Crónicas

Ciencia y tecnología en la época de Simón Bolívar

 

Omar Garmendia
Cronista y escritor

Filosofía natural y ciencias útiles corresponden a lo que en el lenguaje de hoy se conoce como ciencia y tecnología, que desde los tiempos de Descartes (1596–1650) con su planteamiento sobre la separación de la fe y la razón, aunado con el propósito de dar a la filosofía una nueva dimensión tan clara y precisa como las verdades matemáticas, trajo como consecuencia una convulsión en la conciencia que tipificaba el espíritu de la época, que ensanchó y vigorizó el conocimiento humano, científico y técnico que se producía en su momento y que se proyectaría en los siglos


En la época en que el Lib­er­ta­dor Simón Bolí­var vivió, ya se tenía con­cien­cia de la impor­tan­cia de la cien­cia y la tec­nología en el mun­do civ­i­liza­do. La astronomía cada vez se venía desar­rol­lan­do a la par de la con­struc­ción de mejores y más grandes tele­sco­pios. Ya se conocía la util­i­dad prác­ti­ca de la elec­t­ri­ci­dad con los exper­i­men­tos de Ben­jamín Franklin; se sabía, gra­cias a James Watt el prin­ci­pio de la máquina de vapor, lo que hizo posi­ble la apari­ción del bar­co a vapor y el primer fer­ro­car­ril que se había con­stru­i­do en Inglater­ra. Se inven­ta el tal­adro mecáni­co e inno­va­ciones en las máquinas de hilar. Se des­cubren el oxígeno, hidrógeno, nitrógeno y el cloro por parte de Priest­ley, Lavoisi­er y Cavendish. Se reconocían nuevas especies zoológ­i­cas y botáni­cas. Todos estos aspec­tos influyeron grande­mente en los país­es del mun­do en el conocimien­to, lo económi­co y lo políti­co (Arends, 1986).

Cien­cia y tec­nología en Venezuela

Para la época del nacimien­to de Bolí­var en 1783, los aso­mos cien­tí­fi­cos de la cien­cia y la tec­nología en Venezuela se lim­ita­ban a descrip­ciones e inven­tar­ios ini­ci­a­dos por los cro­nistas y via­jeros, que consigna­ban todo lo que observ­a­ban, tales como los fenó­menos nat­u­rales, flo­ra y fau­na y aun sociedades humanas, en un mun­do que les era total­mente desconocido.

Por otra parte, las tec­nologías prim­i­ti­vas sub­sistían con las más “mod­er­nas”, des­de la indí­ge­na para pro­ducir casabe, pescar, fab­ricar canoas, hamacas y otros enseres, has­ta pasar a los trapich­es de caña, alam­biques, curtiem­bres, her­rerías, telares, fábri­c­as de velas y jabón.

En este sen­ti­do, Arends (op. cit, p. 18), refiere la pres­en­cia de dos eta­pas en el desar­rol­lo cien­tí­fi­co en Venezuela, uno lla­ma­do perío­do recolec­tor, donde la figu­ra más desta­ca­da está rep­re­sen­ta­da en el padre José Gumil­la con la obra El Orinoco ilustra­do y defen­di­do. El otro es el perío­do descrip­ti­vo, que se ocu­pa de inves­ti­gar las mate­rias y sus impli­ca­ciones indus­tri­ales como min­er­alogía, la botáni­ca y los usos med­i­c­i­nales de esta, entre otros aspec­tos. Cien­tí­fi­cos lle­ga­dos antes de Bolí­var reco­gieron impor­tantes especímenes botáni­cos, pero el país no tenía la cul­tura nece­saria para el ben­efi­cio de los conocimien­tos de estos inves­ti­gadores y aun del nat­u­ral­ista más ilustra­do y eru­di­to de su época, el barón Ale­jan­dro de Hum­boldt, quien diría, no sin cier­ta aflicción:

“En el medio de las mar­avil­las de la nat­u­raleza, tan rica en pro­duc­ciones, ningu­na per­sona de esta cos­ta está ded­i­ca­da al estu­dio de las plan­tas y minerales”.

