La industria del azúcar en el municipio Palavecino
Yolanda Aris
Cronista Oficial del Municipio Palavecino
arisyoli1@yahoo.es
En el municipio Palavecino, una de las principales actividades económicas que se desarrolló desde el siglo XVI, hasta finales del siglo XX, fue el cultivo de caña de azúcar. Inicialmente con algunas empresas artesanales para el procesamiento de ese rubro, como ingenios y trapiches para producir papelón y azúcar, y alambiques para fabricar aguardiente.
A pesar de la existencia de una especie autóctona de caña dulce en el país, de acuerdo con Marco Aurelio Vila en Geografía de Venezuela. Texto para educación secundaria y normal (p. 242), los conquistadores españoles trajeron y cultivaron una variedad de esta planta en los primeros siglos de dominio colonial, y con un significativo avance en el siglo XVIII; cuando se lograron introducir ingenios y trapiches para la producción de papelón y aguardiente.
José Ángel Rodríguez en su libro Los Paisajes Geohistóricos Cañeros en Venezuela, señala que Carlos Felice Cardot cree que la caña entró por las costas de Coro, traída por Juan de Ampíes, ya que él la cultivaba en Santo Domingo. (p. 24), y de allí se extendió a otras ciudades. Agrega que según el testimonio de Agustín Marón, en su Plan demostrativo en que se manifiesta el Gobierno Económico de la Provincia de Venezuela y resumen general del consumo de frutos, en 1775 existían, 348 trapiches en esta provincia. (p. 29–30)
Sobre el inicio de este cultivo, Manuel A. Meléndez Prado en su obra Orígenes Larenses, señala que Don Jacinto de Oviedo, encomendero de Duaca, y su hermano don Alonso de Oviedo encomendero de Iboa, (municipio San Pablo del Estado Yaracuy), quien se trasladó a Duaca y allí descubrió cobre en la región, (Aroa) y que los ingresos por este mineral, le permitieron: ¨…levantar de los terrenos yermos de Iboa, una de las primeras haciendas de caña del territorio neosegoviano, y a promover el desarrollo de la industria cañera en el Turbio y Poapoa, Urachiche y el mismo valle de Aroa en la parte que entonces llamaban San Nicolás,…¨ (p. 250)
La revisión de documentos de compra-venta y herencias del Registro Subalterno o Inmobiliario de Cabudare, desde mediados del siglo XIX al XX; permite señalar, a algunos de los principales cultivadores de caña y productores de azúcar y papelón. Cabe mencionar a Marcos Ortiz, dueño de tierras de labor en las Jaguas, Caraulla y Chorobobo, con plantaciones de café, cacao y cinco fanegadas* de terreno con riego, con trapiche y sementera.
Su hijo, Ignacio Ortíz compró la hacienda Patio Grande con plantaciones de café, cacao, caña de azúcar y con trapiche. Otro de sus hijos, Eduardo Ortiz, poseía una hacienda en Chorobobo con 40 tablones** de caña dulce con un trapiche de 6 fondas de cobre, un alambique, y otra posesión contigua con 20 tablones de caña, y compró a Josefa María Riera 22 fanegadas de tierra con cacao, caña de azúcar, con trapiche y alambique.
Antonio Planas en 1797 dejó en testamento, entre otras propiedades, tierras en Parapara con cultivos de cacao y caña de azúcar. Petra Lugo de Colmenares era dueña de la hacienda “del Medio” en el sitio de Las Barrancas con caña y cacao; Domingo Antonio Méndez, dejó en herencia, hacienda con trapiche en el sitio de Tarabana en el camino hacia Barquisimeto. Lermes Solagnie compró la hacienda la Vega en Bureche con trapiche y alambique.
* Fanegada: Medida agraria equivalente a 6.400 mts2, es decir, 80 por 80 mts, o 100 x 100 varas)
**Tablones: equivale a espacios cuadrados o manzanas de 6.900 mts2 separadas por caminos o avenidas)
Felipe Cruz Ponte era propietario entre otras, de la Hacienda Tarabana que le vendió Nicolás León, y también compró a los hermanos Palacios, la hacienda La Esperanza en Tarabana, y conjuntamente con sus hermanos José Antonio, Adelaida y Encarnación Ponte, eran dueños de una hacienda de café y caña, con trapiche y alambique en el camino de Cabudare a Papelón.
Los trapiches eran molinos con los que se obtenía el jugo de la caña, y se fabricaba panela o papelón y azúcar. Los ingenios azucareros eran instalaciones productoras, dedicadas a la molienda y procesamiento de la caña de azúcar. Igualmente se denominaron Ingenios, a las haciendas coloniales latinoamericanas para fabricar azúcar. La diferencia entre ambos era que el trapiche era de pequeña producción, mientras en el ingenio era mayor. Los antiguos ingenios fueron empresas productoras de azúcar que usaban en los trapiches la fuerza motriz de bueyes u otros animales.
