Baragua, puerta de Occidente
Henry David Montero Álvarez
Historiador
Baragua, tierra histórica por excelencia. Era la puerta militar de Occidente en la Guerra de Independencia y la Federal.
Lamentablemente Baragua perdió su brillo económico en la década de los 20 del siglo pasado. Decayó su economía hasta el punto que los baragueños empezaron a migrar hacia las zonas petroleras del Zulia.
El templo como valor histórico
El templo de Baragua, construido en una parcela de esquina y su frente principal exhibe tres portones enmarcados en arcos y portadas con molduras en relieve. En el nivel superior del muro de esta fachada se ubican tres triángulos sucesivos, y en el central hay una ventana circular en forma de sol y sobre esta hay un nicho. Los tres triángulos se unen en el borde superior mediante una cornisa corrida con una cruz al centro.
En el mismo plano de esta fachada, a la izquierda, se alza la torre de campanario de tres pisos con ventanas con arcos, posee campanas y culmina con una cúpula. Internamente la iglesia posee tres naves, presbiterio y capillas, así como también salidas laterales. Fue construida con técnicas antiguas a base de tierra en los muros, estructura de madera en los techos, tablas, mortero y tejas de arcilla; a dos aguas en las tres naves, y en el presbiterio a cuatro aguas.
Requirió 70 años para mostrar su belleza de postal, desde que el padre José María Tirado colocara la primera piedra el 2 de noviembre de 1841, hasta su conclusión el 23 de octubre de 1914. Abriría sus puertas a la devota feligresía en la víspera del Día de San Rafael Arcángel, el santo patrono de pueblo, en aquel amanecer del siglo XX que aún tenía el encanto del profundo candor religioso.
El Instituto del Patrimonio Cultural registra que esta iglesia se edificó en dos fases: la primera durante la segunda mitad del siglo XIX, pues aunque la piedra fundacional data de 1841, fue en 1859 cuando se inicia la construcción. Ya para 1906 la estructura principal de esta formidable iglesia estaba lista, para recibir las últimas pinceladas arquitectónicas en 1914.
“… dentro de este templo se encuentran enterradas varias personalidades de la época”; se presume que la municipalidad habla de comienzos del siglo XX, cuando se inhumaron en las iglesias los últimos miembros del clero y figuras relevantes de la sociedad, práctica que cayó en desuso por razones sanitarias, cuando se dispusieron los cementerios en las afueras de los centros poblados.
Algunos de los bancos de este templo están identificados con los nombres de las familias que solo ellas podían ocupar, como un odioso testimonio de la marcada estratificación de clases que imperaba en aquella época, incluso en la casa del mismísimo Dios. O de San Rafael Arcángel.
Fuente: IAM Venezuela (Institutional Assets and Monuments of Venezuela)