Crónicas

En su gira de Estado John F. Kennedy visitó Venezuela (VIDEO)

Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y cronista
luisperozop@hotmail.com
@LuisPerozoPadua

En su gira real­iza­da por Lati­noaméri­ca en diciem­bre de 1961, el pres­i­dente de Esta­dos Unidos, John F. Kennedy decidió que el primer país que vis­i­taría sería Venezuela. Así se con­vir­tió en el primer pres­i­dente de la nación norteam­er­i­cana que vino a Venezuela en visi­ta de Estado.

El entonces 35° man­datario tomó en cuen­ta el paso que esta­ba dan­do Venezuela hacia la democ­ra­cia, bajo el lid­er­az­go de Rómu­lo Betan­court, elec­to en 1959. Así que ater­rizó en sue­lo vene­zolano el 16 de diciem­bre, jun­to a su esposa, Jacque­line Lee Bouvier.

Des­de el momen­to que los Kennedy aso­maron sus silue­tas por la puer­ta prin­ci­pal del Air Force One, a eso de las 9:00 de la mañana de aquel 16 de diciem­bre, en la víspera de Navi­dad, al arrib­ar al Aerop­uer­to Inter­na­cional Mai­quetía, la con­mo­ción de los pre­sentes se tradu­jo en gri­tos y aplau­sos ensordecedores.

 

Una ovación de grandes mag­ni­tudes se pro­du­jo cuan­do el man­datario norteam­er­i­cano saludó a la mul­ti­tud al tiem­po que descendía por las esca­ler­il­las. Lo esper­a­ba el primer mag­istra­do vene­zolano acom­paña­do de la primera dama Car­men Valverde y una gran comi­ti­va, entre min­istros, per­son­al mil­i­tar y civiles de alto gob­ier­no, la sociedad de damas caraque­ña y una ban­da de guer­ra que entonó ambos him­nos nacionales. Fue una recep­ción de honor.

La visi­ta forma­ba parte de la primera gira ofi­cial de los Kennedy a Lati­noaméri­ca, la cual incluía a Venezuela y Colom­bia como resul­ta­do de un proyec­to cono­ci­do como “Alian­za por el pro­gre­so”, el plan más impor­tante de la época pre­sen­ta­do por Wash­ing­ton para Améri­ca Latina.

El plan pro­ponía realizar en Améri­ca Lati­na lo que el Plan Mar­shall había hecho por Europa (1947–1952), este con­tem­pla­ba un vas­to plan de refor­mas económi­cas, sociales y educa­ti­vas, que per­mi­tier­an acabar con el lat­i­fun­dio en la región, pro­mover un nue­vo repar­to de la tier­ra a campesinos como pequeños propi­etar­ios, incen­ti­var la indus­tri­al­ización, la diver­si­fi­cación de las economías, impul­sar el com­er­cio con los Esta­dos Unidos, favore­cer la creación de vivien­das, escue­las, hos­pi­tales y car­reteras, en esto los Esta­dos Unidos apor­tarían la asis­ten­cia financiera, mien­tras que los gob­ier­nos lati­noamer­i­canos se debían com­pro­m­e­ter a prop­i­ciar estos pro­gra­mas. Las metas eran ele­vadas y el tiem­po prop­uesto toda la década.

Rómu­lo Betan­court recibe al pres­i­dente J.F. Kennedy en el Aerop­uer­to Inter­na­cional de Mai­quetía. Cara­cas, 1961 Autor descono­ci­do Archi­vo Fotografía Urbana

Ovacionados por la gente

De Mai­quetía par­tió la gran car­a­vana has­ta el Aerop­uer­to de La Car­lota, en Cara­cas, des­de donde se trasladaron en helicóptero has­ta las pobla­ciones de El Frío en el esta­do Carabobo y La Mori­ta, en Aragua.

Durante todo el trayec­to, la muchedum­bre se con­glom­eró para salu­dar a los ilus­tres vis­i­tantes. Los aplau­sos y gri­tos al paso de la comi­ti­va no cesa­ban. Los man­datar­ios, son­ri­entes, salud­a­ban al con­glom­er­a­do. Las mues­tras de afec­to venían des­de las aceras, edi­fi­cios, bal­cones y casas a lo largo y ancho de cada aveni­da transitada.

En la local­i­dad carabobeña “Parce­lamien­to La Alian­za”, ambos man­datar­ios se reunieron no sin antes salu­dar a la mul­ti­tud. Allí, en un breve acto de un poco más de 30 min­u­tos, Kennedy y Betan­court entre­garon crédi­tos a 48 famil­ias del Ban­co Inter­amer­i­cano de Desar­rol­lo. Eran tiem­pos de la refor­ma agraria democrática.

Inmedi­ata­mente abor­daron los helicópteros para diri­girse a La Mori­ta, donde Jacque­line Kennedy com­par­tió con los campesinos de la zona, con­ver­san­do en per­fec­to español. Tam­bién inter­cam­biaron obsequios.

Un discurso para la posteridad 

En la local­i­dad La Mori­ta se instaló una gran tari­ma de madera, con una pan­car­ta de igual tamaño con los ros­tros de los pres­i­dentes Betan­court y Kennedy; se colo­caron enormes altav­o­ces y varias filas de sil­las para los invi­ta­dos. Fue una recep­ción apoteósica.

En ese sitio Betan­court le comen­tó a Kennedy: «Esta refor­ma agraria nues­tra se ha real­iza­do enmar­ca­da en fór­mu­las legales, por méto­dos pací­fi­cos y acer­tan­do unas veces y erran­do otras, pero apren­di­en­do de lo que se hizo bien para hac­er­lo mejor en el futuro».