Juan de Dios Meleán, en el artículo que escribió sobre Cabudare, para el Diccionario del Estado Lara de Telasco Mac.Pherson, publicado en 1883, sobre la producción de papelón y azúcar a finales del siglo XIX, en estos espacios locales, señala:
“…Mil quinientas hectáreas, por lo menos de caña de azúcar se cultivan en sus amenos valles. ‑Existen treinta haciendas cuyos trapiches, la mayor parte de hierro, son movidos por bueyes y tres movidos por máquinas de vapor. — la destilación de aguardiente es a lo que están dedicadas la mayor parte de las haciendas, pero también elaboran inmejorable papelón y regular azúcar…” (p. 88)
No menciona el autor cuáles eran los tres trapiches que funcionaban movidos por máquinas de vapor en 1883. Pero ello indica, que para esa fecha, se dan los inicios de la industrialización y mecanización en el actual municipio Palavecino, y constituye un testigo de la revolución industrial promovida por la máquina de vapor, que sustituirá la fuerza motriz de los animales o esclavos.
Ya entrado el siglo XX, el periódico barquisimetano El Impulso, el 1º de enero de 1924, con motivo de conmemorar sus 20 años de circulación, publicó una edición aniversaria, en la cual describía la situación general de los diferentes distritos que componían el Estado Lara. Menciona que el Distrito Cabudare, (actual municipio Palavecino), contaba con 31 fundos de cañamelar, de los cuales, 14 tenían trapiches con fuerza de vapor y 3 con fuerza hidráulica, los cuales producían anualmente 2.734 toneladas de caña, que generaban 242.888 kilos de azúcar
Los principales productores de caña para el momento eran: los hermanos Yepes Gil, Hermelindo Herrera, Enrique Orozco, Cruz Mario Sigala, Antonio Piñero, Clemente Hernández, Pablo Giménez Garmendia, Rafael Silva Riera, hermanos Fuente, Antonio Crespo, Dr. Honorio Sigala, Rafael Parra, hermanos Fernández, Francisco Anzola, Carlos Gadea, Julio Ramos, Carlos Pereira, Genaro Barrios, Juan Agüero, Víctor Piñero, Ramón Méndez, Eloy N. Suárez, Hermanos Páez, Carlos Rodríguez Garmendia, Malaquías Vísquez, Rafael Perdomo R., Rafael J. Montesdeoca y Gerónimo Viacaba.
En 1929, F. Benet publicó la Guía General de Venezuela, cuyo primer tomo, tiene la sección Generalidades, estados Táchira, Mérida, Trujillo, Lara, Falcón y Zulia, en el cual describe las actividades económicas, del Distrito Cabudare, conformado por los municipios Cabudare, Los Rastrojos y Sarare. Destaca que este distrito contaba con 3.430 casas y 14.723 habitantes cuya principal riqueza era el cultivo de caña de azúcar, de donde se obtenían 2.750.000 kilos de papelón y 250.000 de azúcar.
Los productores de caña eran: Francisco Anzola, Juan Agüero, Genaro Barrios, Antonio Crespo, Carlos Gadea, Altidoro Duín, Pablo Giménez Garmendia, Hermelindo Herrera, hermanos Yepes Gil, Clemente Hernández, hermanos Páez, hermanos Fuentes, hermanos Fernández, Ramón Méndez, Rafael Montesdeoca, Enrique Orozco, Antonio Piñero Sucs., Rafael Perdomo, Rafael Parra, Julio Ramos, Cruz Mario Sigala, Rafael Silva Riera (Hacienda Agua Viva), Eloy Suárez, Víctor Piñero, Sucs. Vásquez Malaquías y Gerónimo Viacaba.
Pablo Perales Frigols sobre la industria del azúcar, señala en su libro Geografía Económica del Estado Lara, que según los datos aportados por el Censo Agrícola y Pecuario de 1937, la principal industria alimenticia del estado Lara era la azucarera en sus dos formas: azúcar refinado y papelón; y la principal industria del distrito Palavecino era la fabricación de papelón con una producción de 1.836,37 toneladas, ocupando el cuarto lugar luego de los distritos Morán, Iribarren y Torres. (p. 246)
Agrega este autor que: ¨Sus valles del Turbio y del Tocuyo son famosos en Venezuela justamente por la caña de azúcar, cuyos sembrados se vienen perpetuando desde hace ya cuatro siglos. La región cañera del Turbio se extiende desde San Miguel, en el distrito Jiménez, hasta la hacienda El Ingenio en Yaracuy, al norte de Yaritagua…¨ (p. 205–206); y que el Valle del Turbio, tenía una extensión de unas 1.177 hectáreas, comprendidas entre la Hacienda San José al suroeste de Barquisimeto hasta la hacienda El Ingenio al norte de Yaritagua.
Señala que, Buena Vista, San Miguel, Cabudare y Los Rastrojos, son pueblos cuya actividad principal es la fabricación de papelón, que si bien se obtiene siempre en las mismas haciendas, necesita para su elaboración a gran número de campesinos de tales pueblos. (p. 247).
Progresivamente, los ingenios fueron siendo sustituidos por los denominados centrales azucareros, al introducir la máquina de vapor; dando origen a la revolución técnica del azúcar.
Este autor menciona que en 1937, el azúcar se fabricaba en el distrito Palavecino debido a la existencia de dos centrales; el de Tarabana y el de San Marcos, ambos en el municipio Cabudare.
Para el año 1945, funcionaban cinco pequeños ingenios en el estado Lara: Tarabana, San Marcos y Versalles en Palavecino; Los Palmares en Morán y Sicarigua en Torres. Versalles se fundió con San Marcos en 1946, y Sicarigua, cesó su producción en 1948. Quedaron funcionamiento tres, dos de los cuales estaban en Palavecino. Se presenta a continuación un cuadro de producción de estos ingenios.
Producción de azúcar en Lara. Toneladas.
Ingenio | Distrito | 1945 | 1946 | 1947 | 1948 |
Tarabana | Palavecino | 558,01 | 885,51 | 739,95 | 473,45 |
Los Palmares | Morán | 229,13 | 623,60 | 370,12 | 491,77 |
San Marcos | Palavecino | 102,44 | 258,66 | 316,15 | 213,70 |
Versalles | Palavecino | 41,41 | ——– | ———- | ———- |
Sicarigua | Torres | 231,53 | 336,60 | 99,37 | ——– |
Total | 1.232,52 | 2.104,37 | 1.525,89 | 1.178,92 |
Fuente: Perales Frigols, Pablo. Geografía Económica del Estado Lara. p. 251
Elaborado por: Yolanda Aris
Central Tarabana
La Hacienda Tarabana fue promotora de la industrialización con maquinaria al vapor, en el municipio Palavecino, y cuenta con una larga trayectoria histórica, de acuerdo a José Antonio Yepes Azparren en su libro Tarabana, donde señala que existen referencias de ella desde 1791:
“Juan Galíndez y Anzola según escritura del 9 de septiembre, le compró al Regidor Santiago Villalonga…una posesión de tierras de labor en el sitio Tarabana… La referida hacienda se compone de veinte y una fanegadas de tierra en la que están fundadas doce mil árboles de cacao frutales, diez y siete (ilegible) de caña, dos trapiches, el uno con tres fondos, …”. (p. 141)
De igual manera, reseña que en 1887, en el inventario levantado por el reparto de bienes por la muerte de Felipe Cruz Ponte, la hacienda Tarabana tenía ¨… máquina de vapor, fuerza de cuatro caballos para moler las cañas de azúcar…¨ (p. 124). Por lo que pudiera deducirse que fue una de las tres haciendas que contaban con trapiches a vapor, como lo mencionó Juan de Dios Ponte en 1883 en el Diccionario del Estado Lara, ya referido con anterioridad.
Igual mención se hace en 1908, cuando Emma Ponte de Reyes vende la hacienda Tarabana a Jesús María Canelón y señala que posee¨…oficina de vapor, alambique, parrillas y todo lo demás para labores de caña, como centrífuga y otros enseres…¨ (p. 125) Y también, cuando éste la vende a Ana María Garrido de González en 1913 señala que contiene ¨…oficinas con motor de vapor, alambique, parrilla, centrífuga…¨(p. 125)
En 1917, la sucesión González, dueños de la hacienda Tarabana, ahora llamada Las Mercedes crearon la Sociedad Agrícola, Pecuaria y Mercantil, e instalan en 1918 maquinaria con trapiche de cinco masas movido por vapor, una centrífuga para moler unas 20 toneladas de caña en 12 horas adquirida a la empresa L. Geo Squier & C° de USA.
En 1920, cuando los hermanos Yepes Gil compraron la hacienda, trajeron nueva maquinaria de Alemania de la compañía KRUPP GRUSONWERK, la cual arribó en 1930 a Cabudare, trasladada por el ferrocarril Bolívar, y comenzó a funcionar como Central Tarabana. Información aportada por José Antonio Yepes Azparren en su obra ya referida.
Asegura este autor, que: ¨Tarabana se erige como el primer central moderno por segunda vez en su historia en todo lo ancho de Barquisimeto y Cabudare –antes lo había sido en 1918…¨ con la instalación de la maquinaria que ya se ha mencionado.
