José Rafael Pocaterra, fue presidente del estado Carabobo
Luis Heraclio Medina Canelón
Historiador
El 18 de abril se conmemora un año más de la muerte de José Rafael Pocaterra. Todos lo recordamos como escritor, luchador contra la tiranía de Juan Vicente Gómez y como extraordinario orador, pero pocos recuerdan que fue presidente del nuestro estado
En aquella época los presidentes de estado eran designados por el presidente de la república, es así que en 1941 Pocaterra recibe el nombramiento del presidente Isaías Medina Angarita, enmarcado en un proyecto político civilista y democrático, que trataba de modernizar a Venezuela.
La obra de Pocaterra, como gobernante, iniciada el 14 de mayo está olvidada y aquí queremos rescatarla. Lo primero que nos sorprende es una constelación de lo mejor de los carabobeños y venezolanos en su gabinete: Francisco Alvarado Escorihuela, en la Secretaría General de la Presidencia y Eladio Alemán Sucre, en la Secretaría Privada.
En los cargos relativos a la sanidad se hizo acompañar con profesionales de la talla de Alfredo Celis Pérez, Enrique Tejera, Fabián de Jesús Díaz, Manuel García y Francisco Ignacio Romero quien también fue su médico personal. Y en el deporte elementos como Teodoro Gubaira, José Bernardo Pérez y Diego Borges.
En la materia empresarial estuvieron cerca de él los Gosewich, Taborda, Branger, Degwitz, Karam, Cervini, Rotondaro, Lauría, Stelling, Blaubach, Cogorno, Aigster, Kruger, Gubaira, es decir, los padres de la industrialización de Valencia.
Es José Rafael Pocaterra quien da inicio a la construcción del Hospital Central de Valencia, lo que hoy conocemos como CHET, con la compra de un terreno en el antiguo fundo “La Guacamaya” a la señora María Luisa Chazzim de Izaguirre, obra fundamental para la salud de todos los carabobeños, hoy con sus ocho décadas a cuestas, en pleno funcionamiento.

En aquellos tiempos el centro de la ciudad sólo tenía comunicación hacia el este por el Puente Morillo, que data de la época de la colonia y Pocaterra decreta el 24 de junio de 1941 la construcción de un nuevo puente: el Puente Páez, que unirá las calles Páez, Comercio y Colombia, que se hallaban divididas por la cuenca del río Cabriales.
Fue una obra con los materiales más modernos de la época: el pavimento fue de asfalto en frío, con el correspondiente relleno de las vertientes. Tenía acero laminado y placas de concreto armado, con seis metros de ancho y doble vía, con sus correspondientes aceras y postes ornamentales.
Se ejecutaron una serie de trabajos complementarios de las Calles Comercio a la Páez y de ésta a la Colombia en la cabecera del Puente Páez y Páez a la Colombia en la cabecera del Puente Morillo y de la Rondón hasta empalmar con el Puente Navas Spínola. Este tramo de vía que une a los puentes Berrío, Páez, Morillo y Navas Spínola constituyeron la primera vía conocida como Cabriales, hoy “Paseo Cabriales”.
Pocaterra decretó el 9 de diciembre de 1941 la construcción de la “Plaza Urdaneta”, inaugurada el 5 de mayo de 1942, donde se colocó la estatua del prócer zuliano, donada por la comunidad sirio-libanesa en 1911, con ocasión del primer centenario de la declaración de la independencia.
Tuvo esta plaza fuente, pérgolas, escalinatas, inmensos árboles que le daban sombra, una fuente y espejo de agua con grandes faroles coloniales al lado de la nueva Avenida Camoruco, que también se inauguró en la ocasión. Esa plaza, junto a la fresca y sombreada avenida Camoruco, han desaparecido para dar paso a la “civilización del concreto” y apenas quedan en el recuerdo de los cronistas.

Pocaterra, hombre de honda preocupación por la cuestión social, decretó también un instituto para atender a la niñez e infancia abandonadas o desvalidas: el “Internado Rural de Carabobo”, en Naguanagua, inaugurado en 1942 para atender huérfanos y niños en peligro.
En una amplia parcela rural se construyó el edificio con capacidad para 100 niños, con amplios corredores techados, salones, dos pabellones/talleres con sus respetivos instrumentos para la capacitación de los jóvenes, comedor, baños, dormitorios en la planta baja y el el primer piso la residencia del personal directivo. El terreno de casi cinco hectáreas permitía las prácticas de trabajos agrícolas y deportes.
Otro aspecto que ha pasado desapercibido es la elaboración del “Plan de Fomento y Expansión Económica del Estado Carabobo” presentado en el Capitolio a mediados de 1942 en el marco de la “Conferencia Consultiva de Producción del Estado Carabobo”, donde Pocaterra convocó a industriales, agricultores, comerciantes, profesionales, periodistas, etc. en lo que sería un primer germen de la industrialización de Valencia.
En cuanto a lo político, será Pocaterra quien, siguiendo los lineamientos del presidente Medina, el 9 de octubre legalizará la existencia del partido “Acción Democrática” a solicitud de Alfredo Celis Pérez, Fabián de Jesús Pérez, Manuel García y otros. Irónicamente será el partido AD un factor fundamental para que cuatro años después se rompa el hilo constitucional y se le de el golpe de estado a Medina. Cría cuervos y te sacarán los ojos.
Durante su gestión se apoyaron obras importantes del gobierno nacional presidido por Medina Angarita: se aprobó la construcción del Hospital Psiquiátrico de Bárbula que luego sería la Colonia Psiquiátrica inaugurada en tiempos de Pérez Jiménez, así como se colaboró con las imponentes edificaciones del Liceo Pedro Gual y el Grupo Escolar República del Perú, que todavía hoy, ochenta años luego de su construcción son los mejores edificios educativos del estado.
Entre las obras ejecutadas por el ejecutivo regional estaban la restauración total del capitolio, restauración de la Casa Páez, de la fachada de la Catedral y la Plazoleta La Glorieta en San Blas, donde se emplazó la estatua de “La Instrucción”, antiguamente en Camoruco.Se crearon escuelas urbanas y rurales, escuelas comedor, escuelas normalistas, de música y escuela de comercio para empleados públicos y trabajadores. Se reabrieron los estudios de Derecho en la Escuela de Ciencias Políticas Miguel José Sanz, de la vieja Universidad de Valencia.
En 1943 Pocaterra es designado por el presidente Medina como ministro plenipotenciario de Venezuela en la Gran Bretaña y en 1945 se convierte en primer embajador de Venezuela ante la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, pero renuncia a los pocos días como protesta ante el cruento golpe de estado del 18 de octubre que derroca a Medina e impone al gobierno de facto de Rómulo Betancourt.
En 1949, una vez desalojados los adecos del poder vuelve a Venezuela y colabora con el gobierno de Delgado Chalbaud y la junta como embajador venezolano en Brasil y luego en Washington. Regresa a Venezuela en tiempos de Pérez Jiménez para dar su célebre discurso del cuatricentenario y muere poco después el 18 de abril de 1955.
Su gestión como presidente de estado se caracterizó por la austeridad, la honestidad y la eficiencia.

Excelente información de lo que dejamos pasar de nuestra historia
regional, sin valorar los aportes al desarrollo de este y de muchos personajes que han tributado al crecimiento de nuestro estado,gracias por traer al presente hechos e historias que nos recuerdan lo que somos !!!
Gracias mi estimada amiga.