Carmen Rosario Párraga: siquisiqueña aguerrida

Henry Montero
Historiador

La his­to­ria de Siquisique tam­bién está escri­ta con la voz y escrit­u­ra de las mujeres. Una nar­ración escrit­ur­al siem­pre debe ser con­ta­da a través de las mujeres, quiénes le dan un toque espe­cial a través de sus sen­timien­tos, viven­cias y sig­nifi­ca­ciones vivi­das y por vivir

---

La mujer siem­pre rompe con la monot­o­nía del dis­cur­so mas­culi­no dom­i­nante, que tra­ta de invisilizar o hac­er invis­i­ble el rol e impor­tan­cia de la mujer en la sociedad. Pre­cisa­mente este pequeño escrito está dirigi­do a resaltar la figu­ra femeni­na expre­sa­da a través de una mujer aguer­ri­da de Siquisique, quién rompió con los con­ven­cional­is­mos y esque­mas men­tales dom­i­nantes en la micro sociedad Siquisiqueña en las décadas prece­dentes. Nece­si­ta­mos recor­dar que nues­tra sociedad se car­ac­ter­i­za por el machis­mo y los estereoti­pos dom­i­nantes en torno al papel de mujer en la sociedad.

Se tra­ta de Car­men Rosario Pár­ra­ga, quien a lo largo de su vida luchó por mejo­rar las condi­ciones de vida de nue­stro pueblo, y a la vez se con­vir­tió en mujer que dio lo mejor de sí mis­ma, para con­ver­tirse en un mod­e­lo o ejem­p­lo a seguir por las futuras gen­era­ciones de mujeres de nue­stro ama­do ter­ruño priv­i­le­gia­do. En tér­mi­nos actuales, fue la primera femenista Siquisiqueña.

Ella fue la primera mujer quién mane­jó una bici­cle­ta, la primera que con­du­jo una camione­ta, la fun­dado­ra del primer Cine Urdane­ta, la redac­to­ra de numerosos per­iódi­cos locales: El Provin­ciano y La Voz del Pueblo, colab­o­rado­ra con­stante de la pren­sa Regional. 

Escribía con­stan­te­mente en el Impul­so, el Infor­mador, Últi­mas Noti­cias y otros. Cro­nista ofi­ciosa y con­stante de difer­entes reseñas históri­c­as de nue­stro pueblo. Par­ticipó acti­va­mente en la lucha pro mejo­ras de los ser­vi­cios públi­cos. Ejer­ció tam­bién como edu­cado­ra en el caserío Coro­bore, cer­cano a Siquisique. Mujer estu­diosa y de una amplia aper­tu­ra de ideas. Siem­pre se le veía con entu­si­as­mo en las con­ver­sa­ciones de hom­bres. Era una luz radi­ante. Su voz era escucha­da con aten­ción por la gente del pueblo, ávi­da de saberes.

Se car­ac­ter­izó por su aper­tu­ra epis­te­mológ­i­ca. Siem­pre con ganas de apren­der algo nue­vo. Nun­ca se cer­ró a nuevos proyec­tos. Sus con­ver­sa­ciones y diál­o­gos con emi­nentes int­elec­tuales Siquisiqueños y Baragueños le per­mi­tieron ampli­ar su horizonte. 

No eran raros sus diál­o­gos con Anto­nio Domin­go Melén­dez, Mon­señor Hilde­maro Flo­res, José Félix Cre­spo, Félix Vásquez, José María Espinoza y otros. En pocas pal­abras, fue una mujer aguer­ri­da y com­bat­i­va, quien vivió sus propias cir­cun­stan­cias históri­c­as. Sir­va esta pequeña reseña históri­ca como un hom­e­na­je a nues­tra Insigne Car­men Rosario Pár­ra­ga, quien dio lo mejor de sí para enal­te­cer nues­tra siquisiqueidad.