En Siquisique existió plaza Castro más tarde Bolívar

Henry Montero
Historiador

 Cono­cer y com­pren­der nues­tra his­to­ria Siquisiqueña se con­vierte en una necesi­dad impre­scindible e insoslayable. Y más en esta época sig­na­da por el olvi­do históri­co de nues­tras raíces. Las nuevas gen­era­ciones deben cono­cer nues­tra his­to­ria local y regional

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En este sen­ti­do, la his­to­ria de Siquisique está teji­da por even­tos históri­cos que han mar­ca­do su devenir. Uno de ellos es la invasión de las tropas de Cipri­ano cas­tro (1858–1924), quién luego de pasar por Para­para, cer­ca de Caro­ra, se dirige a nues­tra comar­ca en el año de 1899, y después a Bar­quisime­to y al cen­tro del país. Los andi­nos ascien­den al poder bajo la egi­da de la rev­olu­ción lib­er­al restau­rado­ra. Cas­tro se con­vierte en el pres­i­dente. Y quién le entre­ga el poder era un Siquisiqueño: Gen­er­al Víc­tor Rodríguez Pár­ra­ga, quién se encar­ga de la pres­i­den­cia tras la hui­da del pres­i­dente Igna­cio Andrade en 1889.

Se empieza a desar­rol­lar el cul­to a la per­son­al­i­dad del líder supre­mo insti­tu­i­do. A lo largo y ancho del país se empiezan a con­stru­ir mon­u­men­tos y estat­uas en hom­e­na­je al tri­un­fador. Y Siquisique no podía escapar a la vorágine del cul­to. En el pueblo se instau­ra la plaza Cas­tro el 20 de Febrero de 1906. La mis­ma esta­ba cer­ca­da con alam­bre de telé­grafo. En la inau­gu­ración de la mis­ma par­ticipó el ” gen­er­al Tomás Pár­ra­ga, el doc­tor Rafael Alcalá, José Félix Per­era y Elíseo Perera”. 

Inclu­sive hubo un baile de ” Indios”, donde tomaron parte las seño­ras: Doña Cor­nelia Var­gas, Vicen­ta Cordero y Tomasa de Cordero. La mis­ma se erigió en el antiguo sitio, donde fun­ciona­ba la plaza Guzmán Blan­co. La plaza Cas­tro duró has­ta al año de 1910. Sola­mente fun­cionó como mon­u­men­to históri­co o plaza Cas­tro por cua­tro años. A par­tir del año cita­do se le empezó a lla­mar plaza Bolí­var. Ya se está en tiem­pos de Juan Vicente Gómez (1908- 1935)

A finales de los años trein­ta, conc­re­ta­mente en 1939, se erigió el bus­to del lib­er­ta­dor (ver foto), y en año de 1999 se susti­tuye el bus­to por una estat­ua pedestre a escala natural.

Todo mon­u­men­to históri­co es lo más rep­re­sen­ta­ti­vo de una sociedad. Es parte de la memo­ria históri­ca de los pueb­los. Nue­stro pueblo se aprox­i­ma a los 400 años de su fun­dación (9- febrero 1621), Y en este sen­ti­do, adquiere más rel­e­van­cia nues­tra plaza Bolí­var. Ojalá los entes guber­na­men­tales estén a la altura de los tiem­pos históri­cos y sep­an val­o­rar la impor­tan­cia de la memo­ria históri­ca de nue­stro terruño.

 

Ref­er­en­cia Consultada:
Pacheco Miguel. (1952). Geografía e His­to­ria del Dis­tri­to Urdaneta