Semblanzas

María Agustina de La Torre y Urrieta: una caroreña inmortalizada por amor

Emilio Acosta
Historiador y cronista
CEO de Venezuela Provincial

Doña María Agusti­na de La Torre y Urri­eta nació en el año de 1734, en la ciu­dad de Caro­ra, actu­al esta­do Lara, hija de Juan de la Torre y Sánchez nati­vo de Tacoro­nte, Islas Canarias y la man­tu­a­na criol­la Doña Jua­na Paula De Urri­eta Álvarez De Silva.

María Agusti­na cre­ció bajo el seno de una famil­ia rica y poderosa, su madre era hija del caroreño Juan Agustín de Urri­eta y Riera, un Capitán y Teniente de Caballería de los Reales Ejérci­tos de su majes­tad el rey de España. 

Su famil­ia pactará un mat­ri­mo­nio con otro poderoso man­tu­ano de la ciu­dad, Javier Oropeza de Urri­eta, quién era abo­ga­do, nom­bra­do Teniente de Jus­ti­cia May­or de Caro­ra en el año de 1756, tam­bién fue Cor­regi­dor de indí­ge­nas y Juez; con su for­tu­na ini­ció la erec­ción de la Par­ro­quia de Are­nales y la capil­la ded­i­ca­da a San Gerón­i­mo como ofren­da a Dios y sus vecinos. 

Don Javier asumirá la dote de doña María Agusti­na y con­traerán nup­cias, pos­te­ri­or­mente pro­cre­ar­an 5 hijos.El 12 de abril de 1768 doña María Agusti­na fal­l­ece a la edad de 34 años, su mari­do descon­so­la­do solici­ta al pin­tor José Anto­nio de Por­ras, que real­ice un retra­to post mortem de su seño­ra esposa para inmor­talizarla y siem­pre poder observarla.

Doña María Agusti­na de la Torre

El cuadro (en ima­gen) se real­izó y, en la parte supe­ri­or izquier­da con­tiene una tar­ja que cita: «Retra­to de Doña Maria Agustina/ de la Torre fiel m. saca­do por sus/ orig­i­nal inmedi­a­ta la hora, q murió: q/ fue el día 12 de Abril del año de 1768./ a los 34 de su edad, con el trage, y exer/ cicio, y común mente acos­tum­bra­va para/ memo­ria de los cin­co hijos, q tubo de/ su mat­ri­mo­nio con­trai­do con el Doc­tor Fran­cis­co Xavier de Oropeza en 19/ de Sep­tiem­bre de 1767. Años, / y dlo parbulos./ Requies cat in pace».

En la parte derecha de la pin­tu­ra podemos obser­var lo siguiente:

«ECO/ DE SU MAS AMANTE/ Quedese mil­lan­to encalma/ que en tan fune­bres despejos/ no expli­ca bien con los ojos/ sus sen­timien­tos el Alma,/ logre glo­riosa palma/ la que en el sepul­cro y/ y por mas que el tiem­po [¿?]/ siem­pre viva en mi memoria/ su retra­to, y en la Gloria/ sem­per requi­escat in pucc».

El cuadro se encuen­tra ‑hoy en día‑, entre las piezas de la colec­ción Pas­tor Oropeza, en Caracas.


Artícu­lo pub­li­ca­do en Insta­gram: @VenezuelaProvincial

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *