CrónicasTodas Las Entradas

Los esclavos de Beluche y el gobierno de la reina de Inglaterra

Car­los G. Cruz H.
Miem­bro de la Acad­e­mia de His­to­ria del esta­do Carabobo
tusaludhispana@gmail.com

Cuan­do uno está real­izan­do inves­ti­ga­ciones en el cam­po de la his­to­ria es muy fre­cuente encon­trarse con hechos par­tic­u­lares que bien valen la pena colo­car en la mesa del análi­sis porque en prin­ci­pio parten como hechos curiosos que pos­te­ri­or­mente nos ofre­cen la opor­tu­nidad de pro­fun­dizar sobre el asun­to y ello nos lle­va a cono­cer acon­tec­imien­tos conex­os al hecho prin­ci­pal que lo hacen todavía más interesante.

Tal es el caso de lo ocur­ri­do en el año 1850 entre el gen­er­al Rena­to Beluche, héroe de nues­tra inde­pen­den­cia, quien nació en el año de 1780 en la ciu­dad de Nue­va Orleans (Luisiana españo­la) y el gob­ier­no de la reina Vic­to­ria de Inglater­ra en relación a la situación de 3 esclavos que poseía el gen­er­al Beluche y que para ese momen­to vivía en la ciu­dad de Puer­to Cabello.

 

A man­era de intro­duc­ción hay que decir que el fenó­meno de la esclav­i­tud en nue­stro con­ti­nente se man­tu­vo por varias décadas después de cul­mi­na­dos los pro­ce­sos de inde­pen­den­cia y por ejem­p­lo, en nue­stro país, el mis­mo se extendió has­ta el año 1854 cuan­do el Con­gre­so aprue­ba el 23 de mar­zo la “Ley de Abol­i­ción de la Esclav­i­tud” y al día sigu­iente el entonces Pres­i­dente de la Repúbli­ca, gen­er­al José Gre­go­rio Mon­a­gas fir­ma el ejecútese de la misma.

Sien­do éste un ele­men­to de alta impor­tan­cia en la economía de la región por la mano de obra y en vista de que los reinos de España e Inglater­ra habían fir­ma­do un trata­do donde qued­a­ba pro­hibido el trá­fi­co de esclavos el cual se llamó: Trata­do entre su mages­tad la Reina de España y su mages­tad el Rey del Reino Unido de la Gran Bre­taña e Irlan­da para la abol­i­ción del trá­fi­co de esclavos, con­clu­i­do y fir­ma­do en Madrid en 28 de junio de 1835.”, suma­do al acuer­do fir­ma­do entre el gob­ier­no de Venezuela y el gob­ier­no de Inglater­ra el 15 de mar­zo de 1839 para la abol­i­ción del trá­fi­co de esclavos; los nego­ciantes de la mis­e­ria optaron por imple­men­tar la figu­ra del secue­stro de hom­bres, mujeres, jóvenes y niños para con­ver­tir­los en esclavos y vender­los como mano de obra bara­ta por los ter­ri­to­rios que con­forma­ban el Gol­fo de Méx­i­co, el Caribe y Sur-América.

Y es aquí donde entra la conex­ión con el gen­er­al Beluche, ya que según los reportes del gob­ier­no inglés, en el año 1849 en ciu­dad Bolí­var el Vice-Cón­sul de Inglater­ra, Sr. Ken­neth Math­i­son se entre­vista con una  mujer de nom­bre “Louisa” quien nació en Nas­sau en la isla de Nue­va Prov­i­den­cia, súb­di­ta británi­ca libre des­de 1822 y que fue secuestra­da y vino a parar a la Nue­va Grana­da donde el gen­er­al Beluche la com­pra creyen­do que era escla­va e hizo que fuera envi­a­da a Venezuela donde estu­vo a su ser­vi­cio y allí pro­creó a 2 hijos lla­ma­dos “Dáma­so” y “Mar­cos”, quienes sien­do hijos de una “supues­ta” escla­va fueron trata­dos como “Man­u­misos” de acuer­do a la “Ley de Man­u­misos” de Venezuela y en donde “Louisa” rela­ta que esos hijos siem­pre fueron cri­a­dos por el gen­er­al Beluche y pos­te­ri­or­mente este la vende (sin los hijos) y en el tran­scur­rir del tiem­po estu­vo en pos­esión de var­ios amos pro­cre­an­do un ter­cer hijo que tam­bién fue trata­do como “Man­u­miso” para un “Señor” de Ciu­dad Bolívar.

