Barquisimetanos enemigos de Simón Bolívar
Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y cronista
luisalbertoperozopadua@gmail.com
IG/TW: @LuisPerozoPadua
Para 1819 el Cabildo de Barquisimeto estaba conformado por el alcalde de primera elección, Bernabé Planas; el alcalde de segunda elección, Juan Antonio García Tocoronte; así como Carmelo Hernández, Manuel Ocanto y Trinidad Lavado, quienes fungían como regidores; también destacaba Domingo de Alvarado, que era el procurador general.
La tarde del 19 de abril de aquel año, Francisco Oberto, comandante Político y Militar de la región, le encomendó a Juan Galíndez, fiel Ejecutor de Su Majestad, llevar personalmente a la sede del Cabildo un importante pergamino intitulado «Manifiesto de las Provincias de Venezuela a todas las Naciones Civilizadas de Europa», para que el alcalde y los representantes civiles lo rubricaran.
Libertador Simón Bolívar. Library of Congress Prints and Photographs Division Washington, D.C. 20540 USA
Así lo atestigua el excronista de Barquisimeto, Ramón Querales, anotando que todo el odio, el rencor y la frustración de los personeros de la corona española, que por largos nueve años de infructuosa lucha sin lograr reconquistar la colonia insurrecta y aplastar al Ejército Republicano dirigido por Simón Bolívar, se expresó en este manifiesto fraguado para desmeritar ante el mundo la instalación del Congreso patriótico en Angostura, que crearía la Gran Colombia.
Entre líneas, este documento recogía que la revolución contra España iniciada el 19 de Abril de 1810 reunió «los espíritus turbulentos de Venezuela, los jugadores, los ambiciosos, los asesinos, todos aquellos que o debían temer a las leyes, o que nada podían esperar aun en el orden de un gobierno regular».
En otro párrafo se refería al generalísimo Francisco de Miranda como «el célebre aventurero de Nerwide», «el ambicioso» y considera al 5 de Julio de 1811 como el día escogido «para consumar el crimen en presencia de un pueblo asombrado y consternado».
Más adelante, el documento aplaude el levantamiento del capitán general Domingo de Monteverde quien recibió en Carora «a los diputados de Barquisimeto y otros distritos con la expresión de sus votos leales a España».
En este pergamino se acusa a Bolívar de asesino y lo llama «El Traidor feroz», «bárbaro», «tirano» «que, durante once meses, entre 1813 y 1814, cometió toda clase de asesinatos, violencias, rapiñas e impiedades».
Asimismo, el documento de Oberto, exalta a los «catorce mil americanos victoriosos, voluntariamente reunidos y mandados por los Coroneles Don José Ceballos y Don José Tomás Boves, y por el Comandante Don José Yáñez, quienes liberaron a Venezuela de los principales monstruos que la infestaban», y de Bolívar quien, «en lugar de esconder su vergüenza en los países más ignorados, se presentó en Santa Fe, siendo escogido por el gobierno de aquellas provincias y entonces se vio allí, por primera vez el asesinato y la rapiña. Cobarde, imprudente, malvado, ignorante, maligno, fugitivo sedicioso, aturdido, mentiroso», son solo algunos de los cuantiosos calificativos peyorativos que en el pliego se le adjudica al Libertador.
Al general en jefe Juan Bautista Arismendi, uno de los oficiales más prominentes de la gesta de Independencia, en la escritura que nos ocupa se le juzga como «el más feroz y estúpido de los hombres», «asesino y brutal».
En lo que respecta al Congreso reunido en Angostura ese año diecinueve, lo denominan «monstruosa corporación».
Este «Manifiesto a las Naciones Civilizadas de Europa, las llama a impedir que sus nacionales vengan a unirse a los ejércitos patriotas y aunque saben ‑dicen que las naciones cultas no caerán en el engaño del sedicioso Bolívar‑, no dudan exponerles que es para ellas de la mayor importancia conocer esta clase de malvados, que deshonra con sus crímenes al género humano y a los poderosos que los permiten o consideran…»
El manifiesto que iba en contra de la independencia de América, en contra de la creación de Colombia la grande y explícitamente en contra del Libertador Simón Bolívar, está rubricado primeramente por Bernabé Planas, alcalde político de Barquisimeto.
El primer gobernador
Pasado los años turbulentos de la Independencia, como representante cantonal ante la Diputación Provincial de Carabobo, Bernabé Planas promovió la división de la extensa provincia carabobeña con pretensiones de crear una nueva. Para tal fin presentó a la plenaria del parlamento un elaborado informe señalando que era una necesidad prioritaria su desmembración, debido a la numerosa población de aquella provincia y las largas distancias a recorrer para gestionar trámites, por lo que manifiesta los beneficios que tendría para la administración pública y de justicia una nueva provincia.
Este organismo estudió la petición y en 1831 elevó la solicitud al Congreso Nacional en donde las cámaras legislativas ‑reunidas en Congreso- mediante el decreto 144 del 29 de marzo de 1832, aprobó la creación de la Provincia de Barquisimeto, que integraba el territorio comprendido por los cantones de Barquisimeto, Carora, El Tocuyo, Quíbor, Yaritagua y San Felipe con capital en Barquisimeto.
Para ocupar el cargo de gobernador de la nueva provincia, el presidente de la República, general José Antonio Páez, designó a Bernabé Planas. Repetirá en el cargo entre los años 1841 y 1843, desarrollando así una administración que debió soportar el encarnizado peso del pasado encarnado por la oposición que no olvidó jamás «la traición de sus actos».
Su gestión gubernamental fue considerada progresista y ajustada a los términos de la ley. Durante su segundo gobierno se instaló en Barquisimeto el primer alumbrado público, inaugurado en abril de 1842.
Las crónicas cuentan que Eustoquio Gómez, presidente del estado Lara (1929–1935) y primo hermano del Benemérito general Juan Vicente Gómez, jamás le dio relevancia a la figura de Bernabé Planas, al contrario, siempre evocaba aquella traición a Bolívar, escenario que terminó proscribiendo a Planas, tanto que aun hoy es un personaje desconocido para la historia larense.
Fuentes consultadas
Querales, Ramón. (RE) Visión, apuntes para la Historia del municipio Iribarren. V. II Concejo Municipal de Iribarren. Barquisimeto 1996.
Brito, José Ramón. Hombres Ilustres de Cabudare. Barquisimeto, 1946.
Cañizales Verde, Francisco. Resoluciones, peticiones, correspondencia de la Primera Diputación Provincial de Barquisimeto, 1832. Volumen I. Publicaciones del Centro de Historia Larense. Barquisimeto, 1992.
Pérez, Omar Alberto. Bernabé Planas. Diccionario de Historia de Venezuela. Fundación Polar. Consulta en línea 21/3/2022