El único presidente de Venezuela extranjero fue Baltasar Padrón

Efraín Jorge Acevedo
Historiador y escritor
efrainjorge@yahoo.es

El úni­co extran­jero que fue pres­i­dente de Venezuela (ofi­cial­mente) fue Bal­tasar Padrón; nació en las Islas Canarias, en España, aunque se desconoce en cuál de las islas del archip­iéla­go canario. Tam­bién se desconoce su local­i­dad natal y la fecha exac­ta de su nacimiento. 

Su biografía se conoce sólo a par­tir de su lle­ga­da a Venezuela en 1778, proce­dente de Puer­to Rico, donde había servi­do en la Fis­calía Gen­er­al de Hacien­da; le acom­paña­ba su esposa, Tere­sa Val­lano. Padrón pertenecía al cuer­po de abo­ga­dos de los Reales Con­se­jos y al de la Real Audi­en­cia y Can­cillería de San­to Domingo.

El 9 de febrero de 1779 le fue con­ce­di­do, medi­ante Real Cédu­la, el nom­bramien­to como fun­cionario de la Admin­is­tración de la Renta del Taba­co y de la Fis­calía de la Real Hacien­da en la ciu­dad de Mara­cai­bo, donde se estable­ció. Ocupó estos car­gos has­ta 1786, año en que fue traslada­do a Gua­nare, con la mis­ión de orga­ni­zar en dicha ciu­dad las ofic­i­nas de la Admin­is­tración de la Renta del Tabaco.

Per­maneció en Gua­nare dos años y, acaba­da su labor, se trasladó a Cara­cas en 1788, donde ejer­ció como Admin­istrador Gen­er­al y Tesorero de las Rentas de Taba­co y Naipes.

Al comen­zar el pro­ce­so inde­pen­den­tista el 19 de abril de 1810, Padrón se sumó al pro­ce­so. Ini­cian­do 1811, se reunió el Con­gre­so Con­sti­tuyente cuya elec­ción había con­vo­ca­do la Jun­ta Supre­ma de Cara­cas (la Jun­ta de Gob­ier­no for­ma­da en los suce­sos del 19 de abril).

El Con­gre­so eligió a tres per­sonas para que reem­plazaran a la Jun­ta Supre­ma de Cara­cas y ejercier­an con­jun­ta­mente el Poder Ejec­u­ti­vo for­man­do un Tri­un­vi­ra­to. Bal­tasar Padrón fue elegi­do para ser miem­bro de ese primer Tri­un­vi­ra­to, que tomó pos­esión del gob­ier­no el 5 de mar­zo de 1811. 

Los elegi­dos para for­mar parte del Tri­un­vi­ra­to acor­daron entre ellos que se turn­arían sem­anal­mente en la Pres­i­den­cia, por lo que cada sem­ana a uno de ellos le toca­ba desem­peñarse de pres­i­dente de la Repúbli­ca de Venezuela; así que el canario Padrón ejer­ció de pres­i­dente de Venezuela en var­ios turnos semanales.

El 5 de julio de 1811 el Con­gre­so declaró for­mal­mente la Inde­pen­den­cia de Venezuela, con lo cual Padrón y sus com­pañeros ya ejer­cían la Jefatu­ra de Esta­do y de Gob­ier­no de un país ofi­cial­mente inde­pen­di­ente. Poco tiem­po después se pro­mul­gó la Con­sti­tu­ción de 1811 aproba­da por el Con­gre­so que le daba ran­go con­sti­tu­cional a la insti­tu­ción del Tri­un­vi­ra­to y sus atribuciones. 

Pero un efec­to colat­er­al es que, sí antes de la Inde­pen­den­cia, Padrón no era un extran­jero pues los vene­zolanos eran españoles al igual que él, al procla­marse Venezuela inde­pen­di­ente de España, Padrón pasaría a ser un extran­jero por ser, obvi­a­mente, un ciu­dadano español de ori­gen, nat­ur­al de Canarias. 

No obstante, al con­tin­uar ejer­cien­do como miem­bro del Tri­un­vi­ra­to y desem­peñán­dose como pres­i­dente en sus turnos sem­anales, se entiende que se le con­sid­eró ciu­dadano de la nue­va República. 

El 21 de mar­zo de 1812, después de poco más de un año en sus car­gos, Padrón y sus com­pañeros entre­garon el poder al segun­do Tri­un­vi­ra­to elec­to. Al caer la Primera Repúbli­ca, Padrón volvió a su empleo en la Admin­is­tración de la Renta del Taba­co, pero el jefe real­ista Domin­go de Mon­teverde lo des­ti­tuyó por su par­tic­i­pación en el movimien­to independentista.

En 1813, cuan­do Simón Bolí­var ocupó Cara­cas para ini­ciar la Segun­da Repúbli­ca, Padrón fue resti­tu­i­do en su empleo en la admin­is­tración trib­u­taria. Después de la caí­da de la Segun­da Repúbli­ca en 1814, Bal­tasar Padrón per­maneció en la Cara­cas ocu­pa­da por los real­is­tas leales a España, y entonces renegó del movimien­to independentista.

En los años sigu­ientes hizo ges­tiones ante el gob­ier­no español para demostrar su leal­tad a la Coro­na y pedir la resti­tu­ción de su car­go en la admin­is­tración trib­u­taria. Poco antes de su muerte en 1817, Padrón con­sigu­ió que el Rey de España Fer­nan­do VII dis­pusiera que se le pagara una ind­em­nización económi­ca por la sep­a­ración de su cargo.