CrónicasReportajesTodas Las Entradas

En 1999 se consultó a los ciudadanos si querían Constituyente

 

Juan José Peralta
Periodista


Con 56,5% de los votos obtenidos el 6 de diciembre de 1998, el comandante retirado Hugo Rafael Chávez Frías resultó electo por primera vez Presidente de la República de Venezuela y tomó juramento el 2 de febrero de 1999, ante el presidente del antiguo Congreso Nacional, coronel Luis Alfonso Dávila y como testigo directo el saliente mandatario Rafael Caldera. 

En el hemi­ci­clo par­la­men­tario aún resue­nan sus pal­abras de aquel día cuan­do con­vocó a una con­sti­tuyente: “Juro delante de Dios, juro delante de la Patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta mori­bun­da Con­sti­tu­ción impul­saré las trans­for­ma­ciones democráti­cas nece­sarias para que la Repúbli­ca nue­va ten­ga una Car­ta magna ade­cua­da a los nuevos tiem­pos. Lo juro”.

Final­iza­do el acto en el Capi­to­lio Fed­er­al, Chávez se fue al Pala­cio de Miraflo­res y decretó la acti­vación del Poder Con­sti­tuyente, la sober­anía pop­u­lar y el poder orig­i­nario res­i­dente en el pueblo recono­ci­do por la entonces Corte Supre­ma de Jus­ti­cia pre­si­di­da por Cecil­ia Sosa.

Así se ini­ció uno de los más impor­tantes pro­ce­sos con­sti­tuyentes de nues­tra his­to­ria repub­li­cana, comen­zan­do por una con­sul­ta vin­cu­lante de dos pre­gun­tas por “Refer­én­dum para la Con­vo­ca­to­ria de una Asam­blea Nacional Con­sti­tuyente”, cel­e­bra­da el 25 de abril de 1999, a las cuales cada ciu­dadano debía respon­der si o no. Sólo par­ticipó 37,65 de los elec­tores de los cuales 87,75 dijo que sí.

Hecho inédi­to, por primera vez se con­sultó al ciu­dadano por refer­én­dum, con­trario a las ante­ri­ores con­sti­tuyentes de nues­tra his­to­ria repub­li­cana, des­de la del gen­er­al José Anto­nio Páez en 1830, impues­tas las más de las veces por los cenácu­los de los ami­gos y seguidores de los caudil­los que las pro­movieron para atornil­larse en el poder y sat­is­fac­er sus capri­chos e intere­ses. Como quiere hac­er Maduro con su rara con­vo­ca­to­ria al esti­lo de Páez o José Tadeo Monagas.

La primera pre­gun­ta con­sulta­ba sobre la lla­ma­da a una asam­blea con poderes para redac­tar una nue­va con­sti­tu­ción: ¿Con­vo­ca ust­ed una Asam­blea Nacional Con­sti­tuyente con el propósi­to de trans­for­mar el Esta­do y crear un nue­vo orde­namien­to jurídi­co que per­mi­ta el fun­cionamien­to de una Democ­ra­cia Social y Participativa?

La segun­da era sobre las bases de los poderes referi­dos bási­ca­mente a que se debía apro­bar la nue­va con­sti­tu­ción en seis meses: ¿Está ust­ed de acuer­do con las bases prop­ues­tas por el Ejec­u­ti­vo Nacional para la Con­vo­ca­to­ria a la Asam­blea Nacional Con­sti­tuyente, exam­i­nadas y mod­i­fi­cadas por el Con­se­jo Nacional Elec­toral en sesión de fecha 24 de mar­zo de 1999 y pub­li­ca­da en su tex­to ínte­gro, en la Gac­eta Ofi­cial de la Repúbli­ca de Venezuela Nº 36.669 de fecha Mar­zo, 25 de 1999?

Moro­chas excluyentes

Los diputa­dos a la Asam­blea Con­sti­tuyente fueron elegi­dos medi­ante un sis­tema que obvió los prin­ci­p­ios democráti­cos de la rep­re­sentación minori­taria y con una arti­maña elec­toral lla­ma­da “las moro­chas” Chávez impu­so una may­oría de sus afec­tos para garan­ti­zarse el logro de sus obje­tivos y sal­vo seis diputa­dos, el gob­ier­no obtu­vo 125 representantes.

Cer­ca de cuarenta por cien­to de la población votó por los can­didatos de la oposi­ción y sólo obtu­vo cin­co por cien­to de los escaños y los chav­is­tas con 60 por cien­to de los votos logra­ban 95 por cien­to de las diputa­ciones, resul­ta­do que no refle­jó la vol­un­tad nacional en su dimen­sión justa.

Las augus­tas soberanas
Abu­so numéri­co Ya se le veía su talante autocráti­co. Con poco más de la mitad de los sufra­gios Chávez abusó de la suprema­cía tem­po­ral para  impon­er una may­oría ile­gal y anti­democráti­ca favor­able a sus intere­ses. La his­to­ria de las ante­ri­ores con­sti­tuyentes volvía a repetirse.

Para la frágil memo­ria de los vene­zolanos vale recor­dar que la Con­sti­tuyente de 1999 fue con­sul­ta­da al pueblo dos veces, para su acti­vación y después para rat­i­ficar la Con­sti­tu­ción resul­ta­do de sus deliberaciones.

En sín­te­sis, doble con­sul­ta tuvo la actu­al Car­ta Magna que el pres­i­dente Nicolás Maduro quiere sub­sti­tuir sin acud­ir a la sober­anía orig­i­nar­ia indi­ca­da en su artícu­lo 347. Ya la esco­gen­cia de los con­sti­tuyen­tis­tas se hizo de man­era amaña­da y se teme que el ardid incon­sti­tu­cional se repi­ta una vez más.

Foto de por­ta­da: Impávi­do pres­en­ció el ex pres­i­dente Caldera la jura­mentación ante “la moribunda”.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *