Una estatua para José Antonio Páez
Ulises Dalmau
Historiador y cronista
ulisesdalmau22@gmail.com
La materialización de una estatua ecuestre para el general José Antonio Páez, en actitud de su célebre “Vuelvan Caras”, tiene origen en un Decreto Ejecutivo del presidente Cipriano Castro del 24 de junio de 1903 donde se ordena erigirla, seleccionando su diseño mediante un certamen entre artistas nacionales, por lo que el 6 de octubre del mismo año se constituía en la Academia de Bellas Artes de Caracas un jurado integrado por Eduardo Blanco, Emilio J. Maury, Alejandro Chataing y Roberto Vargas para evaluar los diseños presentados por los artistas: Británico (Tito) Salas, Pedro Pérez Rangel y Andrés Pérez Mujica.
El ganador del concurso, por unanimidad, resultó ser el escultor valenciano Andrés Pérez Mujica con una maqueta en yeso, haciéndose acreedor de un premio de 500 bolívares, además de una beca mensual por trescientos francos y los gastos de un viaje a París para continuar sus estudios.
Esta imponente estatua del legendario general José Antonio Páez, fue diseñada por Andrés Pérez Mujica y realizada por el escultor venezolano Eloy Palacios. La estatua fue hecha de bronce en 1904 y al año siguiente fue colocada en la Plaza construída en honor al Centauro e inaugurada por Cipriano Castro el 23 de mayo de 1905. La Plaza Páez se encuentra en la parroquia El Paraíso de Caracas. En la imagen se encuentra la Infanta María de la Paz de Borbón junto su hija María del Pilar y el escultor Eloy Palacios en su taller de fundición en Múnich
El segundo lugar lo obtuvo Pedro Pérez Rangel con un modelo en arcilla, recibiendo un accésit de 300 bolívares, y la mención honorífica fue para Tito Salas, por sus dibujos a bajo relieve para pedestal.
Para concretar la obra, el 10 de diciembre de 1903, el gobierno del general Cipriano Castro firmó un contrato con el escultor Eloy Palacios para elaborar en su taller de fundición en Múnich la escultura ecuestre en bronce de ley que sería montada sobre un pedestal de pórfido y granito, a un costo de 140.000 bolívares, incluyendo entre sus cláusulas que estaba “facultado para introducir en el modelo del ciudadano Pérez Mujica las modificaciones y detalles artísticos que a su juicio fueran necesarios”.
El presidente general Cipriano Castro y su gabinete en la recién construida Plaza José Antonio Páez de El Paraíso, Caracas. La estatua fue diseñada en bronce por el escultor Eloy Palacios. Fue inaugurada el 23 de mayo de 1905, dado la Revolución Liberal Restauradora arrancó la misma fecha pero en 1899
Sin embargo, al ser colocada en la Plaza República de El Paraíso el 23 de mayo de 1905, en el pedestal apareció la firma de Eloy Palacios, negándose el crédito a Pérez Mujica. Una doble omisión pues con el tiempo se conocería que el modelo de Andrés Pérez Mujica estuvo inspirado en el cuadro del excelso pintor valenciano Arturo Michelena “Las Queseras del Medio” (1890) de quien se dice que además planeó convertirlo en conjunto escultórico, boceto que Pérez Mujica debió llegar a conocer, al tener en 1895 acceso a su taller como uno de sus alumnos.
El crédito a Pérez Mujica sería resarcido unos 60 años después cuando, a solicitud de su viuda Tatiana Ciedlowky, el cronista de Caracas (también valenciano) Enrique Bernardo Núñez logró que el Concejo Municipal del Distrito Federal enmendara el error.
Postal. Plaza de la República (c. 1908). Al fondo se destaca la mansión de Ricardo Zuloaga, fundador de la Electricidad de Caracas. La casa que tenía un tejado de metal, fue arrasada por un voraz incendio producto de unos de los rayos que acostumbraban caer en Caracas el mes de octubre “El Cordonazo de San Francisco”. Se perdieron valiosas pinturas de impresionistas franceses, Corot, Manet y Monet
Con el tiempo, en honor al Prócer, réplicas de esta obra original inspirada por Michelena, maqueteada por Pérez Mujica y fundida por Palacios, fueron erigidas en otras ciudades de Venezuela como San Fernando de Apure, Cocorote, Mérida, Acarigua y Valencia; siendo esta última inaugurada en 1971, vandalizada en 2003, arrumada, al tiempo restaurada y apenas, recientemente, colocada en una plaza que lleva su nombre en el popular sector de San Blas en Valencia.
Fuentes: Memoria que presenta el ministro de Obras Públicas a las Cámaras Legislativas en su Reunión Constitucional de 1905. Plagio en el Paraíso de Octavio Sisco Ricciardi.
excelente narrativa, desconocía algunos puntos expuestos aquí.
Trino Zambrano, gracias por su comentario. Saludos.