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Monstruos sedientos de sangre: la crueldad en la Independencia

 

Angel Rafael Lombardi Boscán
Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ
@lombardiboscan

NOS HAN HECHO CREER que los héroes de la Independencia fueron seres desprendidos y benevolentes. Sólo motivados por luchar a favor de la libertad. Puro cuento chino. En una guerra de exterminio como la venezolana sólo hubo monstruos y estaban en los dos bandos. La Independencia nacional la ganaron los caudillos, en su mayoría, analfabetos y armados con ejércitos privados sobre una institucionalidad inexistente.


                La guer­ra comen­zó no por un anh­elo de lib­er­tad sino porque la Metrópoli se ausen­tó de Améri­ca en el año 1808 luego de ser inva­di­da por la Fran­cia de Napoleón Bona­parte. A par­tir de ese momen­to se desató la guer­ra civ­il que para Jor­di Canal, his­to­ri­ador hispano/francés, es más pre­ciso uti­lizar el tér­mi­no de guer­ra inciv­il. El sec­tor blan­co, el rico, for­ma­do por los penin­su­lares y criol­los inten­tó una tran­si­ción pacta­da que ter­minó en el abismo. 

Hay un libro de P. Michael McKin­ley un tan­to sor­pren­dente porque rebate las tesis al uso de unos caraque­ños descon­tentos con­tra España. Se tra­ta de: “Cara­cas antes de la Inde­pen­den­cia” del año 1885. En éste tex­to el autor lle­ga a deter­mi­nar que los habi­tantes de la Provin­cia de Cara­cas o Venezuela, la que con­tenía la may­or demografía, goz­a­ban de una pros­peri­dad económi­ca nun­ca antes vista y que no tenían razones para ir a una rup­tura con­tra la Madre Patria.

               


Ban­dera de Guer­ra a Muerte

 

 

 

 

                  La “paz” colo­nial de tre­scien­tos años fue una real­i­dad sosteni­da por tan­tas ten­siones sociales reprim­i­das que roto el dique durante los años de la guer­ra eman­ci­pado­ra se desa­taron las pasiones más cru­eles y expli­can el des­bor­damien­to de una vio­len­cia total. Los canarios pobres fueron los primeros en ir en con­tra de la fic­ción repub­li­cana que inten­taron los blan­cos criol­los a través de con­sti­tu­ciones y con­gre­sos más aére­os que otra cosa. Mon­teverde los acaudil­ló. No le bastó al aristócra­ta Bolí­var restable­cer la suprema­cía en el año 1813 porque Boves, un ángel exter­mi­nador, se puso al frente de los llaneros y par­dos para aplas­tar­lo en el año 1814. El der­ro­ta­do o moría o se tenía que mar­char al doloroso exilio. No había pun­tos medios.

                La degol­li­na la ini­cia­ron todos los impli­ca­dos. Algu­nas car­tas se fir­maron con la san­gre de los ajus­ti­ci­a­dos y algunos pre­sentes eran las cabezas fritas de los adver­sar­ios. Y esto sucedió tan­to en el ban­do real­ista como en el rebelde. Bolí­var fue el creador de un Decre­to de Guer­ra a Muerte en el año 1813 para estar en sin­tonía con unas orde­nan­zas del abo­ga­do Anto­nio Nicolás Briceño, apo­da­do “El Dia­blo”, y que luego osten­taría el gra­do de coro­nel. Este pro­pu­so en enero de 1813 se ascendiera a los sol­da­dos luego de pre­sen­tar una can­ti­dad de cabezas de españoles.

                Aho­ra bien, según la his­to­ri­ografía nacional­ista nues­tra el respon­s­able fue Mon­teverde que no respetó la Capit­u­lación de San Mateo en 1812 y traicionó al mis­mo Miran­da. En repre­salia a esto Bolí­var en 1813 pub­li­ca su con­tro­ver­tido man­i­fiesto. Recordemos que los recuer­dos los impo­nen los que escriben la his­to­ria y no impor­tan tan­to en sí los hechos tal como sucedieron (Leopold von Ranke). El dis­cur­so patrióti­co y hero­ico vene­zolano es muy sim­ple: hay dos ban­dos, los buenos y los mal­os. En los buenos hay sólo vir­tudes y en cam­bio en los mal­os habi­tan los demo­ni­os. Aris­men­di, el lla­ma­do lib­er­ta­dor de Mar­gari­ta fue tan cru­el y desalma­do como Boves. Sólo que hay una difer­en­cia. Boves perdió y Aris­men­di ganó.

