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La plaza Miranda de Barquisimeto se estrenó en el Cuatricentenario

 

Juan José Peralta
Periodista


La plaza Fran­cis­co de Miran­da de Bar­quisime­to, per­son­aje fun­da­men­tal de la his­to­ria de Venezuela y de toda la humanidad, recordemos que su archi­vo fue ele­va­do en 2007 por la Unesco al Reg­istro Mundi­al de la memo­ria del mundo,fue una de las obras estre­nadas por el Cua­tri­cen­te­nario en sep­tiem­bre de 1952. Se sald­a­ba una vie­ja deu­da con el Gen­er­alísi­mo porque a una plaza ante­ri­or en su hon­or le habían cam­bi­a­do el nom­bre para hac­er la actu­al plaza Bolívar.

Ubi­ca­da en la car­rera 15 con la calle 60, la plaza Fran­cis­co de Miran­da es una redo­ma con una estat­ua pedestre del más bril­lante vene­zolano de su tiem­po,  recono­ci­do como el caraque­ño uni­ver­sal, inau­gu­ra­da cuan­do se cel­e­bra­ban 400 años de la Ciu­dad de los Crepúsculos.

Plaza Fran­cis­co de Miran­da de Bar­quisime­to en 1952

Pri­sionero privilegiado

La primera plaza Miran­da de Bar­quisime­to, de quien se cumpli­eron el pasa­do 14 de julio 204 años de su muerte en la Car­ra­ca de Cádiz, donde era el pri­sionero más impor­tante de la coro­na españo­la con el priv­i­le­gio de ten­er un ayu­dante, comi­da y libros para entreten­erse, estu­vo donde hoy está la actu­al plaza Bolívar.

Esta plaza fue con­stru­i­da en 1951 en unos “peladeros de chivos” al oeste de la ciu­dad como se apre­cia en la ima­gen, al fon­do el emblemáti­co obelis­co de la ciu­dad, tam­bién en con­struc­ción inau­gu­ra­do en la mis­ma fecha hacia donde más tarde se exten­dería la cap­i­tal larense.

El ter­re­mo­to del 26 de mar­zo de 1812 arrasó a la ciu­dad quedan­do solo en pie y muy frac­tura­da la Igle­sia de San Fran­cis­co. En los solares de las casas en ruinas frente a la igle­sia de la Inmac­u­la­da Con­cep­ción se ubicó des­de 1842 la plaza Con­cep­ción. En 1894 el pres­i­dente del esta­do, gen­er­al Aquili­no Juares adquir­ió los solares aban­don­a­dos e hizo traer de Nue­va York unas ele­gantes rejas y el 4 de junio de 1896 inau­guró la primera plaza Miran­da que tuvo Barquisimeto.

El escritor Eduar­do Blan­co, autor de Venezuela Hero­ica, posó a Arturo Miche­le­na para el cuadro MIran­da en la Carraca

Obvian­do la impor­tan­cia históri­ca y los val­ores del Pre­cur­sor de la Inde­pen­den­cia, con la igno­ran­cia propia de los mil­itares y en su esti­lo arro­gante, en 1925 el gen­er­al Pedro Lizár­ra­ga le cam­bió el nom­bre a la plaza Miran­da y en el mis­mo sitio decretó la plaza Bolí­var, pero de allí no pasó.

En 1929, el tira­no gen­er­al Juan Vicente Gómez designó a su pri­mo Eusto­quio Gómez pres­i­dente del esta­do Lara, quien ordenó la con­struc­ción del pedestal y traer des­de Europa una estat­ua del Lib­er­ta­dor para rein­au­gu­rar­la en 1830, por el cen­te­nario de la muerte de Simón Bolí­var. Fue un fiestón, con jol­go­rio, cohetes y retre­ta de la Mavare.

El Gen­er­alísi­mo se quedó sin mon­u­men­to recorda­to­rio en Bar­quisime­to has­ta que en 1952, por el Cua­tri­cen­te­nario volvió a la memo­ria de la ciu­dad el hom­e­na­je al primer vene­zolano uni­ver­sal, cuyo nom­bre está inscrito en el Arco de Tri­un­fo de París ded­i­ca­do a los grandes hom­bres de la his­to­ria francesa.

Cuan­do Fran­cia cel­e­bra­ba un año más de la toma de la Bastil­la bajo el gri­to de lib­er­tad, igual­dad y frater­nidad, el 14 de julio de 1816, Miran­da murió en el hos­pi­tal de la cár­cel de La Car­ra­ca, cuan­do prepara­ba su fuga por Gibral­tar para seguir difun­di­en­do sus ideas eman­ci­pado­ras, sin famil­iares ni ami­gos y sus restos echa­dos a una fosa común donde sin suerte his­to­ri­adores y cien­tí­fi­cos han trata­do en vano de hallarlos.

El gen­er­alísi­mo Fran­cis­co de Miran­da nació en Cara­cas el 28 de mayo de 1750 y como siem­pre su fecha aniver­sario o de muerte pasó por deba­jo de la mesa. Eso no es extraño porque en la fecha de su nata­l­i­cio como de su dece­so es poco con­mem­o­ra­do en este país desmemo­ri­a­do. Inclu­so en su tiem­po era exclu­i­do por la sociedad caraque­ña por su ori­gen humilde, como cuen­ta el his­to­ri­ador Car­los Bal­ladares en His­pan­ic Amer­i­can His­tor­i­cal Review, a propósi­to de la pub­li­cación por la académi­ca his­to­ri­ado­ra Inés Quin­tero de su libro El hijo de la panadera. Fran­cis­co de Miran­da (Edi­to­r­i­al Alfa, 2014). Miran­da pade­ció de joven el hecho que su madre –espe­cial­mente su padre– fuer­an seg­re­ga­dos por los man­tu­anos debido a que estos últi­mos los con­sid­er­aron blan­cos de menor “cal­i­dad”, por una sociedad alta­mente jer­ar­quiza­da y los man­tu­anos no tol­er­a­ban ningu­na “igualación” de los blan­cos de oril­la y los mes­ti­zos, pese a la riqueza que posey­er­an (como fue el caso de los Miran­da). El pun­to de par­ti­da de este libro de Quin­tero, pub­licó Pro­davin­ci el 16 de mayo de 2014, es un incó­mo­do (y escan­daloso) inci­dente pro­movi­do por los criol­los prin­ci­pales de la cap­i­tal con­tra su padre, Sebastián Miran­da, “tenido como indi­vid­uo de infe­ri­or condi­ción y ‑para may­or escarnio- casa­do con una panadera”. Esa panadera subes­ti­ma­da por el man­tu­a­na­je criol­lo caraque­ño fue la mamá del caraque­ño uni­ver­sal. Estu­pen­da visión his­to­ri­ográ­fi­ca de la bel­la his­to­ri­ado­ra Inés Quin­tero de la vida de Fran­cis­co de Miran­da.El hijo de la panadera

CorreodeLara

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2 comentarios en «La plaza Miranda de Barquisimeto se estrenó en el Cuatricentenario»

  • Un bel­lo resumen históri­co de la Plaza jun­to al hom­e­na­jea­do de la Car­ra­ca. Nue­stro his­to­ri­ador y comen­tarista ya no está con nosotros pero seguire­mos apren­di­en­do de todo lo que dejo escrito acer­ca de la his­te­ria de Venezuela. Gra­cias Juan José Per­al­ta, no olvi­dare­mos tu trabajo.

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