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Arepa de origen precolombino

Emilio Acosta
Historiador y escritor

La arepa suele ser moti­vo de dis­cusión entre vene­zolanos y colom­bianos, que se adju­di­can su ori­gen. Lo cier­to es que son prehispánicas.

En Colom­bia el primer reg­istro de exis­ten­cia de maíz data de hace unos 3000 años, mien­tras que en Venezuela es de unos 2800 años. Estas arepas forma­ban parte de la dieta bási­ca de los indí­ge­nas. En Méx­i­co tam­bién exis­ten las «arepas», le lla­man gordi­tas y las sue­len rel­lenar como un taco, el primer reg­istro de maíz en Méx­i­co data de hace unos 10 mil años.

La pal­abra «arepa» proviene del voca­blo “erepa”, de los Cumanago­tos –tribu de los Caribes que hab­it­a­ba la región noreste de Venezuela. La arepa en Colom­bia era denom­i­na­da «tijita­fun» por los indí­ge­nas guanes, del actu­al depar­ta­men­to de Santander.

La ref­er­en­cia más antigua del voca­blo arepa la pro­por­ciona el ital­iano y súb­di­to de Castil­la, Gale­ot­to Cei, en su escrito pub­li­ca­do en «Via­je y descrip­ción de las Indias»:

«Hacen otra suerte de pan con el maíz a modo de tor­tillas, de un dedo de grue­so, redondas y grandes como un pla­to a la france­sa, o poco más o menos, y las ponen a cocer en una tortera sobre el fuego, untán­dola con grasa para que no se peguen, volteán­dolas has­ta que estén coci­das por ambos lados y a esta clase lla­man arep­pas y algunos fecteguas».

Entre otras cróni­cas ten­emos las de Pedro Cieza de León, «Cróni­ca del Perú» de 1554, reg­is­tran­do el con­sumo de la arepa en la provin­cia de Carta­ge­na. Fray Pedro Simón, en sus «Noti­cias his­to­ri­ales de las con­quis­tas de Tier­ra Firme en las Indias» de 1626, reg­is­tra el con­sumo de arepas en la actu­al Venezuela. José de Acos­ta, un via­jero filó­so­fo y jesui­ta español en el siglo XVI, con­trastó la arepa con el casabe.

Aunque como anéc­do­ta curiosa, el Gen­er­al de los Reales Ejérci­tos de S.M. Fer­nan­do VII, don Pablo Moril­lo, no le gusta­ban las arepas, por lo que con­fesó en sus memo­rias a sus dos ami­gos José Domin­go, Duarte y Díaz:

«Todo lo puedo pasar en esta tier­ra, menos esas per­rísi­mas tor­tas de maíz que lla­man arepas, que solo se han hecho para estó­ma­gos de negros y avestruces».

CorreodeLara

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