Guamacire, reportes y ensayo de una descripción

José Luis Sotillo J.
Cronista parroquial de Agua Viva 
aguavivajose@hotmail.com
@aguavivajose

El caserío Gua­masire o Gua­macire es un espa­cio geográ­fi­co que limi­ta con­tiguo con el actu­al munici­pio Irib­ar­ren; aunque algunos lo con­fun­dan con otros sec­tores de sim­i­lar nom­bre ubi­ca­dos den­tro de esta veci­na juris­dic­ción, en real­i­dad este caserío se encuen­tra ini­cial­mente local­iza­do des­de tiem­pos remo­tos en una zona mon­tañosa aguas arri­ba mar­gen izquier­do de la que­bra­da del mis­mo nom­bre, el cual estu­vo habita­do por las manos labo­riosas de agricul­tores entre­ga­dos en cuer­po y alma a las lla­ma­ti­vas labores cafetaleras. 

Antigu­os veci­nos de Gua­masire, entre ellos desta­ca Don Andrés Almao

Ter­ri­to­rial­mente se hal­la­ba den­tro de los lin­deros del antiguo Dis­tri­to Cabu­dare, tan­to así que de acuer­do con el informe lev­an­ta­do por la primera autori­dad civ­il de este dis­tri­to para 1906, demar­ca e incluye a este espa­cio den­tro del con­jun­to de caseríos pertenecientes a esta circunscripción.

Al respec­to, recoge el viejo informe local­iza­do den­tro del uni­ver­so doc­u­men­tal que reposa en el Archi­vo Históri­co Munic­i­pal de Palave­ci­no, el cual detal­la lo siguiente:

El Caserío Gua­masire: Lin­da por el Naciente con el caserío Tere­paima divi­di­dos ambos por la que­bra­da de agua blan­ca, por el Sur; con las altas mon­tañas; por el poniente con el caserío Rio claro del Dis­tri­to Bar­quisime­to; y por el Norte, con el caserío Agua­vi­va y juris­dic­ción del ya cita­do caserío Río Claro. Dicho caserío com­prende una sola man­zana la cual tiene el mis­mo nombre.

Toman­do en cuen­ta estos ele­men­tos, y no exista duda en cuan­to a su local­ización den­tro del actu­al ter­ri­to­rio palaveci­nense, evo­camos una sín­te­sis del ensayo del mae­stro Juan de Dios Meleán de 1883, donde pasa a recoger en gran medi­da el con­jun­to de caseríos que pertenecían a Cabu­dare, sien­do Gua­macire uno de ellos. El ensay­ista aco­ta lo siguiente:

 “Entre los ter­renos que com­prende el área del munici­pio Cabu­dare, la may­or parte de los flan­cos se rie­gan con las aguas del ya cita­do río Tur­bio, con las del río Claro y con las de la que­bra­da Agua-Viva, y en la parte Sur se encuen­tran cer­ros grandes y pequeños, entre los que sobre­sale el alti­vo Tere­paima, ram­i­fi­cación de los Andes. Los ter­renos llanos están ocu­pa­dos en mucha parte con la agri­cul­tura de caña de azú­car y fru­tos menores, y con los caseríos Agua Viva, Tar­a­vana, Bar­ran­cas, Bureche, Cara­balí, La Cei­ba, Papelón, Que­bra­di­ta, Carauye, Taque y May­al; y en sus alturas que son de con­sid­er­able exten­sión, de vis­tas lin­das y pin­torescas y de un cli­ma bas­tante frío, y que están con­sagradas en su may­or parte al cul­ti­vo del café, exis­ten sabanas de ricos pas­tos y los sitios sigu­ientes: La Mata, Tabu­re, Potreri­to, Agua Negra, Corozal, Los Gachos, El Pal­i­to, Tere­paima, Agua Blan­ca, Gua­macire, Los Cono­tos, Chu­padal, Las Tapias y Los Potros, y tan­to en estas alturas coro­n­adas siem­pre de blan­cas nubes, como en su fér­til valle, que todos los años abona el Tur­bio con sus venidas, como el Nilo a los del Egip­to, se pro­ducen todos los fru­tos de las zonas tór­ri­das y templadas”.

Este valioso apunte del lega­do escrito por el mae­stro Meleán, desmon­ta la teoría afir­ma­da por algunos, de que Gua­macire no cor­re­sponde al ter­ri­to­rio palaveci­nense; demostran­do con sus­ten­to históri­co lo con­trario; asev­eración expre­sa­da por un impru­dente descono­ce­dor de la antigua car­tografía y reseñas plas­madas por viejos cro­nistas y reg­istradores locales.