                ¿Aho­ra bien como obviar el uso de prác­ti­cas ter­ror­is­tas de parte de los más con­no­ta­dos próceres patri­o­tas ya que se sobren­tiende que rep­re­sen­taron al bien? Parte de la respues­ta nos la ofrece Rufi­no Blan­co Fom­bona cuan­do dis­cul­pa los actos san­gri­en­tos de Bolí­var y otros “héroes” soste­nien­do que: “la guer­ra no se hace con her­manas de la cari­dad”. Es decir, en la guer­ra todo vale y vence por lo gen­er­al el más atroz y bru­tal. Y en Venezuela que fue la “Améri­ca mil­i­tar” según Pablo Moril­lo, el Paci­fi­cador, venido con 12.000 españoles en el año 1815, todos ellos a morir en la Cos­ta Firme, la guer­ra fue de exter­minio e irreg­u­lar, es decir, no se respeta­ban la vida de los enfer­mos y pri­sioneros. Además, ningún sol­da­do recibía paga sino que la bus­ca­ban en el pil­la­je, la extor­sión y los saque­os. Esos cuadros de Tito Salas con ejérci­tos a la euro­pea con for­ma­ciones dis­ci­plinadas y vis­tosos uni­formes no pare­cen estar inspi­ra­dos en los hechos de una guer­ra promis­cua y bár­bara como lo fue la nues­tra donde la par­tic­i­pación de los civiles fue más rel­e­vante que la de los mil­itares de carrera.

                Hay un lúci­do ensayo de Ana Joan­na Ver­gara Sier­ra que se tit­u­la: “Mon­stru­os sedi­en­tos de san­gre”. Sobre la cru­el­dad real­ista en la guer­ra de inde­pen­den­cia”, (2011). No tiene des­perdi­cio y desmi­ti­fi­ca con pre­cisión quirúr­gi­ca todos nue­stros relatos sobre una guer­ra hero­ica, supues­ta­mente de “lib­eración nacional”, encubri­do­ra de la his­to­ria en sí. Lo que asum­i­mos por his­to­ria es en real­i­dad ide­ología y pro­pa­gan­da de Esta­do por parte de un poder irre­spon­s­able que ha hecho de la Inde­pen­den­cia, Simón Bolí­var y el Ejérci­to la tri­a­da que le sostiene des­de la más grande y per­ni­ciosa manipulación.

200 mil muertes                

Nues­tra guer­ra de Inde­pen­den­cia no tuvo nada de glo­riosa. Fue una bru­tal degol­li­na. Una car­nicería sin miramien­tos. 200.000 fal­l­e­ci­dos de una población de ape­nas un mil­lón de habi­tantes. Desa­pare­ció el 20% de la población y el país quedó destru­i­do. Fue un tri­un­fo amar­go, muy amar­go. En una guer­ra se bor­ran todas las con­sid­era­ciones legales y se entra en el ter­reno de la impunidad. Las prin­ci­pales moti­va­ciones de los sol­da­dos en nues­tra Inde­pen­den­cia fueron el saqueo y el cobro de ren­cil­las per­son­ales. Hablar de la lib­er­tad para pelear era un absur­do total. Razón ésta del porqué la may­oría de los sol­da­dos y ofi­ciales sirvieron en ambos ban­dos depen­di­en­do de la for­tu­na de la guerra.

                Sería intere­sante elim­i­nar de nue­stros libros esco­lares el tema de la guer­ra: una guer­ra es sólo destruc­ción y muerte y no inspi­ra para nada bueno. Hay que estu­di­ar la paz, la frater­nidad, la sol­i­dari­dad y el res­guar­do de los Dere­chos Humanos. La guer­ra es para los brutos.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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