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El Terremoto de Caracas de 1967 dejó más de 250 fallecidos y 2.000 heridos

 

La noche del sábado 29 de julio de 1967, los caraqueños poco se imaginaban lo que iban a vivir a partir de las 8:05 pm. Cuatro días después de la celebración de los 400 años de la ciudad capital, un movimiento telúrico sacudía el valle de Caracas y el Litoral Central (Vargas), el cual tuvo una duración de 35 a 55 segundos.

El ter­re­mo­to fue de mag­ni­tud 6.5 en la escala de Ritch­er. En Cara­cas dejó un bal­ance de 2.000 heri­dos, 263 fal­l­e­ci­dos y más de 10 mil­lones de dólares en daños mate­ri­ales. Las zonas más afec­tadas fueron las urban­iza­ciones Altami­ra y Los Palos Grandes.

En un primer momen­to no hubo infor­ma­ción exac­ta ni del epi­cen­tro ni la mag­ni­tud porque el Obser­va­to­rio Cagi­gal no pudo pre­cis­ar­las ya que al sis­mó­grafo pen­du­lar del organ­is­mo se le rompieron los fle­jes de las agu­jas y los equipos de célu­las fotoeléc­tri­c­as tam­bién sufrieron desperfectos.

Luego se cono­ció que el epi­cen­tro del sis­mo se ubicó en el litoral cen­tral, a 20 kilómet­ros de Caracas.

Al momen­to del movimien­to telúri­co, los edi­fi­cios se mecían y los automóviles eran sacu­d­i­dos en for­ma que muchos con­duc­tores creían que sus vehícu­los eran empu­ja­dos o removi­dos por otros car­ros o per­sonas. Muchos ascen­sores quedaron atas­ca­dos con per­sonas encerradas.

La mag­ni­tud del ter­re­mo­to no respetó las poderosas estruc­turas que eran con­sid­er­adas inde­struc­tibles. Var­ios edi­fi­cios de la ciu­dad se vinieron aba­jo, dece­nas de avi­sos lumi­nosos se cayeron y varias de las pare­des demol­i­das tapizaron o destruyeron par­cial­mente vehícu­los que se hal­la­ban estacionados.

Al este de Cara­cas, entre Los Palos Grandes y Altami­ra, se der­rum­baron 10 edi­fi­cios. Hacia la zona de Lídice, Man­i­comio, La Pas­to­ra y San José, el vio­len­to sis­mo hizo sen­tir sus efec­tos de man­era espe­cial, debido a la antigua con­struc­ción de la may­oría de las vivien­das de esta zona norte de la ciudad.

Sola­mente en La Pas­to­ra, más de 200 casas resul­taron destru­idas par­cial­mente, y en la may­oría de ellas se desplo­maron las cor­nisas, dejan­do en medio de la calle y en las aceras gran can­ti­dad de ladril­los y demás mate­ri­ales de con­struc­ción. En Var­gas, la expan­sión se sin­tió vio­len­ta­mente durante unos 55 segundos.

En Cara­balle­da, cin­co de los once pisos del edi­fi­cio Man­sión Charaima quedaron destru­i­dos; unos meses después se trató de demol­er el edi­fi­cio con explo­sivos y, al no lograrse, debió emplearse una bola de demoli­ción. Tam­bién el Hotel Macu­to Sher­a­ton sufrió fuertes daños en sus estructuras.

Al fuerte sis­mo le sigu­ieron un total de 30 répli­cas, todas de menor inten­si­dad, cada una de las cuales llen­a­ba de páni­co a quienes las sen­tían, ya que tenían el temor del primer sis­mo, que fue con­sid­er­a­do un ter­re­mo­to por la gravedad de su magnitud.

El sonido del ter­re­mo­to quedó reg­istra­do en un estu­dio musi­cal donde, a esa hora, tra­ba­ja­ban los arreg­los del dis­co de un coro infantil.

La sacu­d­i­da del Ter­re­mo­to de Cara­cas duró unos 35 segun­dos y afec­tó en gran parte a zonas como Altami­ra, Los Palos Grandes y el Litoral Cen­tral. Algu­nas repli­cas de menor inten­si­dad con­tin­uaron luego del ter­re­mo­to. A su paso, el lam­en­ta­ble suce­so dejó más de 200 per­sonas muer­tas y 2.000 resul­taron heri­das. Unas 80.000 per­sonas quedaron sin hog­ar, seis edi­fi­cios resul­taron destru­i­dos, 40 edi­fi­cios fueron declar­a­dos no hab­it­a­bles y 180 edi­fi­ca­ciones sufrieron dete­ri­oros graves