Allí, Kennedy otorgó 86 títu­los de tier­ra, en cuyo dis­cur­so (en inglés) expresó:

«He de regre­sar a Wash­ing­ton el lunes, y diré al pueblo de mi país que vosotros y él estáis unidos en una de las grandes aven­turas de la expe­ri­en­cia humana para hac­er de todo nue­stro hem­is­fe­rio una luz bril­lante y res­p­lan­de­ciente para todo el mun­do. Los Esta­dos Unidos y Venezuela marchan jun­tos, y en la déca­da de 1960 creo que podremos demostrar­lo así, y que todo el mun­do quer­rá seguir nue­stro ejem­p­lo de que la lib­er­tad y la pros­peri­dad pueden avan­zar jun­tas. Me sien­to orgul­loso hoy de encon­trarme en esta tri­buna con vue­stro dis­tin­gui­do pres­i­dente, quien ha esta­do esforzán­dose en este cam­po durante tan­tos años y está mostran­do aho­ra al pueblo de este país y a todo el hem­is­fe­rio, lo que puede sig­nificar el ver­dadero pro­gre­so para el pueblo. Expre­so nue­stro agradec­imien­to a todos y puedo afir­maros que el pueblo de mi país, en los buenos y mal­os tiem­pos, está com­pro­meti­do con el pro­gre­so de vue­stro pueblo y de este hem­is­fe­rio.” Para con­cluir, Kennedy sub­rayó: “Hoy, 86 famil­ias recibirán títu­los de propiedad en vir­tud de un pro­gra­ma que ya está asen­ta­do: 38 mil famil­ias en tres mil­lones 800 mil acres de tier­ra. Este es su pro­gra­ma, el pro­gra­ma de su gob­ier­no pro­gre­sista y con visión de futuro, y el pueblo de mi país par­tic­i­pará en este pro­gra­ma ponien­do a dis­posi­ción más prés­ta­mos para con­stru­ir vivien­das rurales y más crédi­tos para finan­ciar sus cultivos.»

Seguida­mente Kennedy pre­sen­tó a su esposa. Ella, con su dulce voz pro­nun­ció unas cor­tas líneas en español: «Yo creo que no hay esposa, ni madre, ni padre, ni famil­ias en este Con­ti­nente que puedan con­for­marse has­ta que todos los habi­tantes de nue­stros pueb­los ten­gan opor­tu­nidades de tra­ba­jo bien remu­ner­a­do para vivir decen­te­mente y recibir enseñan­za. Estas cosas deberían estar al alcance de todos y no lim­i­tarse a unos pocos afor­tu­na­dos. Ust­edes cono­cen de la ded­i­cación de mi mari­do por colab­o­rar con el que nece­si­ta ayu­da. Esta­mos sor­pren­di­dos por el esfuer­zo que se hace aquí por mejo­rar las condi­ciones de vida. Pero no quedare­mos sat­is­fe­chos has­ta ver a los habi­tantes de estos pueb­los con may­ores opor­tu­nidades de tra­ba­jo, de vivien­da y, en fin, de par­tic­i­pación de todos y no de pocos», man­i­festó la primera dama antes de que los asis­tentes le trib­u­taran un largo aplau­so al tiem­po que onde­a­ban las ban­der­i­tas de Venezuela y Esta­dos Unidos.

A juicio del cro­nista Car­los Guer­ra Brandt, la inter­ven­ción de Jack­ie Kennedy fue un hecho inno­vador en los even­tos políti­cos de la época, fueron las pal­abras de una mujer cul­ta (habla­ba inglés, francés y español) que se interesa­ba en apo­yar los asun­tos públi­cos, en colo­carse en el lugar de otras per­sonas, y de ayu­dar a su esposo en su proyec­to para Latinoamérica.

La Primera Dama Jacque­line Kennedy habla en la cer­e­mo­nia del Proyec­to de Reasen­tamien­to de La Mori­ta, Venezuela. Foto: Fundaci+on John F. Kennedy

Tributo al Libertador y Miraflores

Seguida­mente los dos helicópteros, con los man­datar­ios, sus esposas y toda la comi­ti­va, partieron hacia el Hotel Mara­cay, y pasadas las dos de la tarde regre­saron a Caracas.

En la noche, a las 8:00 los vis­i­tantes fueron obje­to de agasajo en la res­i­den­cia pres­i­den­cial de Los Núñez, en Cara­cas, con fotografías a un lado del árbol de Navi­dad de la casona de Betancourt.

Al día sigu­iente, el 17 de diciem­bre, muy tem­pra­no, luego de la misa, el pres­i­dente Kennedy vis­itó el Pan­teón Nacional, para rendir hon­res a la memo­ria del Lib­er­ta­dor Simón Bolívar.

De allí, la cita será en el Pala­cio de Miraflo­res, donde ambos dig­natar­ios, fir­maron una declaración con­jun­ta en la que se com­pro­metieron a alcan­zar los obje­tivos de la Alian­za para el Pro­gre­so con la eje­cu­ción de un plan real­ista de largo alcance para el desar­rol­lo económi­co y social, espe­cial­mente en el cam­po de la indus­tria, la agri­cul­tura, la refor­ma agraria, la edu­cación y la con­struc­ción de vivien­das y acueductos.

Betan­court devolvió el gesto a Kennedy en febrero de 1963, al realizar una visi­ta ofi­cial a la ciu­dad de Wash­ing­ton DC, diez meses antes de que el caris­máti­co gob­er­nante resul­tara asesina­do en Dal­las, Texas, el 22 de noviembre.

Después de Kennedy, otros tres pres­i­dentes de Esta­dos Unidos efec­tu­aron visi­ta ofi­cial a Venezuela: Jim­my Carter (mar­zo de 1978) y Bill Clin­ton (octubre de 1997), demócratas; y George W. Bush (diciem­bre de 1990) republicano.

CorreodeLara

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