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Santa Bárbara: una devoción histórica en Cabudare

Capil­la-ora­to­rio San­ta Bárbara

Negros
esclavos y maestros curazoleños participaron en la construcción del oratorio

Se
cumple en el San­toral Católi­co de la igle­sia occi­den­tal el Día de San­ta Bárbara
y el munici­pio Palave­ci­no tiene la par­tic­u­lar­i­dad de con­tar con un espacio
sagra­do, que orig­i­nal­mente fue un ora­to­rio par­tic­u­lar del alférez real Juan
José Alvara­do de la Par­ra. pero que en la prác­ti­ca sirvió como igle­sia matriz
del sitio de Cabudare.
La
capil­la San­ta Bár­bara, asen­ta­da en la hacien­da con el mis­mo nom­bre, sería
igle­sia matriz des­de  1797 has­ta mar­zo de
1812, cuan­do se desplomó a raíz del ter­ri­ble movimien­to telúri­co que la redujo
a escombros.
 
En esta antigua grá­fi­ca del mae­stro Fran­cis­co Villazán,

 se apre­cia la ima­gen de San­ta Bár­bara en el interior 


del ora­to­rio-capil­la de Cabudare 

Nuevamente,
este ora­to­rio pri­va­do serviría al pueblo de Cabu­dare, una vez recon­stru­i­do, el
1º de enero 1820 has­ta el pre­sente, superan­do ya el siglo como espacio
religioso.

Trascendencia
histórica

A
juicio del his­to­ri­ador Tay­lor Rodríguez Gar­cía, cro­nista ofi­cial de Palavecino,
la trascen­den­cia de la capil­la para el munici­pio “es que mantiene la devoción
por San­ta Bárbara”.
Según
sus rig­urosos estu­dios, en la con­struc­ción de la capil­la par­tic­i­paron negros
esclavos, lo que aparta la teoría mil veces repeti­da, que los esclavos solo
servían para las labores agropecuarias.

Las
posesiones del alférez real

Tres
grandes pos­e­siones fig­ura­ban en los bienes del alférez Alvara­do de la Parra:
una hacien­da en la car­retera antigua hacia Yaritagua, la San­ta Bár­bara y La
Mon­taña, situ­a­da hacia el caserío que hoy se denom­i­na con ese nombre.
“Entre
las tres hacien­das sum­a­ban 60 esclavos”, ase­gu­ra el cro­nista, un número
exager­a­do para el momen­to que Alvara­do de la Par­ra, elaboró su tes­ta­men­to, dado
que ya esta mano de obra venía mer­man­do a raíz de la Guer­ra de Inde­pen­den­cia y
la deval­u­ación del cacao y el café, como pro­duc­tos para exportación que habían
entra­do en desgracia.

Las
imágenes del oratorio

Destaca
el his­to­ri­ador que las imá­genes sagradas de la Capil­la San­ta Bárbara,
posi­ble­mente lle­garon por vía del Caribe, Coro, El Tocuyo y Valle del Turbio.
“Esto
se infiere debido a la ascen­den­cia del alférez Alvara­do de la Par­ra con la
famil­ia Muña­tonez, vienen de El Tocuyo”, revela.
Las
otras imá­genes exhibidas en los restantes espa­cios sagra­dos de esta acaudalada
famil­ia del Valle del Tur­bio, eran prove­nientes de El Tocuyo, “porque eran la
Capil­la de la Con­cep­ción, enclava­da en el valle donde actual­mente está el
Fuerte Tere­paima; en el sitio de Bureche, donde se encuen­tra la empre­sa Marbel,
que el pro­pio obis­po Mar­i­ano Martí, en sus escritos men­ciona esa capil­la y sus
imágenes”.
En 1819, el tes­ta­men­to de Avara­do de la Parra

ya habla­ba de la ima­gen de San­ta Bárbara


Eran
de Curazao

Los
mae­stros de obra que con­struyeron la Capil­la San­ta Bár­bara, en su segundo
peri­o­do, lle­garon de Curazao por EL Tocuyo.
El
doc­tor Pedro Rodríguez Rojas, ha encon­tra­do huel­las de la pres­en­cia de maestros
de obra de Curazao en esta ances­tral local­i­dad del munici­pio Morán.
“Eran
de apel­li­do galeno y vinieron has­ta Cabu­dare ha con­stru­ir el ora­to­rio y luego
se radi­caron en Ospino, esta­do Por­tugue­sa, en donde edi­fi­caron la iglesia
matriz de ese pobla­do, la cual tiene el mis­mo fron­tis de la Capil­la Santa
Bár­bara, aspec­to suma­mente intere­sante”, repara.

Cabudare
y El Tocuyo, una
vida religiosa

La
vida espir­i­tu­al de Cabu­dare está estrechamente vin­cu­la­da a El Tocuyo.
Asimismo,
el cul­ti­vo de caña de azú­car, plan­ta que llegó del extran­jero por el
Caribe-Coro-El Tocuyo-Valle del Tur­bio, tam­bién unió la tradi­ción reli­giosa con
San Anto­nio de Padua.

EL IMPULSO revela un dato

El
jueves 15 de mar­zo 1984, el  historiador
cabu­dareño José Ramón Brito, pub­licó un dato asom­broso: “La Capil­la Santa
Bár­bara de Cabu­dare has­ta aho­ra ha tenido can­ti­dad de dueños, uno de ellos lo
fue el gen­er­al José Víc­tor Ariza, el cual dis­pu­so en su tes­ta­men­to que al morir
fuese sepul­ta­do en esa casa de oración como en efec­to allí está enterrado,
fal­l­e­cien­do en 1872.
Es
noto­rio que en la facha­da de la men­ciona­da capil­la se encuen­tra incrus­ta­do un
mono­gra­ma con las letras JVA, que encier­ran el nom­bre del Gen­er­al de división
José Víc­tor Ariza, el que fue prestante figu­ra públi­ca del pasa­do siglo (XIX)
Ejer­ció el car­go de pres­i­dente del esta­do Bar­quisime­to, senador al Congreso
Nacional y min­istro de Hacien­da. se le tiene como el prin­ci­pal redac­tor de la
democráti­ca Con­sti­tu­ción Nacional de 1864, seguidor de las ideas lib­erales y
del gen­er­al Eze­quiel Zamora”.

Luis
Alberto Perozo Padua

CorreodeLara

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