se preparó una tapa camu­fla­da en el piso de la bode­ga, deba­jo de la cual se excavó un hue­co que fue ilu­mi­na­do y ven­ti­la­do eléc­tri­ca­mente. Para evi­tar sospe­chas, la bode­ga oper­a­ba con nor­mal­i­dad, por lo que, en caso de inspec­ciones —que ocur­rieron en varias oca­siones—, todo parecía estar en regla.

La tier­ra extraí­da del túnel se saca­ba en bol­sas casi a diario y era arro­ja­da a las már­genes del río Guaire, traslada­da disc­re­ta­mente en la camione­ta de Simón. La excavación se real­izó var­ios met­ros bajo la calle, a una pro­fun­di­dad sufi­ciente para sortear los muros de la prisión. Un fac­tor críti­co fue el tanque de guer­ra que las autori­dades mil­itares esta­ciona­ban cada noche sobre la vía, cuyo peso debía ser con­sid­er­a­do cuida­dosa­mente en los cál­cu­los estruc­turales. Un inge­niero a fin con la izquier­da dis­eñó el apun­ta­lamien­to ade­cua­do para garan­ti­zar que el túnel resistiera la presión.

Pom­peyo Mar­quez, Teodoro Petkoff y Guiller­mo Gar­cía Ponce

Final­mente, el túnel llegó has­ta la base del cal­abo­zo donde se encon­tra­ban Pom­peyo Márquez, Gar­cía Ponce y Teodoro Petkoff. Con la ayu­da de un gato hidráuli­co, se rompió el piso y, uno a uno, comen­zaron a salir, cruzaron el túnel y lle­garon a la bode­ga. Allí, fueron ocul­ta­dos en la parte trasera de la camione­ta de Simón, cubier­tos por una lona y cajas de veg­e­tales. Con la puer­ta abier­ta, el árabe emprendió la hui­da con los fugi­tivos, mien­tras Nel­son López y Dimas Negrín cerra­ban cuida­dosa­mente la entra­da del túnel y salían disc­re­ta­mente, caminando.

La fuga, aunque exi­tosa, tuvo sus con­se­cuen­cias. Nel­son López fue des­cu­bier­to meses después y murió acribil­la­do por las fuerzas del gob­ier­no de Raúl Leoni el 1 de noviem­bre de 1967, en la redo­ma de Pra­dos del Este. Simón Neheme Cha­chi­ni logró exil­iarse en la URSS, donde vivió por un largo tiem­po has­ta su fal­l­ec­imien­to, sin volver jamás a Venezuela. Dimas Negrín, con­tin­uó con las ideas rev­olu­cionar­ias y se enfiló en el Par­tido Social­ista Unido de Venezuela.

La peri­odista María Luisa Páez, del Diario El Nacional, quien logró acced­er al túnel uti­liza­do para la evasión, infor­mó que este fue “con­stru­i­do con la ayu­da de inge­nieros y geól­o­gos, está exper­ta­mente apun­ta­l­a­do y tiene insta­lación de alum­bra­do eléc­tri­co en sus 60 met­ros de exten­sión. Tiene 70 cen­tímet­ros de alto”. Además, añadió que “a la entra­da, tiene una altura de 4.20 met­ros. Su ancho no per­mite el paso más que de una per­sona por turno. Para su con­struc­ción se emplearon instru­men­tos de pre­cisión, tales como teodolitos, brúju­las y, para su sus­tentación, se usaron gatos hidráuli­cos y pren­sas. Fue recor­ri­do por los fugi­tivos el domin­go en la noche entre las 8 y 15 y las 8 y 20 pm”.

Fueron recap­tura­dos

El escape de los tres diri­gentes no duró mucho. Teodoro Petkoff fue cap­tura­do el 16 de agos­to de 1967, ape­nas seis meses después de su fuga. Pom­peyo Márquez cayó en manos de la policía en 1969 y Guiller­mo Gar­cía Ponce fue el últi­mo en ser recap­tura­do, sien­do encar­ce­la­do nue­va­mente en los años siguientes.

Las condi­ciones de su deten­ción cam­biaron con el tiem­po, espe­cial­mente cuan­do Rafael Caldera asum­ió la Pres­i­den­cia de la Repúbli­ca en 1969 e imple­men­tó la políti­ca de paci­fi­cación, que per­mi­tió la rein­ser­ción de muchos mil­i­tantes de izquier­da en la vida política.

Inte­ri­or del Cuar­tel San Carlos

Futuro de los evadidos

La fuga del San Car­los fue un hito en la his­to­ria de la insur­gen­cia vene­zolana, en un momen­to en que las guer­ril­las, lid­er­adas por el Par­tido Comu­nista y el Movimien­to de Izquier­da Rev­olu­cionar­ia (MIR), intenta­ban deses­ta­bi­lizar al gob­ier­no con ataques en zonas rurales y urbanas. Sin embar­go, para 1969, la lucha arma­da comen­zó a perder apoyo, lo que llevó a var­ios de sus líderes a optar por la vía electoral.

Curiosa­mente, los tres pro­tag­o­nistas de la fuga se con­ver­tirían con el tiem­po en fig­uras fun­da­men­tales de la políti­ca democráti­ca vene­zolana. Teodoro Petkoff evolu­cionó hacia una pos­tu­ra socialdemócra­ta y fundó el Movimien­to al Social­is­mo (MAS) el 19 de enero de 1971. Tam­bién se desem­peñó como min­istro de la Ofic­i­na Cen­tral de Coor­di­nación y Plan­i­fi­cación (Cordiplan) des­de 1996 a 1999, en la pres­i­den­cia de Caldera. Con el paso de los años, se con­vir­tió en un agu­do críti­co del gob­ier­no del pres­i­dente Hugo Chávez y fundó el diario Tal Cual (2000). Pom­peyo Márquez tam­bién dejó la lucha arma­da y se incor­poró a la vida políti­ca sien­do elec­to Senador al Con­gre­so por Dis­tri­to Fed­er­al para el peri­o­do 1959–1962 y Min­istro de Esta­do para Asun­tos Fron­ter­i­zos de Venezuela durante el gob­ier­no de Caldera 1994–99; mien­tras que Guiller­mo Gar­cía Ponce ter­minó alin­ea­do con el chav­is­mo en sus últi­mos años. Fue miem­bro de la Asam­blea Nacional Con­sti­tuyente que redac­tó la Con­sti­tu­ción aproba­da en 1999. En sep­tiem­bre de 2003 fundó el Diario VEA, per­iódi­co del gob­ier­no que aún existe y recibió ‑post mórtem- por parte del entonces pres­i­dente Chávez el Gran Cordón de la Orden del Lib­er­ta­dor en su Primera Clase.

El escape del Cuar­tel San Car­los no solo fue una de las fugas más impac­tantes de la his­to­ria vene­zolana, sino que tam­bién mar­có un pun­to de inflex­ión en la lucha entre el Esta­do y la insur­gen­cia comu­nista. Lo que en 1967 parecía un golpe de auda­cia con­tra el sis­tema, con los años se trans­for­mó en una anéc­do­ta clave en la evolu­ción de la izquier­da vene­zolana hacia la par­tic­i­pación democrática.

El tiem­po demostraría que la vía de las armas no era el camino, y los mis­mos hom­bres que escaparon del Cuar­tel San Car­los ter­mi­narían pro­tag­on­i­zan­do el debate políti­co en el seno de la democ­ra­cia que una vez desafiaron.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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