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Militares en el 19 de Abril de 1810

Ángel Rafael Lombardi Boscán
Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ
@lombardiboscan

Eso de que el 19 de abril de 1810 fue un acto pro-civilista no es cier­to del todo. Sin el apoyo de los cuer­pos Fijos y Mili­cias (Fuerzas Armadas de ese entonces) los inte­grantes del Cabil­do de Cara­cas no hubier­an podi­do forzar la renun­cia de Emparan que lo hace por no ten­er apoyo militar.

La par­tic­i­pación de las fuerzas mil­itares parece haber sido deter­mi­nante en el éxi­to de los cabil­dantes caraque­ños algo que la his­to­ri­ografía sobre el tema soslaya para no dar­le vue­lo a la tesis anti-litúr­gi­ca, de acuer­do a la Bib­lia patrióti­ca, de que el 19 de abril de 1810 fue un golpe de estado.

Muchos miem­bros de la aris­toc­ra­cia criol­la man­tu­vieron estre­chos con­tac­tos con la ofi­cial­i­dad, de la cual inclu­so forma­ban parte. Según el valioso tes­ti­mo­nio del arzo­bis­po de Cara­cas de ese entonces y furi­bun­do par­tidario del rey, Nar­ciso Coll y Prat, esto fue algo evi­dente: “Baste decir que los fac­ciosos col­i­ga­dos supieron ganarse la may­or parte de los ofi­ciales amer­i­canos y europeos que mand­a­ban la fuerza arma­da com­pues­ta de los restos del regimien­to de la Reina, del batal­lón fijo de San Car­los, y de una o dos com­pañías de las Mili­cias de par­dos de Aragua; que la fuerza estu­vo engolosi­na­da con el suel­do doble que dis­frutó el mis­mo diecinueve”.

Fran­cis­co Rodríguez del Toro, mar­qués del Toro, al pare­cer ami­go ínti­mo de Vicente de Emparan, tuvo extra­or­di­nar­ias facil­i­dades para obten­er el apoyo de la mili­cia caraque­ña, a la cual pos­te­ri­or­mente le tocaría man­dar como máx­i­mo jefe militar.

Fran­cis­co Rodríguez del Toro

Las tropas que apo­yaron a los jun­tis­tas caraque­ños fueron en su may­oría ori­un­das del país; las fuerzas penin­su­lares, muy escasas, casi todas se ple­garon a la cor­ri­ente de opinión que apoyó a los criol­los en el golpe de mano en con­tra de Emparan. 

Julio Albi, exper­to en el tema mil­i­tar colo­nial his­pano nos refiere lo sigu­iente: “Debido a la ausen­cia de fuerzas penin­su­lares, las Fijas rep­re­senta­ban las úni­cas tropas per­ma­nentes de las que dis­pusieron las autori­dades real­is­tas para hac­er frente a los movimien­tos emancipadores. 

Por el hecho de encon­trarse siem­pre reunidas, a difer­en­cia de las Mili­cias, y por su may­or gra­do de instruc­ción suponían el úni­co ele­men­to mil­i­tar exis­tente en las Indias. En con­tra de su vol­un­tad ni los vir­reyes ni los diri­gentes inde­pen­den­tis­tas podían hac­er nada. 

Así, ver­e­mos que en los primeros momen­tos los alza­mien­tos sólo tri­un­faron en aque­l­los ter­ri­to­rios donde fueron apoy­a­dos por los Fijos o donde estos man­tu­vieron, al menos, una acti­tud pasi­va o en los que no existían”.

Los Cuer­pos Fijos fueron en Venezuela en la víspera del 19 de abril de 1810 los sigu­ientes: I Batal­lón en Cara­cas; tres “Cuer­pos” situ­a­dos en Cumaná, Guayana y Mar­gari­ta y una Com­pañía Inde­pen­di­ente; en Artillería una Com­pañía Independiente. 

Los Fijos fueron las tropas mejor adiestradas, aunque su número siem­pre fue insu­fi­ciente para cubrir las grandes exten­siones de ter­reno en donde esta­ban acan­ton­adas, en su may­oría cer­ca de la cos­ta y en las más impor­tantes ciudades. 

Más numerosas, aunque con un menor adies­tramien­to mil­i­tar, fueron las fuerzas de Mili­cias en donde los criol­los de alta cuna ejer­cían posi­ciones den­tro de la ofi­cial­i­dad, como el caso del mis­mo Simón Bolí­var. Los mili­cianos eran civiles con una muy ele­men­tal for­ma­ción mil­i­tar; más que fuerzas de choque preparadas para la guer­ra, ejercieron fun­ciones de Policía.

Las tropas y sus ofi­ciales no man­tu­vieron una acti­tud homogénea ante las acciones lle­vadas a cabo por los caraque­ños; mien­tras que unos se ple­garon a estos (Cumaná, Barcelona, Mar­gari­ta, Bari­nas, Tru­jil­lo, Méri­da, etc.) otros se man­tu­vieron leales a la Monar­quía (Mara­cai­bo, Coro y Guayana).

CorreodeLara

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