El alevoso y cobarde asesinato del “indio” Reyes Vargas
Juan José Peralta
Periodista
El caudillo popular coronel Juan de los Reyes Vargas, conocido como “el indio”, valiente y arriesgado mestizo, fue muy temido en la región centro occidental de Venezuela durante la guerra de independencia. Combatiente primero en las filas patriotas hasta pasarse al lado realista, regresó con las huestes republicanas para morir asesinado por un antiguo compañero de las armas libertadoras en la Semana Santa de 1823 en Carora.
Del mestizo se sabe hijo del inmigrante canario José Santeliz, residente en Río Tocuyo y de una indígena de la etnia ayamán, cuyo nombre nunca se supo, quien al enviudar se casó con Cecilio Vargas, apellido asumido por el indio pese a su legítimo apellido del padre biológico. Se desconoce la fecha de su nacimiento y lugar, aunque se estima del caserío Uriche, cercano a Siquisique entre 1780 y 1785. En su Diccionario Histórico, Geográfico, Estadístico y Biográfico del Estado Lara (1883) El historiador Telasco Mac Pherson lo da nacido en Río Tocuyo.
Vargas inició su vida militar en 1810 al incorporarse a su paso por Carora al ejército del marqués Francisco Rodríguez del Toro, primer general del ejército venezolano y primer comandante de sus tropas cuando marchó por mandato de la Junta Suprema de Caracas a someter a la causa independentista a las provincias de Coro y Maracaibo, fieles al Consejo de Regencia. De regreso a la capital, por valentía y ascendencia sobre la tropa el marqués designó al líder ayamán capitán de Carora a las órdenes del comandante Manuel Felipe Gil.
A inicios de 1812 el líder realista José Domingo Díaz le reconoce a Vargas su liderazgo regional como cacique ayamán además de ubicar la posición estratégica de Siquisique entre Carora y Coro. Ese mismo año el cura Andrés Torrellas, quien prestó eficientes servicios militares a la causa realista convenció al indio pasarse al bando español y se convirtió con sus guerrillas en un constante hostigador para las huestes patriotas: el 13 de septiembre fue derrotado en Cerritos Blancos por el coronel Ramón García de Sena pero el 21 de enero de 1814 derrotó al ejército del general Rafael Urdaneta en el combate de Baragua y fue designado gobernador de la provincia de Trujillo y jefe de operaciones por el gobierno español.
Con su habitual valor Vargas hizo las campañas de Apure y Barinas entre 1816 y 1819 y según Zubillaga Perera “llegó su audacia hasta arrojarse a ponerle emboscadas a Páez, según cuenta éste en su Autobiografía”.
Cuando Simón Bolívar llegó a Trujillo, a comienzos de 1820 comisionó a Francisco Fonseca atraer a Vargas a la causa patriota quien se valió de las Santeliz, sus medias hermanas, para convencerlo y se pasó al ejército libertador donde combatió con su fiereza de siempre.
En su Enciclopedia Larense (1942) el escritor e investigador R. D. Silva Uzcátegui, cita el relato de don Chío Zubillaga Perera en 1916 en unos apuntes biográficos en la Gaceta Profesional de Barquisimeto, corroborados con el tradicionalista Manuel María Herrera: El indio Reyes Vargas se encontraba en Río Tocuyo y fue llamado a Carora por el comandante de la guarnición, coronel José de los Reyes González, sujeto de mala índole a quien llamaban “el cojo”, quien sin ninguna enemistad conocida con Vargas lo invitó a un almuerzo en la Casa del Balcón, junto a otras personas aquel Viernes Santo.
El condumio transcurría animado “sin observarse ningún intento agresivo de parte del anfitrión, cuando he aquí que de improviso increpa González a Vargas: lo tilda de tránsfuga; le ordena someterse y trata de aprehenderlo. Vargas protesta e intenta evadirse; pero en vano, porque González llama en su auxilio gente armada, y sometiéndolo y atándolo, abusa de la inermidad del cacique y comete el delito incalificable de asesinarlo cobardemente a machetazos”.
Pingback: Reyes Vargas, de realista a patriota: “Nací colombiano y soy colombiano por segunda vez” – La Historia 200