Matea Bolívar en fragmentos
La negra Matea Bolívar, hija y nieta de esclavos, fue una esclava nacida el 21 de septiembre de 1773 al sur de San José de Tiznado, estado Guárico, pequeño pueblo ubicado en pleno corazón de Venezuela.
Allí se encontraba el Hato El Totumo, propiedad de don Juan Vicente de Bolívar y Ponte, padre de Simón Bolívar.
Al igual que el resto de los esclavos, llevaba el apellido de su dueño. Matea se encargó de los quehaceres de la hacienda y también cuidarlo, contarle cuentos, leyendas y divertirlo con algunos juegos de la época. Si sacas la cuenta, Matea apenas era 10 años mayor que Simón Bolívar.
La Matea de Bolívar
Cuatro años antes de que fuera creada la Capitanía General de Venezuela, nació la Negra Matea el 21 de septiembre de 1773, según María García, biógrafo de esta dedicada mujer.
Al nacer Simón, su mamá sufría de tuberculosis y le pidió leche materna a su vecina, Inés Mancebo.
En 1783, la Negra Matea, con tan sólo 10 años de edad, tomó la responsabilidad de cuidar al recién nacido Simón Bolívar.
El samán de Güere, donde el niño Simón y Matea jugaban, sería el sitio de campamento antes de la batalla de San Mateo.
La Negra Matea siempre estaba pendiente de tener nísperos en la mesa ya que era la fruta favorita del niño Simón.
La Negra Matea llevaba a Simón al patio de los esclavos a escuchar a algún viejo narrar cuentos de fantasmas y duendes.
Tras la muerte de sus padres, Simón Bolívar llamaba en ocasiones «Mamá» Matea a su esclava.
«(Mi apellido es Bolívar) Porque mi padre y mi madre fueron Bolívar, y yo tengo el apellido de mi amo». ‑La Negra Matea, en 1883.
(A Bolívar) lo crió Hipólita, y yo lo alzaba y jugaba con él». ‑La Negra Matea, en una entrevista que le hicieron en 1883.
La Negra Matea contaba que por un tiempo el joven Simón Bolívar se volvió «respondón y rebelde»
Después de que Bolívar le dio la libertad, la Negra Matea se fue a vivir por decisión propia con María Antonia, hermana del Libertador.
Aún después de ser liberada por su amo Simón en 1821, la Negra Matea permaneció por decisión propia junto a la familia Bolívar.
La Negra Matea fue testigo del enfrentamiento de las tropas de Bóves contra las libertadoras en San Mateo.
La Negra Matea caminó con 103 años desde la Catedral de Caracas hasta el Panteón Nacional, en el traslado de las cenizas de Bolívar en 1876.
Junto a Guzmán Blanco, la Negra Matea rompió a llorar ante las cenizas de su amo, mientras era aclamada por los caraqueños.
(…) nosotros no nos metíamos en conversaciones de los blancos». ‑La Negra Matea, en una entrevista que le hicieron en 1883.
Con más de 110 años, la Negra Matea se enfermó y pidió que le colocaran delante un retrato de Simón Bolívar.
La Negra Matea murió en 1886, a los 113 años de edad. El sepelio estuvo presidido por el Presidente de ese entonces: Joaquín Crespo.
Los restos de la Negra Matea descansan en la capilla de la Santísima Trinidad, en la cripta donde están los padres del Libertador.
El canto de Matea
«Arrorró mi niño Arrorró mi sooó (sic) Duélmete (sic) mi niño Mi niño Simón» Fragmento de una canción que le recitaba la nana a Bolívar.
«Duérmete mi niño Mi niño Simón Que allá viene el coco con un carreón»