Ese mismo año se creó la Sociedad Cooperativa de Cañamelar de Lara y Yaracuy, nos informa José Vicente Pepper en A través de Lara, con el propósito:
… de buscarle colocación a la producción de los asociados para impedir la plétora que conduce a la bancarrota, bien celebrando contratos para colocar todo el producto, bien negociando el excedente de manera que no venga a hacer competencia con los mismos hacendados, bien estableciendo por su cuenta un alambique a propósito para convertir rodo el papelón que no haga falta para el consumo público en alcohol desnaturalizado o no… (p. 106)
Por su parte, María Victoria López en su Tesis de Maestría en Historia Contemporánea, La Proletarización de los Campesinos en la Unidad de Producción Azucarera, Estado Lara. 1900–1970, señala que, para las primeras décadas del siglo XX, antes de la instalación del Central Río Turbio, en el actual municipio Palavecino funcionaban 40 haciendas de caña con trapiche y dos centrales azucareros. Los centrales eran: Tarabana y San Marcos de Chorobobo, mientras las haciendas de trapiche eran:
San José, San Nicolás, Santo Domingo, Santa Rita, Santa Bárbara, Las Damas, Bella Vista, El Molino Abajo, El Molino Arriba, La Trinidad, La Pastora, El Ingenio, Agua Viva, San Antonio, Las Mercedes, Almariera, La Capilla, Santa Elena, La Haciendita, El Ensayo, Santa Teresa, Altamira, Papelón, Patio Grande, Rancho de Gloria, Santa Ana, Las Merceditas, La Maporal, San Rafael, La Esperanza, Santa Lucía, La Montoya, La Guerrereña, La Unión, El Dorado, La Soledad, Los Barrancos, La Guacabra y El Pilar. (p. 65–67)
La Corporación Venezolana de Fomento venía impulsando la construcción del ingenio llamado Central Río Turbio, que se calculaba estaría listo para el año 1954. Efectivamente el 20 de diciembre de 1945, se había fundado la Compañía Anónima Central Río Turbio que sustituyó a los viejos trapiches papeloneros en una factoría azucarera, iniciando producción en 1956.
La Junta Directiva fundadora estuvo conformada por: Pablo Gil García, presidente; los vocales Cruz Mario Sigala, Pablo Cortez y J. A. Tamayo Pérez; y los suplentes Marcial Garmendia, Mariano y Daniel Yepes Gil, Carlos Gil García, Diego Rodríguez y Horacio Anzola, el secretario Luis Eduardo Castillo y el tesorero Cruz María Yepes Gil. La mayoría de ellos eran productores cañeros de la zona.
La primera piedra fue colocada el 28 de noviembre de 1952, en el sitio de la hacienda Unión en el caserío Chorobobo, en la carretera vieja de Barquisimeto a Yaritagua, e inició actividades en 1955. Contaba en sus inicios con varios edificios para su funcionamiento y cinco pozos de agua. El Central Río Turbio llevó a la desaparición de los otros centrales y trapiches en Palavecino; entre ellos el Central Tarabana.
Para 1957, la Sociedad Amigos de Barquisimeto (S.A.B.), señala en Compendio Económico y Social de Barquisimeto, que para ese año el Central Río Turbio tenía una capacidad de molienda de unas 2.500 toneladas diarias, ocupando el segundo lugar a nivel nacional en cuanto a producción. La industria del azúcar impulsó la instalación y crecimiento de las embotelladoras de refrescos Marbel, Cocacola, y Pepsicola en el sector El Carabalí
En 1980 el Valle del río Turbio fue decretado zona de aprovechamiento agrícola y luego, Área Bajo Régimen Especial (ABRAE). El 5 de mayo del año 2006, por decreto, el presidente Hugo Chávez Frías expropió esas tierras del Valle del río Turbio, para incorporarlas a los proyectos de soberanía alimentaria, sin resultados exitosos.
Igualmente, el Central Río Turbio ha paralizado su producción desde el año 2018 y no se ha logrado su reactivación. Se perdió así, una tradición agrícola de varios siglos de historia, que identifican al municipio Palavecino, y que está plasmada incluso en el escudo de esta entidad local.
Fuentes consultadas
Perales Frigols, Pablo. Geografía Económica del Estado Lara. Ministerio de Fomento. Separata de la Revista de Fomento No. 79, 80, 81,82. Caracas, 1954. 374 p.
Rodríguez, José Ángel. Los Paisajes Geohistóricos Cañeros en Venezuela. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Estudios Monografías y Ensayos. No. 82. Caracas, 1986. 141p.
Sociedad Amigos de Barquisimeto (S.A.B) Compendio Económico y Social de Barquisimeto. Barquisimeto, 1957. 171 p.
Vila, Marco Aurelio. Geografía de Venezuela, texto para educación secundaria y normal. III edición. Fundación Eugenio Mendoza Caracas, 1955. 405 p.
Perozo Padua, Luis Alberto. Del antiguo trapiche a la gran factoría azucarera. https;//www.misrevistas.com