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Las mansiones de la oligarquía gomecista

Luis Heraclio Medina Canelón
Abogado — Historiador

Un aspecto poco tratado por los historiadores y cronistas es la vivienda del venezolano de la primera parte del siglo pasado.  Si bien el país estuvo sumido en una terrible miseria, y la la población que hoy llamaríamos “clase media” vivía en casas que databan de los siglos XIX y XVIII, construidas con adobes y caña brava, y los pobres apenas  en miserables ranchos de madera y palma,  una reducida camarilla de beneficiarios de la tiranía pudo construir una pequeña pero representativa cantidad de suntuosas mansiones que son una vitrina histórica de cómo vivían los integrantes de aquella élite gobernante


Quin­ta Pimentel

Todavía están en pie varias de esas man­siones las cuales hemos podi­do cono­cer y cuya visi­ta nos lle­va a entrar en con­tac­to con la vida de los años veinte.  Según con­ta­ban nue­stros antepasa­dos con­trasta la aus­teri­dad con la que vivían los pro­fe­sion­ales, com­er­ciantes y emplea­d­os de cier­ta cat­e­goría del primer cuar­to de siglo pasa­do, con la de los ami­gos del rég­i­men: mien­tras en la casa de cualquier doc­tor ape­nas había un baño “de excu­sa­do” o pozo sép­ti­co y como mucho usa­ban un “agua­manil” de jar­ras y poncheras,  pudi­mos ver en las man­siones vis­i­tadas var­ios baños con lujosos acaba­dos de porce­lanas euro­peas, bañeras, bidets, Lava­piés y sun­tu­osos lava­manos. Mien­tras las casas de los mas aco­moda­dos com­er­ciantes eran de techos de caña bra­va, los de estas man­siones eran finas maderas. Hemos tenido la opor­tu­nidad de cono­cer dos de estas opu­len­tas mansiones:

Un “lava­piés” curioso acce­so­rio de baño,hoy casi desconocido.

 

LA QUINTA PIMENTEL

En Carabobo, a pocos min­u­tos de Valen­cia está la “Quin­ta Pimentel” propiedad del com­padre de Juan Vicente Gómez, Anto­nio Pimentel.  Pimentel era uno de los pocos ami­gos ver­daderos de Gómez, en quien tenía enorme con­fi­an­za.  Era un hacen­da­do orig­i­nario de Yaracuy, que poco o nada se metió en políti­ca aunque Gómez en una opor­tu­nidad y por cor­to tiem­po lo desig­no min­istro de guer­ra. Por esta razón lo lla­maron gen­er­al aunque jamás tomó una espa­da en sus manos. 

La Quin­ta Pimentel se encuen­tra en la población de Vigir­i­ma, esta­do Carabobo, enclava­da en lo que una vez fue la hacien­da del mis­mo nom­bre y tiene en sus ter­renos una tor­refac­to­ra de café, que se cul­tiva­ba en los ter­renos aledaños. Se encuen­tra rodea­da por un bosque­cil­lo que le da som­bra y fres­co. Es una sober­bia con­struc­ción, con muros de piedra, de dos pisos de altura y escalera de cara­col, con pisos de bal­dosas impor­tadas en la época de Europa. Gran can­ti­dad de enormes habita­ciones con sus lujoso baños con bañeras en la plan­ta alta y en la primera plan­ta las áreas sociales, coci­na amplios corre­dores donde se cel­e­bra­ban sun­tu­osos ban­quetes y reuniones sociales de los gomecistas. 

Pudi­mos allí cono­cer tam­bién la pisci­na, que se llen­a­ba con agua prove­niente de un man­an­tial en la mon­taña aledaña.  Estu­vo toda acaba­da en fina cerámi­ca ale­m­ana y se cuen­ta que allí se baña­ba el dic­ta­dor. Varias ter­razas, cer­cadas de baran­da en mam­postería habrían servi­do para reuniones y bailes.  La man­sión estu­vo semi aban­don­a­da por muchos años.

La pisci­na, donde cuen­tan se baña­ba Juan Vicente Gómez, le arran­car­on su finísi­ma cerámi­ca alemana.

En los años ochen­ta o noven­ta fue restau­ra­da cuida­dosa­mente y reco­bró su esplen­dor, lle­gan­do a ser un polo turís­ti­co, pero a prin­ci­p­ios del actu­al siglo fue toma­da por el gob­ier­no nacional, adscri­ta al INTI y casi de inmedi­a­to aban­don­a­da, por lo cual su esta­do actu­al es de total y las­ti­moso dete­ri­oro.  Los últi­mos “respon­s­ables” lle­garon a la bar­bari­dad de arran­car la her­mosa bal­dosa que cubría la pisci­na, reliquia de cien años, dizque para “restau­rar­la” y la dejaron en la pura obra limpia.  Una capil­la para ser­vi­cios reli­giosos com­ple­ta la obra.

LA VILLA VICCENZIO

Otra man­sión del gome­cis­mo digna de men­cionar es la “Vil­la Pérez Soto” “Vil­la Vicen­cio”, en Los Teques, en lo que fuera la hacien­da Ramo Verde, propiedad del gen­er­al Vicen­zo Perez Soto, un lugarte­niente de Gómez, que ocupó varias pres­i­den­cias de esta­do e hizo una enorme for­tu­na durante la dic­tadu­ra.  Se encuen­tra tam­bién enclava­da en una antigua pos­esión:  “Ramo Verde” y actual­mente sus ter­renos for­man parte de la Escuela de Guardias Nacionales, por lo que tiene acce­so restringido.

