Félix Otamendi, el vehemente hombre de radio
Freddy Torrealba Z.
Historiador y escritor
La historia de la radiodifusión larense tiene en su persona una sobresaliente figura en varios roles. Fue a partir de 1969 cuando se escucha por las ondas y frecuencias de Radio Juventud 840 la bien timbrada voz de Félix Otamendi Osorio.
Esta es una de las facetas menos conocida de este profesional de la abogacía fallecido el 9 de junio de 2021 con exitosas incursiones también en la gerencia pública y privada aunado a la dirigencia social, deportiva y política. Actividades que siempre puso al servicio del desarrollo del estado Lara.
Su presencia en el mundo de la radio ocurre en la estación que se abría al mundo por la onda media y onda corta que trajo la añeja tecnología analógica. Ocurre cuando la emisora dirigida por José Martínez Guaidó, se estrenaba como pionera del segmento juvenil en el país tras dejar atrás cuatro años de experimento hibrido.
Félix Otamendi Osorio
Por su innovativa fragmentación la emisora se identificaba mediante la cultura musical con las manifestaciones de descontento de los jóvenes en marcha entonces en Venezuela y el mundo. Las mayores expresiones de ese fenómeno eran la banda británica de Los Beatles y el género del pop.
Se protestaba a favor de la paz y contra la Guerra de Vietnam. El rock de entonces, en el contexto de EEUU, expresaba inconformidad y protesta de la gente joven.
Félix en la precursora radial
El Poder Joven y la renovación universitaria habían sacudido al país. El gobierno del presidente Rafael Caldera furioso ordenaba el cierre de la revista Reventón hecha por un grupo de atrevidos chamos objeto de un juicio militar. Eran los tiempos de “La nueva ola” en lo cultural que, entre las décadas de 1960 y 1970, estremece a Venezuela, entre cuyas manifestaciones estaba un rock suave.
Entonces en Barquisimeto un visionario hombre como Félix Otamendi Osorio emprendía dos proyectos radiofónicos por la precursora Radio Juventud. Nos referimos a Buenas Tardes Muchachos los viernes y Un mundo para usted los domingos. Ambos espacios tuvieron la virtud de diferenciarse y marcar la pauta por lo novedoso de su contenido. Su producción contrastaba por su excelente factura en cuanto a la música que en esos momentos movía a los jóvenes en aquel convulsionado mundo.
La radio arrastra el error de descuidar los públicos infantil y juvenil por la ausencia de una atractiva programación. La gran virtud de Otamendi es que quiebra con esa nefasta tradición al lanzar sendos espacios dirigidos a esos segmentos con un indudable acierto que niega dañinas consejas y prácticas.
Buenas tardes muchachos era un programa auspiciado por la empresa Energía Eléctrica de Barquisimeto (ENELBAR) dirigido a los niños. Su mayor atractivo era un imaginario muchacho que da consejos a los otros sobre cómo comportarse en sociedad.
En el mismo hizo equipo con José Martínez Guaidó, el periodista Iván Torres de El Impulso y Nicasio Salas, operador técnico. Los viernes a las cinco de la tarde la muchachada de la ciudad estaba pegada al receptor de la casa para escucharlo.
Mientras que Un mundo para usted la atención la centraba en los jóvenes y la familia por su variado y rico contenido. Un programa de mínima producción, pero con una entretenida pauta musical que presentaba lo de moda en la cartelera internacional más los estrenos disqueros. En ese aspecto Otamendi fue muy cuidados y original en la producción del espacio.
En sus viajes al exterior y contactos constantemente se hacía de la mejor música que sonaba en las principales capitales del mundo. También presentaba talento en vivo con artistas de la farándula contratados en Caracas, una tradición que data desde 1935 cuando es fundada la Voz de Lara.
Todo ello más el complemento de la forma por la voz de su conductor al micrófono Otamendi sabía sacarle brillo a su voz con el certero uso de: modulaciones, tono, acentuación, pausa, giros y frases de transición necesarios en la locución. Modulaba con una serenidad y encanto vocal que de inmediato lograba la empatía con el escucha. Máxime el público juvenil casi siempre muy voluble por su constante mutación. Esa habilidad y capacidad para hacer radio tal vez le venía de sus estudios de artes plásticas en y su amplísima cultura que permanentemente pulía con buenas lecturas y viajes.
Es el típico animador con una inmensa capacidad para comunicar dueño de unas condiciones naturales para la locución. Su ejercicio ante el micrófono tenía más de oficio que lindaba en la práctica liberal de quien demuestra su capacidad para hacerlo como ocurre en Estados Unidos. Pues era un autodidacto de la locución que otros quisieran ser. Se aparta de esa locución acartonada por ausencia de imaginación y creatividad en el discurso.
Era creativo hasta en el elemental saludo al oyente. Su locución era fresca, ágil y llamativa por la riqueza de sus expresiones propias de un hombre culto, emprendedor y con una optimista filosofía de vida hecha sonoridad ante el micrófono.
En Juventud 840 también participa en la elaboración de jingles y promociones más los aportes a su discoteca. Realizó otros programas con su sello personal por la precursora emisora juvenil dirigida por José Martínez Guaidó.
Venido de Charallave estado Miranda se convirtió en un excepcional barquisimetido por lo mucho que aportó a esta ciudad. Con su concepción de la vida y accionar cotidiano era un ciudadano del mundo como lo sostenía el escritor argentino Jorge Luis Borges. Se definía como un cosmopolita. Un hombre crítico y reflexivo a tono con las sociedades abiertas con su productiva economía de mercado, elecciones y división de poderes.
Excelente trabajo de Freddy Torrealba, donde como siempre nos muestra su pasión por la investigación. Asimismo nos enriquece con sus acertados logros.…Saludos y éxitos.….…!!!!!!!!!