Santa Bárbara su fiesta y sus tambores (VIDEO)
Américo Cortez
Cronista de Cabudare, municipio Palavecino
proyectosarao@gmail.com
Desde el inicio de la construcción de la capilla en honor a Santa Bárbara, por el Alférez Real Juan José Alvarado de la Parra, en 1797 se constituyó una fe a esta santa en Cabudare
La capilla u oratorio de la hacienda fue destruida por el terremoto de 1812 y empezada a reconstruir en 1815. Allí se constituyó la primera sede de la Parroquia Cabudare en 1821, hasta que los vecinos de Cabudare, considerando que estaba muy lejana a sus hogares construyeron, donde hoy está la iglesia San Juan Bautista un caney para efectuar los oficios religiosos, lo que sucedió hasta agosto de 1834 con la apertura no oficial de la iglesia. Sin embargo, siempre tuvo influencia sobre la vida de Cabudare.
La celebración en honor a Santa Bárbara comenzaba en la víspera, con actividades litúrgicas y veladas culturales. Cuando fue propietarios el señor Antonio Yépez, se instauraron las misas desde el día 4 de diciembre (día de la santa) hasta el día 8 del mismo mes, día de la Inmaculada Concepción. Esta tradición pasó al nuevo propietario, el señor Miguel González y desde hace tres años con la gente de la Clínica Internacional, quienes hacen un gran esfuerzo por mantener en buen estado las instalaciones y están prestados a ceder los espacios para eventos culturales y educativos.
En el año 1.980, por sugerencia de mi amigo el costumbrista Pedro Escalona, asistí por primera vez a la celebración de la misa de Santa Bárbara. En aquel momento se empezaban a realizar las restauraciones de los espacios y la construcción de los nuevos que completarían el complejo. Conocí a la señora Consuelo de Yépez, a su esposo el señor Antonio Yépez (propietarios) y a muchos creyentes que aún encontramos cada 4 de diciembre.
No fue sino hasta 1985, cuando le pedí permiso a la señora Consuelo para llevar el año próximo los tambores, a lo cual accedió. Conversé con mis amigos del grupo Tambores de Santa Bárbara y aceptaron, por supuesto la Parranda Sarao, de la cual soy fundador. Ese primer año que llenamos de tambores y alegría ese espacio fue realmente espectacular.
Estrenamos mi “Sangueo a Santa Bárbara”, que se convirtió en el himno que se interpreta en la procesión. Empecé a componer temas a la virgen, de los cuales ya van diez. Terminada la procesión, tocábamos dentro de la capilla y luego obsequiábamos al público presente una buena tanda de tambores hasta llegado el mediodía. Eso sigue sucediendo.
A través de estos años la fe ha aumentado y de unos poquitos que asistíamos, ahora no se consigue espacio ni dentro ni fuera de la capilla para escuchar la misa.
Ocurre un fenómeno, y es que conviven ese día, sin ningún problema, creyentes católicos, santeros, espiritistas y hasta ateos. Cada uno con su virgen, algunas con la espada en la mano, con el cáliz y la biblia, montada en un caballo, con la torre en la mano o al costado, en fin, es el respeto a la diversidad de formas y creencias.
En todo este tiempo nos ha tocado participar con la Parranda Sarao en muchas ceremonias de diferentes religiones, en honor a Santa Bárbara y hemos visto la devoción crecer en Cabudare y creo (modestia parte), que los tambores han influido en ello. Cada año más tambores, más cantos y más fe.
Este año, con el mismo fervor iremos a rendir tributo a Santa Bárbara. Esperamos ver a los creyentes entregados al éxtasis que produce su presencia divina, sanguearemos a la virgen, le dedicaremos los mejores cantos y los que esperan con ansiedad ese día se desbordarán en plegarias por la paz y la vida. Un recuerdo muy especial a aquellos que me tomaron la palabra.
A mis queridos hermanos de la Parranda Sarao, que este año cumple 34 años llevando tambores a Santa Bárbara, a San Juan Bautista, a San Rafael y los aguinaldos a los pesebres cabudareños. A Luis Oviedo, Luis Alfonzo, a Raisa, Alfredo, Airto, Laudir y ahora a mis nietos en quienes siembro el amor por esta tierra y sus tradiciones.