Carnavales de Agua Viva (Locos y Locainas)
José Luis Sotillo J.
Cronista Parroquial de Agua Viva
aguavivajose@hotmail.com
Los carnavales en el piedemonte del majestuoso Terepaima, se llevaron a cabo por iniciativa de los antiguos pobladores del caserío Agua Viva, coloridos por naturaleza, entre los hechos que identificaban a los mismos estaban que se hacía acompañar de un conjunto de cantores o músicos al canto vivo de ¡Ay Zaragoza¡, un cuerpo de disfraces que por lo general eran vestidos de locos y locainas, delante de estos el baile del Sebucán o la Cinta y más adelante un personaje emulando a un diablo que recorría las polvorientas calles del Agua Viva ancestral.
La tradición oral registra, que este diablo con látigo en mano, asustaba a los infantes de la época. Al finalizar la tarde y entrante la noche estos disfraces entraban a uno de los caneyes como el de San Antonio, dispuesto para las actividades de la comunidad o en el caney de Ramón Méndez, esto para los años 30 del siglo XX.
Luego con la presencia tocuyana en Agua Viva, las fiestas carnestolendas se rotaban en distintos puntos como en el antiguo Cardón y El Paradero; caso curioso era que cuando estos se estacionaban en la pulpería de la casa de Rumualdo Rodríguez, sacaban una piñata de barro colgada en un cují donde se ubica la vivienda aledaña a la actual plaza Bolívar de Agua Viva. Estaba rellena de caramelos, dinero y a veces de iguanas (reptil) que al partir salían corriendo y este identificativo personaje solía con chaparro en mano ahuyentar a los niños como un susto.
Ya en cada baile nocturno los disfrazados de locos y locainas acostumbraban con cascaras vacías rellenas de papelillos; partírselas en la cabeza, a las parejas las llenaba de papelillo. El último día del Carnaval, los locos se quitaban sus caretas para seguir la fiesta completa. La última vez que se festejaron estas fiestas carnestolendas sería en el año 2003, bajo iniciativa de la Casa de la Cultura San Antonio de Agua Viva presidida por Gabriel Vargas y su equipo directivo junto a los Tamunangueros de Agua Viva.
Eran organizados en sus inicios por las señoras Mercedes de Castillo y María Eugenia Ramírez entre otros tantos, esto para los años 80, eran carnavales infantiles y juveniles, entre algunas candidatas estaban las jovencitas Digna Almao y luego Carolina Azuaje. Fueron iniciativas vecinales e incluso en una oportunidad el ex prefecto y luego alcalde de Palavecino Carlos Segura Paradas, impuso la corona a la soberana del Carnaval infantil de Agua Viva.