(Arends, op cit. p.19)

La indus­tria y la guerra

Para Bolí­var, la cien­cia y la tec­nología forma­ban parte de una políti­ca de Esta­do, que en un país en guer­ra rep­re­senta­ba un desafío extra­or­di­nario, con necesi­dades impre­scindibles en cues­tiones como arma­men­tos, muni­ciones, pólvo­ra, ali­mentación de las tropas, ves­tu­ario y trans­porte, fun­da­men­tal­mente. Por un lado, las importa­ciones esta­ban en su niv­el ínfi­mo por las difi­cul­tades inher­entes a la guer­ra y por otro las nego­cia­ciones en otros país­es, la may­oría lejanos, impedían el flu­jo de ele­men­tos nece­sar­ios para la pro­duc­ción de insumos.

Para 1814, no disponien­do de importa­ciones, había que fab­ri­car­lo todo. Para ello Bolí­var recurre a la colab­o­ración de los tec­nól­o­gos, a los que en esa época se les denom­ina­ba “inteligentes” para la acti­vación de fábri­c­as e indus­trias como la de la pólvo­ra, para lo que se nece­sita­ba a su vez de la min­ería para la extrac­ción de “nitro” y plo­mo, aparte ocu­parse de otros tipos de minas como las de hier­ro, azufre, pla­ta, así como tam­bién de oro y piedras pre­ciosas, que servirían para finan­ciar los gas­tos de la guer­ra y otros asun­tos de Esta­do. Además de ello las cor­re­spon­di­entes máquinas y piezas como piedras de moli­no, maderas y otros elementos.

No solo la indus­tria de la guer­ra le interesa­ba a Bolí­var, sino tam­bién otras áreas pro­duc­ti­vas y cien­tí­fi­cas. Para ello prop­i­cia­ba la fun­dación de escue­las, uni­ver­si­dades, expe­di­ciones cien­tí­fi­cas, pro­mover la agri­cul­tura con el reconocimien­to de los prin­ci­p­ios cien­tí­fi­cos para el cul­ti­vo del añil, cacao, café, algo­dón y otros rubros en las condi­ciones más ópti­mas de los ter­renos para los géneros de cultivo.

Por otra parte, el trans­porte tam­bién entra­ba en las cat­e­gorías cien­tí­fi­cas, fuera de los cabal­los y mulas, de los que había en abun­dan­cia en los llanos vene­zolanos. Fue James Hamil­ton, coro­nel que había par­tic­i­pa­do en las guer­ras napoleóni­cas y estable­ci­do en Angos­tu­ra para 1818, el que intro­du­jo la nave­gación con bar­cos a vapor por el Orinoco.

Lle­ga por primera vez el bar­co a vapor o steam-boat a Suraméri­ca y a Venezuela en 1818, ingre­san­do por el muelle de Angos­tu­ra, resul­tan­do toda una novedad. La nave, que había sido fab­ri­ca­da en Inglater­ra y bau­ti­za­da con el nom­bre de Venezuela, era propiedad del capitán francés Eugene Turpin, con­trata­do por el Con­gre­so de Venezuela para efec­tu­ar la nave­gación de cab­o­ta­je por el río Orinoco.

Las ven­ta­jas tec­nológ­i­cas del vapor habrían de favore­cer el trans­porte no solo de pro­duc­tos y fru­tos por los grandes ríos como el Orinoco y sus aflu­entes, sino que tam­bién ten­dría un uso estratégi­co en el trans­porte de tropas y ele­men­tos de guer­ra y, en caso de necesi­dad, para repel­er o atacar al enemigo.

Uno de los grandes proyec­tos en los que Bolí­var se ocupó des­de antes de 1821 en cuan­to a la cien­cia y la tec­nología, fue su interés en los estu­dios para la con­struc­ción del canal de Panamá para unir el océano Atlán­ti­co con el Pací­fi­co. En 1827 Hum­boldt lo estim­uló a pro­mover un estu­dio a niv­el del ist­mo, en una clara demostración con la que Bolí­var con­tribuyó grande­mente y entendió la impor­tan­cia que tenía la cien­cia y tec­nología en el desar­rol­lo de los pueb­los, y en par­tic­u­lar, de Venezuela.


REFERENCIAS
Arends, Tulio (1986). Cien­cia y tec­nología en la época de Simón Bolí­var. Cara­cas: Fun­dación Fon­do Edi­to­r­i­al Acta Cien­tí­fi­ca Venezolana

CorreodeLara

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