Una vez escucha­do todo el rela­to de “Louisa”, el Vice-Cón­sul Math­i­son ini­cia el pro­ce­so admin­is­tra­ti­vo respec­ti­vo para ver­i­ficar la ver­sión de la dama y una vez com­pro­ba­da la veraci­dad de la mis­ma, acciona las ges­tiones para  reivin­dicar los dere­chos de la súb­di­ta y sus hijos, por lo cual tiene que realizar dos nego­cia­ciones: La primera con el dueño de su ter­cer hijo para que tan­to él como “Louisa” recu­peren de inmedi­a­to su legí­ti­ma lib­er­tad más el reem­bol­so del dinero que este había paga­do por ellos y a cam­bio “Louisa” renun­cia­ba a sus dere­chos de com­pen­sación por el tiem­po que ella y su hijo habían sido retenidos ilegítimamente.

Vis­conde de Palmerton

Con respec­to al pun­to de los otros dos hijos “Dáma­so” y “Mar­cos” que esta­ban en pos­esión del Gral. Beluche, se giraron instruc­ciones para que el Vicecón­sul de Inglater­ra en Puer­to Cabel­lo, Sr. John Mcwhirter hiciera el respec­ti­vo trámite y pro­cedió a con­ver­sar con el recono­ci­do héroe de la inde­pen­den­cia, quien en una acti­tud muy ciu­dadana renun­ció de for­ma inmedi­a­ta a sus dere­chos sobre ellos ya que él no sabía que eran per­sonas libres y tam­poco pre­sen­taría recla­mación algu­na para ser com­pen­sa­do por todos los gas­tos que ha tenido con ellos que incluyen vesti­do, edu­cación y man­ten­imien­to y todo eso quedó reg­istra­do en un doc­u­men­to fir­ma­do por el gen­er­al Rena­to Beluche, el vicecón­sul Mcwhirter como las partes direc­ta­mente involu­cradas y como tes­ti­gos fir­maron los señores F. Kerdel y Fer­nan­do Olavarría.

Dicho acuer­do dice lo siguiente:

“Puer­to Cabel­lo, Agos­to 8, 1850

Mem­o­ran­do cel­e­bra­do entre el Gen­er­al Rena­to Beluche y John McWhirter, Vicecón­sul de su majes­tad británi­ca, respetan­do a los niños Mar­cos y Dáma­so, hijos de una súb­di­ta británi­ca libre lla­ma­da Louisa”

“Que el gen­er­al Beluche, habi­en­do com­pro­ba­do que los dichos niños Mar­cos y Dáma­so, has­ta aho­ra errónea­mente con­sid­er­a­dos man­u­misos, eran per­sonas libres, pues tan­to como su madre lo era en el momen­to de su nacimien­to, aunque sin que él lo supiera, una súb­di­ta británi­ca libre, el gen­er­al Belouche, renun­ció inmedi­ata­mente a todo reclamo o dere­cho sobre ellos, con­sid­erán­do­los y declar­án­do­los per­sonas libres; quedan­do enten­di­do que, tenien­do en cuen­ta las cir­cun­stan­cias del caso, ningún reclamo sería respal­da­do por dicho John McWhirte en nom­bre de la madre de los 2 niños.

Por cualquier com­pen­sación por sus ser­vi­cios durante el tiem­po que estu­vieron retenidos como man­u­misos por el gen­er­al Belouche. Y que de la mis­ma man­era él, el dicho gen­er­al Beluche, nun­ca pre­sen­taría ni per­mi­tiría que se pre­sen­tara en su nom­bre, recla­mación algu­na de com­pen­sación por los gas­tos incur­ri­dos por él en sus cuida­dos, manu­ten­ción, vesti­do, edu­cación o en cualquier aspec­toEn tes­ti­mo­nio de lo cual diji­mos que el gen­er­al Rena­to Beluche y John McWhirter han fir­ma­do este mem­o­ran­do en pres­en­cia de tes­ti­gos.” Fir­mantes: Rena­to Beluche y J. McWhirter, Tes­ti­gos: F. Kerdel, Fer­nan­do Olavarría.

Puer­to Cabello

Pero la his­to­ria no con­cluye ahí, ya que el gob­ier­no británi­co en vista de la acti­tud ciu­dadana del Gral. Beluche, decide dar­le un reconocimien­to que tuvo que ser aproba­do primero por el con­gre­so de Venezuela (de acuer­do a la ley) para per­mi­tir su recep­ción, el cual con­sistía en la entre­ga de un retra­to de S.M. la reina Vic­to­ria de Inglater­ra y una medal­la de oro que tenía la sigu­iente inscripción: 

“Del Gob­ier­no Británi­co al gen­er­al Beluche por devolver gen­erosa­mente a la lib­er­tad que le cor­re­sponde a dos hijos de un súb­di­to británi­co, 1850.” 

