José Antonio Páez y la separación de Colombia
Jorge Ramos Guerra
Historiador y escritor
ardive@gmail.com
A los sucesos que desencadenarían en la separación de Venezuela de la “Gran Colombia”, identificados sus actores como “La Cosiata” o “cosiateros”, habría que agregar, un decreto del Libertador, de fecha noviembre 17 de 1828 que suprimía “las municipalidades, ‑de mucho arraigo en la colonia- de la República” que a su juicio: “bajo su forma actual son una verdadera carga para los ciudadanos y por demás muy poca utilidad al pueblo” lo que obligaría a blindar jurídicamente al planteamiento separatista, ya inevitable y así lo explica, uno de los biógrafos de José Antonio Páez, Ramón Hernández:
“La desintegración de la Gran Colombia era una necesidad física. Colombia fue una hermosa creación de Bolívar que solo podía existir armada con su lanza. Bolívar la percibió inevitable. “Pidan ustedes la separación de Venezuela y yo les apoyaré” le escribió en una carta a Páez”.
Efectivamente, el general José Antonio Páez, mediante decreto del 15 de enero de 1830 dictaría primero, un Reglamento, que convocaba elecciones para un Congreso Constituyente, a los fines de dictarse una Constitución que formalizaría la separación de la República de Colombia, refundándose la de Venezuela, que había nacido el 5 de julio de 1811.
En el mismo el general Páez, actuando como Jefe Civil y Militar de Venezuela expone al pueblo: «Habéis manifestado que queréis separaos del Gobierno de Bogotá, y no depender más de la autoridad de SE, el Libertador, general Simón Bolívar».
«Habéis pronunciado al mismo tiempo porque se establezca en Venezuela un Gobierno Soberano, Popular, representativo, Alternativo y Responsable» Segundo, Reglamento provisorio para el gobierno de Estado de 1830.
Tercero, Decreto del 6 de agosto de 1830, que establecía garantías de los venezolanos para el gobierno provisorio. Cuarto, Decreto del Congreso Constituyente del 16 de agosto de 1830, que rechazaba la Constitución de Colombia, y quinto, la Constitución del Estado de Venezuela.
Es de destacar, el nivel de civilidad, como se entenderían los representantes de ambos congresos y la responsabilidad para sumir la deuda pública que implicaba a todos. Al respecto, fue posible la reunión en la Vila del Rosario de Cúcuta, el 21 de abril de 1830, de una Junta de Comisionados, integrada por respetadas personas: Antonio José de Sucre, Santiago Mariño, Martín Tovar, Ignacio Hernández Peña, Francisco Aranda y el Obispo de Santa Marta José María, que recogerían la decisión venezolana de separarse de Colombia, destacándose y “que ninguna persona fuera molestada ni perseguida en ningún tiempo por los pronunciamientos contraídos”.
A partir de entonces, (1830) Colombia continuó siendo Colombia, Venezuela se daría su propia Constitución, “republicana, alternativa, igualitaria y un sistema de origen liberal “centro-federal”.
El Libertador fallecería el 17 de diciembre de 1830, sin dejar de “cesar los partidos” y “bajar tranquilo al sepulcro”. Se había empreñado en un proyecto “utópico”, que a casi 200 años, ha vuelto, con acuerdos “integracionista” y una fortalecida unidad, a ritmo de la llamada “globalización” y los sueños de una América prospera.