La man­sión “Vil­la Vicen­cio”, en Ramo Verde, Los Teques

Tam­bién de dos plan­tas, rematadas por un mirador sobre la segun­da, con acaba­dos en finas cerámi­cas, techos de madera que todavía se resisten al aban­dono, el inte­ri­or nos recuer­da hoy por su esta­do ruinoso a los esce­nar­ios de una pelícu­la de mis­te­rio, pero mira­da des­de afuera evo­camos los tiem­pos de la tremen­da riqueza de un reduci­do cir­cu­lo de poder. Pese a que se encuen­tra bajo el cuida­do de la escuela de la guardia nacional, su esta­do es lam­en­ta­ble, sus techos están a pun­to de caer y corre ries­gos de perder­se, pese a que es una ver­dadera joya de la arqui­tec­tura vene­zolana de prin­ci­p­ios del siglo XX.

Al morir el dic­ta­dor se expropió al clan Gómez una enorme parte de su inmen­sa for­tu­na, allí tam­bién cayeron Pimentel y Pérez Soto, quienes perdieron gran can­ti­dad de sus propiedades habidas al amparo de la tiranía, entre ellas la Quin­ta Pimentel y Vil­la Vicenzio.

Las áreas inter­nas de la otro­ra opu­len­ta “Vil­la Vicen­cio”, que mere­cen ser rescatadas.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

4 comentarios en «Las mansiones de la oligarquía gomecista»

  • Hola Dr. Tiene ust­ed infor­ma­ción sobre la his­to­ria de la casa her­mano de Juan Vicente Gómez, que hoy en Día es el hotel Palace

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    • Gra­cias por escribir. Según nos con­t­ba el Dr Enrique Mandry, miem­bro de la Acad­e­mia de la His­to­ria del esta­do Carabobo, el Hotel Pálace, antes Hotel Cua­tro­cien­tos, fue con­stru­i­do como una vivien­da por un señor lla­ma­do Modesto Del Castil­lo, con un gran lujo y una arqui­tec­tura muy lla­ma­ti­va ‑como se ve todavía- pero un her­mano de don San­tos Matute Gómez, quien había sido gob­er­nador (Pres­i­dente) del Esta­do Carabobo, pri­mo del Pres­i­dente gen­er­al Gomez se empeño en adquirir­lo, se llam­a­ba Rober­to Matute Gómez, este fue aumen­tan­do la ofer­ta a nive­les de locu­ra, has­ta que Don Modesto se la vendió. El pueblo valen­ciano que le pone nom­bre a todo lo que le lla­ma la aten­ción. lo denom­inó “El modesto castil­lo de don Modesto Del Castil­lo”. No pudo Rober­to Matute dis­fru­tar su adquisi­ción, pues cuan­do murió el gen­er­al Gómez en diciem­bre del 35, saque­aron la casa y destruyeron todo. El Esta­do pen­só que ese inmue­ble era suje­to de con­fis­cación, y la dio en cus­to­dia (?) a los Boy Scout, y allí tenían su cuar­tel, pero, los dueños recla­maron dicha propiedad y don Rober­to Matute Gómez, no había ejer­ci­do car­gos públi­cos nun­ca y tenía propiedades y bienes demostra­bles muchos años antes de la gob­er­nación de su her­mano, así pues. que el inmue­ble tuvo que ser devuel­to a sus legí­ti­mos propi­etar­ios. Cuan­do el Cua­tri­cen­te­nario de Valen­cia fue con­ver­tido en hotel y se le realizaron mejo­ras y amplia­ciones en la edi­fi­cación. De hotel Cua­tro­cien­tos, pasó a hotel Pálace.

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  • En Yagua Edo Carabobo está la Quin­ta La Con­cep­ción que era propiedad de Los Wal­lis y la perdió un Nieto en una par­ti­da de car­tas con Anto­nio pimentel.
    hoy en día esta joya arqui­tec­tóni­ca esta sien­do restau­ra­da por la comu­nidad y fun­cionará como la casa de la cul­tura de Yagua, Lo triste es que no se tienen foto de la época ya que la casa paso en otros tiem­pos por varias remod­ela­ciones y se desconoce
    como era su for­ma original.

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  • Es una pena que lo que lla­mamos pat­ri­mo­nio o acer­vo cul­tur­al como La Casa Pimentel y haya sido de quien sea, porque dejar­lo en el aban­dono como todo en Venezuela, que triste que esas casas colo­niales las desval­i­jen y olv­i­den. Que boni­to seria acondi­cionarlas nue­va­mente en su orig­i­nal­i­dad lo mas posi­ble para sacar prove­cho en la parte turís­ti­ca. Son con­struc­ciones que per­manecen por mas, de casi 200 años. La Casa Pimentel esta com­ple­ta­mente aban­don­a­da la desval­i­jaron ( mue­bles etc de la época) todo se lo lle­varon, no hay vig­i­lan­cia, vidrios de ven­tanas rotos, la pisci­na en su época tenia cos­tosas cerámi­cas ale­m­anas se las quitaron y que para restau­rar­la y así que­do pare­des peladas y llena de monte. Que triste mi Venezuela, tan impor­tante la his­to­ria y todo lo acaban.…

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