El combate de “El Palital”
Luis Heraclio Medina Canelón
Abogado — Historiador
Al comemorarse el 205 aniversario del combate de El Palital, uno de los hechos de armas menos mencionado del general José Antonio Páez. Creemos que este hecho de armas tuvo un significado muy especial para el general
En la casa Páez podemos admirar los murales que representan las acciones de guerra que fueron más especiales para el Centauro del Llano, las cuales fueron encomendadas al artista Pedro Castillo, pero que fueron realizadas bajo las instrucciones del propio general Páez, por lo que se consideran, más que obras de arte, verdaderos documentos históricos que, sin tener la belleza de las pinturas heroicas, nos describen casi como si fueran una fotografía, cómo ocurrieron las acciones.
Al pie de cada mural se encuentran las descripciones que Páez hizo anotar sobre el campo de batalla, los nombres de los batallones y hasta de los soldados combatientes y otros detalles que le dan carácter de documento a estas obras.
Entre estas acciones tan especiales que Páez quiso dejar plasmados en su casa se encuentra el combate de Palital, ocurrido el 18 de diciembre de 1816. Curiosamente, es muy poca la referencia a este hecho de armas en la historiografía nacional, pese a que fue uno de los que marcó tanto a Páez que es de los inmortalizados en su casa en uno de los enormes murales.
Allí combatieron secundando a Páez el trujillano Manuel Arraiz, de los 150 de Queseras del Medio, quien actuó en Carabobo como ayudante en el estado mayor de la primera división, y luego lo acompañaría también en Sabana de La Guardia (Naguanagua) y finalmente en la toma de Puerto Cabello; también el famoso Juan Angel Bravo, otro veterano de “Las Queseras”, que en la decisiva de Carabobo recibió gran cantidad de lanzazos sin que ninguno llegara a herirlo.
Palital es el nombre de una laguna, con una ranchería en sus inmediaciones, en la inmensidad del llano apureño, donde Páez se enfrentó a las fuerzas del coronel realista Salvador Gorrin, en el transcurso de las operaciones para tomar la ciudad de San Fernando.
Gorrin venía a auxiliar a la población asediada y fue interceptado por las tropas republicanas. Los lanceros realistas mantuvieron una encarnizada resistencia a los llaneros de Páez, causándole fuertes bajas, entre quienes lamenta el Centauro la muerte de varios de sus oficiales que él mismo calificó de “los mejores y más bravos”: Pedro León Gómez, Remijio Caridad y José de la Paz Rojas. Al no poder destruir a su enemigo, Páez optó por retirarse y Gorrín pudo entrar a San Fernando a reforzar la plaza.
Es el único mural de la casa que retrata un combate de José Antonio Páez, en el que no salió victorioso, lo que nos da una idea de lo doloroso que resultó para él este lance.
Fuentes: Bencomo Barrios, Héctor. “Los Héroes de Carabobo” Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas. 2004 Páez, José Antonio. “Autobiografía”. Librería y Editorial del Maestro, Caracas. 1946