Señales premonitorias

LAS CIFRAS

El desas­tre dejó 236 muer­tos (reg­istra­dos) 2.000 heri­dos 80 mil per­sonas sin vivien­da Pér­di­da mate­r­i­al de 450.000.000 de bolí­vares (10.465.116 dólares en la época) Seis edi­fi­cios destru­i­dos 40 edi­fi­cios fueron declar­a­dos no hab­it­a­bles 180 edi­fi­cios sufrieron dete­ri­oros graves

-El 2 de noviem­bre de 1966, el diario El Uni­ver­sal pub­licó las predic­ciones de la vidente ital­iana Mari­na Marot­ti, quien vatic­in­a­ba “que una ciu­dad de Améri­ca del Sur en la que se cel­e­brarían muchas fies­tas estaría llena de pol­vo, ruinas, muerte y destruc­ción”. Meses después, la mis­ma vidente señaló que Cara­cas “sería sacu­d­i­da por un fuerte tem­blor de grandes con­se­cuen­cias a medi­a­dos del año 1967 y que el mis­mo dejaría una huel­la de dolor y muerte”. 

-El 21 de enero de 1967 la revista Elite pub­licó un repor­ta­je del peri­odista Luis Duque tit­u­la­do: “¿Un ter­re­mo­to destru­irá a Cara­cas?” y, en el mis­mo, se hacía ref­er­en­cia tan­to a las pro­fecías de Mari­na Marot­ti como al hecho de que el explo­rador Alexan­der von Hum­boldt había declar­a­do en 1800 que, en un pla­zo de 150 años, Cara­cas podía ser com­ple­ta­mente dev­as­ta­da por un gran terremoto. 

-El 19 de julio de 1967, diez días antes del sis­mo, el para­p­sicól­o­go y miem­bro de la Fed­eración Espiri­tista de Venezuela, el pro­fe­sor Luis Hernán­dez, declaró en la cor­re­spon­salía del diario El Nacional en Mara­cai­bo que uno de los médi­um de esa fed­eración había logra­do percibir que un ter­re­mo­to de peo­res con­se­cuen­cias que el de 1812 aso­laría a Caracas.

-La tarde del viernes 28 de julio de 1967 cer­ró con un cielo encapota­do y roji­zo. En la noche se pro­du­jo una fuerte tor­men­ta eléctrica.

Se dice que el ter­re­mo­to de Cara­cas de 1967 con­cluyó una vez que la cruz de la Cat­e­dral de Cara­cas cayó y tocó el piso, dejan­do una mar­ca que mucho tiem­po después seguía sien­do moti­vo de interés para los caraqueños. 

En 1812 hubo dos terremotos 

El 26 de mar­zo de 1812 una parte impor­tante del ter­ri­to­rio nacional fue dev­as­ta­da por dos movimien­tos sís­mi­cos, ocur­ri­dos el Jueves San­to y con una mag­ni­tud entre 7,7 — 8,0 en la escala de Richter

Las zonas donde más estra­gos causó, fue en Cara­cas, La Guaira, Bar­quisime­to, San­ta Rosa, San Felipe y Mérida.

His­to­ri­adores esti­man que hubo 20 mil­itares fal­l­e­ci­dos. Algunos hablan de 26.000 muer­tos en las ciu­dades de Cara­cas (10mil), La Guaira (3mil), Méri­da (5mil), Bar­quisime­to (4.000–5.000) y San Felipe (3mil).

Muchos de los cadáveres esta­ban tan putre­fac­tos al momen­to de ser rescata­dos de entre las ruinas que debieron que­marse en montones.

Durante este even­to el Lib­er­ta­dor Simón Bolí­var expresó su muy cono­ci­da frase “Si la nat­u­raleza se opone, luchare­mos con­tra ella y hare­mos que nos obedezca” .

El de 1900 fue pavoroso

El 29 de octubre de 1900 se pro­duce, en horas de la madru­ga­da, un ter­re­mo­to que afec­tó Cara­cas. Cono­ci­do con el nom­bre de San Nar­ciso, el sis­mo fue mag­ni­tud 8 en la escala de Ritch­er y causó var­ios muer­tos y heridos.

Uno de los lesion­a­dos fue el entonces pres­i­dente Cipri­ano Cas­tro quien, pre­sa del páni­co, se lanzó des­de uno de los bal­cones de la Casa Amar­il­la y se frac­turó un pie.

La Uni­ver­si­dad Cen­tral, la San­ta Capil­la, las igle­sias de San José, La Pas­to­ra, Las Mer­cedes, La Trinidad, San­ta Tere­sa y San­ta Ros­alía, así como numerosos edi­fi­cios públi­cos y casas par­tic­u­lares, sufrieron daños de consideración.

El fuerte movimien­to telúri­co tam­bién afec­tó a las pobla­ciones de Macu­to, Cara­balle­da, Naiguatá, Caren­ero, Higuerote, Guatire y Guare­nas. ​En Cara­cas dejó 20 casas caí­das, 21 muer­tos y más de 50 heridos.

LAPP/Globovisión/Panorama

 

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