El aguinaldo es música tradicional navideña exclusiva de Venezuela
Juan José Peralta
Periodista
Aguinaldo se define al regalo tradicional que se da a otro o que otro espera de uno en la Navidad o la fiesta de los Reyes Magos y musicalmente es el género particular de música folklórica venezolana interpretado en la época decembrina por grupos que en la iglesia o en parrandas ponen un toque festivo a la temporada.
Lamentablemente el aguinaldo es una especie en extinción, como regalo porque en ese sentido ya no se acostumbra y como género musical no tiene la difusión debida como en otros tiempos y su interpretación en las calles, cuando la parranda iba de casa en casa, también ha desaparecido a causa de la inseguridad y la lenta desaparición de los grupos, muchas veces sustituidos por gaiteros.
Según las tradiciones, se les recibían con hallacas, bollos, ensalada, dulce de lechosa, pernil, chicha, guarapita, ponche crema y otras bebidas. Tampoco se abren las puertas, como antes, para recibir a los parranderos ni hay que darles de bebidas y comidas como en pasadas épocas gracias a la hiperinflación.
Grandes intérpretes
Los grupos musicales más importantes del país, como Serenata Guayanesa, el Quinteto Contrapunto, Carota Ñema y Taja y Santoral y solistas como Cecilia Todd y Morella Muñoz, grabaron para la historia hermosas selecciones de aguinaldos donde se muestra la belleza de un género musical nacional.
Al parecer serán cosas del pasado, de las remembranzas, pero recordemos su origen para dejar al menos registro de su historia para las generaciones futuras: En Venezuela y en América Latina esta música está ligada íntimamente a la Navidad celebrada por la iglesia católica y la iglesia cristiana del nacimiento de Jesús.
Herencia del villancico
Con la fuerza del arcabuz y la espada, el caballo y la cruz, entre tantas ambiciones también en los galeones españoles de la conquista vino el villancico europeo que en nuestro continente, en medio del sincretismo unió el sentido religioso de los colonizadores a los vigores africanos y los sentires de la etnia originaria para dar origen a lo que llamamos la cultura americana, sin obviar la presencia de los moros en esos aires del viejo continente.
Perogrullada, las conocimos como misas de aguinaldos donde este género nacional se interpretaba en las misas realizadas por las madrugadas desde nueve días antes a la Navidad y concluye con la misa de gallo, pero ahora por las obvias razones conocidas, se ofician por la mañana, muy temprano y casi a la luz del sol.
En este lado del mundo fue incorporado el ritmo del esclavo con la sencilla percusión aborigen a las cuerdas europeas para nacer nuevas y diferentes expresiones musicales, como el aguinaldo, heredero directo de ese villancico al que se sumaron el violín, el cuatro, el clarinete, la mandolina, el furro o furruco, los tambores, las indígenas maracas y la guitarra para cantar la Navidad o la parranda en familia con aires festivos.
Otras definiciones más los clasifican como de contemplación y de adviento. En nuestro país, los aguinaldos también se clasifican por características particulares y musicales según la región geográfica en aguinaldo margariteño, oriental, guayanés, central, andino, zuliano muy cercano a la gaita y llanero donde se le incorpora la bandola entre los instrumentos acompañantes.
Aguinaldos y pesebres
He propuesto a los oídos sordos de gobernantes y líderes sociales que se pudiera convocar con suficiente antelación, concursos parroquiales de aguinaldos, seguidos de concursos municipales para culminar con un festival regional de aguinaldos, con los cuales se grabarían los quince mejores temas en un disco compacto para multiplicar su difusión y sumar nuevas composiciones al repertorio navideño tradicional.
Este concurso estaría unido a la convocatoria de un campeonato de pesebres construidos con materiales reciclables y en su conjunto crear un ambiente navideño de valores en el cual ganaríamos todos: pueblos y ciudades con festivo ambiente navideño de pesebres y aguinaldos, para dar trazos y pinceladas a una maqueta fiestera tradicional, sobre todo ahora cuando nos consume un gran desaliento por los aciagos días de pobreza que vivimos. El aguinaldo, el regalo en Navidad o días de Reyes ya también desapareció.