La car­ta de aceptación del Gral. Beluche dirigi­da a Mr. Belford Wil­son en Cara­cas de fecha 29 de enero de 1851 dice así:

“Mi queri­do señor y ami­go, tan pron­to como el Con­gre­so me con­ce­da el per­miso, acep­taré la tan pre­ci­a­da medal­la que el Gob­ier­no desea hon­rar de Su Majes­tad la Reina Vic­to­ria, por haber devuel­to a su ple­na lib­er­tad a dos hijos de un súb­di­to británico.Aceptaré esta medal­la como prue­ba de los gen­erosos esfuer­zos que la poderosa Inglater­ra ha desple­ga­do con el gran y filantrópi­co obje­ti­vo de ele­var a la dig­nidad de seres humanos a aque­l­los que están degrada­dos por un esta­do de esclav­i­tud per­son­al. Por últi­mo, lo acep­taré y lo legaré a mis hijos, como tes­ti­mo­nio solemne del deber de todos los hom­bres de favore­cer y procu­rar por todos los medios líc­i­tos a su alcance la lib­er­tad pos­i­ti­va de sus seme­jantes. Ten­ga a bien, viejo ami­go, trans­mi­tir al Gob­ier­no de Su Majes­tad mi pro­fun­do reconocimien­to por el pre­ci­a­do rega­lo con que me ha hon­ra­do, y que reconoz­co asimis­mo las benévolas recomen­da­ciones que ha exten­di­do a su sin­cero ami­go y cama­ra­da.” Rena­to Beluche. 

Este intere­sante episo­dio de nues­tra his­to­ria que abor­da el tema de la esclav­i­tud pone al des­cu­bier­to un aspec­to bien impor­tante que fue el establec­imien­to de un mer­ca­do negro por medio de la figu­ra del secue­stro y que el mis­mo se uti­lizó como vía alter­na para con­tin­uar con el trá­fi­co de per­sonas y que no respeta­ba edad ni sexo. 

Por lo que el gob­ier­no británi­co además de haber fir­ma­do los trata­dos men­ciona­dos ante­ri­or­mente, tam­bién había gira­do instruc­ciones muy pre­cisas a sus súb­di­tos que residían en país­es en los que aún existía la esclav­i­tud y en donde se les decía que no podían “mer­cadear, trans­ferir, vender, emplear, ten­er o con­tratar para uso pro­pio o de otra índole en Venezuela, esclavos domés­ti­cos o de otra índole, o la descen­den­cia de una escla­va, cono­ci­do en Venezuela bajo la denom­i­nación de “man­u­misos” y “apren­dices” trata­dos como esclavos has­ta los 25 años.” 

Y, por otra parte, sería intere­sante saber si los descen­di­entes del Gral. Beluche aún aún con­ser­van la famosa medal­la y el retra­to de la reina Vic­to­ria de Inglater­ra que le fueron obsequiados.


 Bib­li­ografía:

Cor­re­spon­den­cia de los fun­cionar­ios del cuer­po con­sular de Reino Unido de la Gran Bre­taña e Irlan­da en Venezuela (1850–1851):

1‑N° 577- Mr. Beld­ford Wil­son to Visc. Palmer­ston, Cara­cas, April 13, 1850.
2‑Notice to British Sub­jects Res­i­dents in Venezuela. British Lega­tion, Cara­cas, March 30, 1850.
3‑Inclosure N° 2. Mr. Beld­ford Wil­son to Vice-Con­sul Math­i­son, Cara­cas, April 11, 1850.
4‑Circular To The British Con­suls In Venezuela. Cara­cas, April 9, 1850.
5‑N° 582-Mr. Beld­ford Wil­son to Visc. Palmer­ston, Cara­cas, August 24, 1850.
6‑Memorandum entered into between Gen­er­al Rena­to Beluche and John McWhirter, Her 7‑Britannic Majesty´s Vice-Con­sul, Respect­ing the boys Mar­co and Dáma­so, sons of a free British Sub­ject Called Louisa. Pto. Cabel­lo, August 8, 1850.
8‑N° 590-Vis­count Palmer­ston to Mr. Belford Wil­son. For­eign Office, Decem­ber 2, 1850.
9‑N° 597- Mr. Belford Wil­son to Visc. Palmer­ston, Cara­cas, Jan­u­ary 7, 1851.
10‑N° 599, Mr. Belford Wil­son to Visc. Palmer­ton, Cara­cas, Jan­u­ary 29, 1851.
11-Inclo­sure 1. Mr. Belford to Sr. Lecu­na. Cara­cas, Jan­u­ary 10, 1851.
12-Inclo­sure 2.Señor Her­rera to Mr. Belford Wil­son, Cara­cas, Jan­u­ary 28, 1851.
13-Inclo­sure 3. Mr. Belford to Gen­er­al Beluche, Cara­cas, Jan­u­ary 9, 1851.
14-Inclo­sure 4.General Beluche to Mr. Belford Wil­son, Cara­cas, Jan­u­ary 19, 1851.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *